Opinión
Valencia y Alicante, tan lejos tan cerca
Paradójicamente, hay mayor conexión entre Madrid y Alicante que entre Valencia y Alicante
Dicen que el orden de los factores no altera el resultado. Puede que en matemáticas, soy hija de físico y matemático, así sea; no tanto en lengua, soy hija también de un erudito que me enseñó a hablar con propiedad. No es lo mismo hablar de Alicante y Valencia que a la inversa. Así las cosas, la gran noticia de que entre la segunda y la primera ciudad de la Comunitat Valenciana existirán apenas 50 minutos de viaje en tren, obras del Corredor Mediterráneo finalizadas mediante, lejos de alegrarme, me indigna. Y eso que hay fecha, 2027.
No concibo que los 170 kilómetros que hay entre ambas ciudades se conviertan hoy día en dos o tres horas de tren; luego hay una razón para que la lejanía -no física sino afectiva- entre las dos ciudades sea una realidad. Paradójicamente, hay mayor conexión entre Madrid y Alicante que entre Valencia y Alicante. Por algo, las playas de la provincia son las playas de los madrileños.
Y la alta velocidad que conecta la provincia con la capital de España en tren contribuye, y mucho, a que la conexión sea aún más potente.
El mismo día en que en Valencia tenía lugar por la mañana el último acto del Corredor Mediterráneo, en Alicante por la tarde se celebraba la Noche de la Economía Alicantina de la Cámara de Comercio; en ambos foros quedó claro que Alicante sigue necesitando infraestructuras tan esenciales como la conexión por tren del aeropuerto de Alicante-Elche con las principales urbes de la provincia.
No, no se trata de adoptar el discurso victimista de que la provincia es la número 52 de 52 en inversiones del Estado per cápita, sino de poner sobre la mesa, una vez más, que sin las mejores comunicaciones todos perdemos. Pues eso, que 50 minutos en tren entre Valencia y Alicante quizá derriben un muro invisible. ¡Ojalá!