Convenio
Valencia ultima la gestión de la Marina con el Puerto
El Ayuntamiento busca establecer a largo plazo actividades de mayor calidad y que aporten valor añadido a la ciudad
El Ayuntamiento de Valencia puede tener listo en un mes, aproximadamente, el convenio por el que se constituirá un órgano gestor de la concurrencia de voluntades entre dos administraciones: el Consistorio y la Autoridad Portuaria de Valencia para acordar, en la medida de lo posible, la utilización de los distintos espacios de la Marina de Valencia, así como para distribuir sus espacios en la cesión, sin duda más importante, que ha realizado una autoridad portuaria a cualquier ciudad de España.
Lo que viene a decir el imbricado lenguaje administrativo es que se va a crear un órgano formado por el Ayuntamiento y la Autoridad Valencia para tener un espacio en el que hablar, valorar, discutir y en su caso, acordar, los usos que recibirán en un futuro muy próximo los distintos espacios de la Marina, repartidos entre las dos administraciones, así como, para adoptar decisiones más trasversales en espacios compartidos por ambos.
Desde la liquidación del Consorcio 2007, el Ayuntamiento de Valencia es titular del edificio Veles e Vents y los restaurantes anexos, las antiguas bases de la Copa América, salvo la del Alinghi, los antiguos Docks y los tinglados, mientras que la Autoridad Portuaria tiene el resto de la Marina y la citada base del Alinghi. También es de la Autoridad el puerto deportivo (marinas norte y sur). Este hechos no es excepcional ya que todas las marinas situadas en puertos comerciales son gestionadas por las autoridades portuarias, incluso en el caso de puertos deportivos situados en Cataluña o en el País Vasco donde el proceso de transferencias se ha desarrollado más ampliamente que en el resto de comunidades autónomas. También allí, las marinas son gestionadas por las autoridad portuaria.
No antes de fin de año
El hecho de que el Ayuntamiento vaya a tener listo el convenio en poco más de un mes no quiere decir que éste se vaya a firmar ni mucho menos, a entrar en vigor, sino que el Consistorio dará su visto bueno a este convenio para que, una vez la Autoridad Portuaria haya hecho lo mismo, poder cristalizar la firma del convenio, algo que podría suceder no antes de fin de año o principios del año próximo.
La gestión de los espacios por parte del Ayuntamiento de Valencia pretende dotar a estos de una mayor calidad y busca implementar, a largo plazo, actividades de mayor calidad que generen valor añadido a la ciudad.
Cabe señalar que la cesión de los espacios por parte de la Autoridad Portuaria lleva aparejada una cláusula de reversión de los mismos si estos se pretende arrendar mediante el pago de un alquiler. En este caso, el Puerto puede exigir que vuelvan a su titularidad.
Reversión no traumática
Esta circunstancia no tendría por qué ser traumática, ya que el Ayuntamiento no descarta que, si en alguno de sus espacios se considera conveniente mantener un servicio que requiera que el inmueble sea arrendado, éste pueda volver a ser titularidad de la Autoridad Portuaria y gestionado, desde el acuerdo, a través del órgano gestor que creará el convenio que ultiman ambas administraciones. Este es el motivo por el que la base del Alinghi ha vuelto a ser de titularidad de la Autoridad, para de este modo, poder arrendarla posiblemente a EDEM para su ampliación, algo que el Ayuntamiento considera que beneficia la ciudad.
De este modo se pretende «serenar las aguas» en la Marina, nunca mejor dicho, después de que el pasado gobierno de Joan Ribó tensionara las relaciones entre las dos administraciones con los tribunales como telón de fondo de sus desavenencias.
El anterior Ayuntamiento de Compromís y el PSOE tenían una difícil relación, sustanciada epistolarmente y que provocó tensiones entre las dos administraciones que afectaron a la posible concurrencia de proyectos interesados en los edificios de la Marina. Estas tensiones vinieron provocadas, principalmente, por discrepancias en la interpretación de la legislación vigente entre Puertos del Estado y el Ayuntamiento de Valencia.
El nuevo órgano gestor pretende limar asperezas y remover obstáculos desde el encuentro, y no el desencuentro, y según fuentes del Ayuntamiento de Valencia, parece que ahora el clima es de mutua y leal colaboración.
La opinión de las dos administraciones será oída y debatida entre ambos incluso en aquellos ámbitos que no sean de la competencia del contrario, si bien la decisión final será del titular del bien en cuestión.
En aquellos proyectos o actuaciones que, de un modo más trasversal, afecten a las dos administraciones, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, tendrá el voto de calidad para deshacer los empates que se puedan producir al estar la representación de ambas administraciones equilibrada dos a dos.
Desde la oposición se ha criticado se ha criticado el borrador de este convenio en tanto en cuanto consideran que la ciudad pierde capacidad de decisión y de gestión de un punto vital de la ciudad, pero que, por otra parte, nunca antes tuvo. La concurrencia política en ambas administraciones sin duda facilitará las cosas.
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