La luz del Schumann romántico

Obras: Schumann. Director: Pablo González. Orquesta RTVE. Teatro Monumental. Madrid, 27-XI-2020.

Dentro de su ciclo sinfónico, tan hábil y didácticamente diseñado por su titular actual, Pablo González, y que lleva el título general de “Revoluciones musicales”, hemos tenido ocasión de tomar el pulso en esta sesión desarrollada en el marco del histórico Monumental Cinema -¡qué lejos quedaron aquellas matinées de la Orquesta Nacional!- a la falange de la Radio Televisión. La impresión, como ya había sido en citas no muy lejanas, ha sido buena y ha puesto de manifiesto el buen entendimiento entre los instrumentistas –algo más de 50- y su gobernante.

González plantea un Schumann que podríamos calificar de “ligero”, con mucha luz, incluso en los momentos más penumbrosos de la “Sinfonía nº 4”, que se ha ofrecido en la versión definitiva del compositor, como bien ha explicado, micrófono en mano, el propio director, que controló con habilidad el devenir de una obra que se sigue sin solución de continuidad y que tuvo un desarrollo lógico y atemperado, sometida en este caso a un “tempo” bastante rápido. El empaste fue relativo al principio y anotamos ciertos desajustes no especialmente graves, pese a que el maestro ovetense parece llevar a la Orquesta en volandas, prendida de una estilizada y movediza batuta bien aireada en todos los planos.

El solo de violín de la “Romanza”, bien dibujado por Miguel Borrego, quedó un tanto oscurecido. El “crescendo” que da paso al último tiempo estuvo bien construido y fue del “piano” al “forte”, aunque no todos los planos acabaron de quedar bien establecidos. Nos gustó la elasticidad que la mano rectora supo aplicar al desbordante último movimiento, en sus idas y venidas, y también la aceleración de la rotunda coda construida sobre un vertiginoso “fugato”.

Animado, como corresponde, casi bailable, el balanceante “Allegro” inicial de la “Renana” donde González marcó con destreza esas siempre peligrosas síncopas que animan el móvil 3/4 y donde también se subrayó el balanceo del tema lírico. Quizá echáramos de menos una sonoridad más cuidada. Tanto aquí como en otros instantes hubo cierta rudeza tímbrica. Pero rítmicamente poco hay que reprochar. Bien cantado el tan efusivo tema del “Scherzo”. El tercer segmento, “Nicht schnel”, fue delineado con finura y en él escuchamos lo mejor del conjunto radiotelevisivo. Los metales funcionaron, con sonoridad plena, a falta de redondeo, en el solemne “Feierlich”, y el “Vivace” final tuvo mucha marcha, gracias a un buen subrayado del aspecto rítmico. Leves fallos de los metales no empañan el buen comportamiento general que, en definitiva, determinó que asistiéramos a una sesión muy disfrutable comentada en sus amenas notas por Luis Suñén.