Coronavirus

El país de todas las epidemias

Muerte, hambre, peste, guerra... El viejo apocalípsis. Pero hay países, como el Congo, en el que coincide la alarma sanitaria de cuatro epidemias con varias conflictos armados con grupos que impiden la actuación médica

Entre 1950 y 1964, el virus de la polio introdujo en España, infectando a miles de niños, una dolencia que parecía común y aceptada, aunque podía haberse remediado con la vacuna. Esta llegó a nuestro país en 1964, una década después de que Jonas Salk la inventara en Estados Unidos. Ahora, esta enfermedad está prácticamente erradicada: en 2016 sólo había 37 casos en tres países (Afganistán, Pakistán y Nigeria). La humanidad ha convivido con dolencias y epidemias que siempre ha superado con la ciencia y la investigación. No hay otro camino. Incluso en aquellas dolencias que no se han erradicado del todo, como es el caso de la malaria: entre 2000 y 2015 cayó un 60% y los planes de la OMS es eliminarla, en 2030, en los 35 de los 97 en la que es un mal endémico. Sin embargo, hay países en los que, aunque en menor medida, coinciden hasta cuatro epidemias admitidas como graves. Es el caso de la República Democrática del Congo, el segundo país más grande de África –después de Argelia– y el cuarto en población con 90 millones de habitantes, pero en el que coinciden epidemias y guerras, siendo ambas inseparables. Además de la Covid-19, el país está en alerta por ébola, peste bubónica y sarampión. Lo más extraño para los virólogos es que el ébola, que puede alcanzar una tasa de mortalidad del 90%, fue descubierto precisamente en la RDC en 1976, siendo entonces Zaire, y donde el virus se aisló por primera vez. Durante el brote de 2013-2016 se realizó un ensayo clínico con una vacuna con niveles de protección del 100%. Y, sin embargo, el ébola sigue. Faltaba uno de aquellos cuatro jinetes del apocalipsis bíblico, la guerra. Más de diez grupos armados están luchando en esta zona del país por el control de materiales como el coltán –necesario para la tecnología telefónica–, lo que impide que los equipos médicos puedan intervenir y aplicar tratamiento en estas zonas. Un total de 36 sanitarios han sido asesinados por estos grupos. La humanidad convive con muchos virus activos que sobre todo afectan a la alimentación y animales y son tratados farmacológicamente. Pero hay uno con el que es imposible convivir: la guerra.