Carlo Fabretti, ganador del Premio Barco de Vapor
Es el escritor de mayor edad que obtiene este reconocimiento y lo hace con una obra que habla de la importancia de los valores en la época de la tecnología. Nando López obtiene el Gran Angular con una historia sobre la importancia de la aceptación
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Dos autores de diferente edad y de distinto perfil han ganado la 42 edición de estos galardones dotados cada uno con 35.000 euros. A pesar de sus diferencias han coincidido en un mismo punto: sus obras están pegadas a la actualidad. Carlo Fabretti ha ganado el Premio Barco de Vapor con “¿Quién quieres ser?”, una obra que narra la amistad que entabla una niña de doce años, Eva, con un viejo profesor, algo chiflado, llamado Ray. Esta relación supondrá un trampolín para ahondar en la importancia de la transmisión de los valores. El escritor y guionista -participó en el programa “La bola de cristal”- ha sacado juego a sus conocimiento de matemáticas para poner sobre la mesa un asunto trascendental: la necesidad de que los niños tengan presente los valores en una era que estará dominada por la presencia de las tecnologías. El futuro va a requerir tomar muchas decisiones esenciales para el porvenir de la humanidad y el autor considera que es obligatorio que jamás se pierdan de vista algunas consideraciones humanísticas, en especial cuando el día de mañana se tendrán que abordar temas relacionados con la informática, biotecnología o la robótica. “He intentado hablarles a las niñas y niños de hoy de los nuevos problemas éticos y psicológicos que se derivan de la tecnología avanzada, y que tendrán que afrontar cuando crezcan”, ha explicado el autor”.
Por otra parte, Nando López ha apostado por un relato que también está marcado por la actualidad. “La versión de Eric” toma como punto de partida algo esencial entre los jóvenes: quiénes somos, qué queremos ser y cómo todos necesitamos que se nos incluya y nos acepte tal como somos. La obra comienza en una comisaría y con la sombra de un crimen. El protagonista irá evocando su pasado. A través de esos recuerdos irá surgiendo el retrato de quién es y su identidad. "Que Eric sea un chico trans con altas capacidades no es casualidad; quería que se escuchara su voz y que cualquiera pudiera empatizar con él. Y, lo más importante, reivindicar esa universalidad de su experiencia. Porque el gran tema de esta novela es la identidad, el derecho inalienable a ser quienes somos y a defender quiénes queremos ser”, ha comentado el escritor.