
Limpieza
Ojo, nuevas multas en Valencia: 3.000 euros por escupir, mear o defecar en la calle y 1.500 euros por no recoger las cacas de animales
El Ayuntamiento ha endurecido la ordenanza de limpieza y abandonar basura en la calle también puede acarrear hasta 3.000 euros de multa

El Ayuntamiento de València ha endurecido la ordenanza de limpieza y plantea sanciones de hasta 3.000 euros por escupir o hacer las necesidades fisiológicas en la calle y de hasta 1.500 euros para los propietarios de animales que no recojan los orines y excrementos de sus mascotas.
La Junta de Gobierno Local ha dado el visto bueno y ha iniciado el trámite para modificar la Ordenanza de Limpieza y adaptarla a la normativa estatal y autonómica, incluir nuevas infracciones e incrementar las sanciones de las actuaciones que más ensucian la calle.
La ordenanza, que deberá cumplir el trámite de exposición pública y pasar por el pleno municipal para su aprobación definitiva, incluye nuevas prohibiciones que no estaban recogidas expresamente en la normativa actual, como abandonar basura y residuos en los espacios públicos, que podría ser sancionado con hasta 3.000 euros.
También prohíbe tirar residuos de pequeño tamaño como colillas, cáscaras, chicles o papeles fuera de papeleras o contenedores, con sanción de hasta 1.500 euros; depositar en las papeleras los residuos domiciliarios o comerciales y elementos voluminosos. sancionado con hasta 3.000 euros.
Igualmente prohíbe escupir o satisfacer las necesidades fisiológicas en la vía pública y hacer pintadas en las paredes y elementos verticales y horizontales de elementos protegidos patrimonialmente, sancionable hasta 3.000 euros.
No retirar los escombros de obras en vía pública con consecuencias graves para el entorno puede además ser sancionado con hasta 1.500 euros de multa, ha informado el Ayuntamiento.
La Junta de Gobierno Local también ha modificado los artículos sobre obligaciones específicas, que tampoco estaban incluidas expresamente en la ordenanza actual, como recoger y limpiar los orines y excrementos de los animales por parte de los propietarios o portadores, que podría suponer hasta 1.500 euros de sanción.
Del mismo modo, incluye la obligación de limpiar después de la organización de actos públicos como verbenas, usar correctamente los contenedores metálicos para cenizas, instalar papeleras o contenedores en los puestos eventuales de venta de comida, así como de separar los residuos en origen.
No está permitido depositar o abandonar residuos domiciliarios fuera de los contenedores ni escombros, palés o residuos industriales en la vía pública o junto a los contenedores, con sanciones de hasta 3.000 euros.
Tampoco se permite extraer, revolver o recoger residuos de los contenedores o manipular o desplazar contenedores ni abandonar residuos voluminosos en la vía pública.
El concejal de Limpieza y Recogida de Residuos, Carlos Mundina, ha afirmado que la iniciativa pretende concienciar en el respeto al medio ambiente, a la salubridad pública y al adorno público que deben tener nuestras ciudades, "porque el espacio público es un espacio que compartimos y que todos debemos respetar, porque también es la imagen que proyectamos de nuestra ciudad".
Críticas de Compromís: freír a multas a los vecinos
El concejal de Compromís Sergi Campillo ha asegurado que, en lugar de bonificar a quienes lo hacen bien, la alcaldesa de la ciudad solo quiere "freír a multas a los vecinos y vecinas de esta ciudad".
A su juicio, María José Catalá solo está pensando en "sacar el dinero a los vecinos y vecinas para compensar la rebaja de impuestos que hizo a los más ricos de esta ciudad".
Compromís ha informado de que no ha dejado de presentar propuestas para que el Gobierno municipal bonifique la nueva tasa municipal a aquellos que reciclan correctamente sus residuos, "porque existe la tecnología; de hecho, la dejamos preparada desde el anterior gobierno con el nuevo contrato de limpieza y recogida de residuos".
"Pero el actual Gobierno municipal se niega a bonificar la tasa de residuos a quienes lo hacen bien. Y ahora, sin embargo, salen con un incremento de las multas para coaccionar a los vecinos y sacarles el dinero porque, precisamente, lo que quieren es compensar la rebaja de impuestos que hicieron a los más ricos", algo que le parece "indignante".
Según Campillo, toda política de residuos que no bonifique a los vecinos que lo hacen bien, es una política destinada al "fracaso más absoluto".
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