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La doble vida de Little Richard: el pecador sexual y el pastor de Dios

La vida del pionero del rock osciló entre la promiscuidad con inclinaciones homosexuales y el arrepentimiento: después se convirtió en pastor y llegó a casar a Bruce Willis y Demi Moore

En el rock & roll, lo primero fue la actitud. Los acordes, los estribillos y las letras tienen mucha importancia en el desarrollo de un estilo musical, pero el sonido siempre llega acompañado de una apariencia y de una manera de entender la vida. Little Richard fue tan rock & roll que los artistas se pasaron décadas imitándole. Daba igual que fueran los reyes del pop, los Beatles, que los iconos del folk rock, la Creedence Clearwater Revival, o el dios del soul contemporáneo, Prince. Little Richard ya había vestido de púrpura antes, ya se había encajado el tupé, y por supuesto que le había cantado al Señor como si cultivase a la orilla del Mississippi. Little Richard lo tenía. El rock. Dentro. Auambabaluba Balambambú.

Sencillamente porque él lo creó en directo, fue el diseñador y también el modelo. Nacido en Georgia, hijo de un buscavidas, Richard Wayne Penniman comenzó a cantar en la iglesia. El gospel siempre será su inspiración y su refugio, y también su máscara. El pequeño Richard tenía una vida privada de lo más agitada desde muy temprana edad. Su padre le echó de casa por su comportamiento algo promiscuo. Richard alternaba novias y también con unos amigos, los que se prostituían en la parte más oscura de Macon (Georgia), su ciudad natal. El padre del futuro artista, que se dedicaba a la venta de whisky ilegal y otros trapicheos, no soporta su vestimenta

Aunque ya ha compuesto sus más famosos temas trabajando de lavaplatos en una estación de autobuses, no se atreve a mostrarlos. Estuvo un tiempo acogido por una familia de blancos hasta que intentó abrirse camino en la música. Sin embargo, su padre fue asesinado en un ajuste de cuentas y él tuvo que hacerse cargo de la familia. En 1955 publicó una de sus canciones más famosas, compuesta mientras desempeñaba otros trabajos, pero en una especie de versión “limpia”: “Tutti Frutti” arrasó con la contagiosa melodía que todos conocemos y tiró la puerta abajo. Le encantaba a los blancos y Richard ganó confianza. Después, los éxitos de “Long Tall Sally” hasta “Slippin 'and Slidin” le darán la confianza suficiente para lanzarse a sacar todo lo que tiene dentro. Curiosamente, el gran público adora la imagen que su padre no soportaba: algo andrógino e hipersexual, su carrera se convierte en una bola de fuego entre los pioneros del estilo, Elvis o Jerry Lee Lewis.

Aunque precisamente una bola de fuego lo cambió todo en su vida. Solo dos años después de su primer gran éxito, en 1957, tuvo una visión mientras viajaba en avión. Una bola de fuego cruzó el cielo como símbolo de sus pecados y lo cierto es que le había dado tiempo a cometer bastantes durante su vida hasta ese momento. Orgías y relaciones de sexuales desenfrenadas de todo tipo a las que pone fin de inmediato. Abandona la música y se vuelca completamente en la religión. Estudia la Biblia en una universidad cristiana de Alabama y se convierte en pastor pentecostal. Dos años después publicará un nuevo disco, pero de gospel: “God Is Real”, se llamaba. Por cierto que hay versiones que dicen que la bola de fuego que vio en el aire era el motor del avión incendiándose y otros que aseguran que lo que presenció sobre la Tierra era real: se trataba del satélite ruso Sputnik siendo lanzado a la atmósfera. Pero es difícil de probar.

En ese momento comienza su carrera en el gospel. Con apenas un puñado de canciones, Richard había establecido el canon del rock & roll. E irónicamente, cuando quiso predicar la verdad de Jesucristo en su nueva etapa musica, en los años 60, fue constantemente reivindicado por los jóvenes. En especial por los Rolling Stones, pero también por los Beatles y hasta Bob Dylan. En 1964 vuelve a los escenarios grabando nuevas versiones de sus éxitos y en los años 70 vuelve a las andadas: sus excesos sexuales y con las drogas se publicaron y su propia iglesia le expulsó de la comunidad. Finalmente, tras la muerte de uno de sus hermanos, Little Richard hizo el enésimo intento de reencauzar su vida: trató de limpiarse, volvió a su iglesia y se convirtió en vendedor de Biblias.

A partir de entonces, ejerció como pastor y ofició boda, como las de Cindi Lauper y la de Demi Moore con Bruce Willis en su parroquia. Nunca superó las contradicciones entre sus impulsos sexuales y la culpa, que abordó en múltiples entrevistas con respuestas distintas. A veces renegando de su conducta y otras llevándola como una condena. A partir de los años 80, su carrera declinó, aunque supo vivir de la leyenda. Hizo múltiples colaboraciones, apariciones en programas de televisión y siguió difundiendo la palabra del rock and roll y también la de Dios.