“Berlanga. Vida y cine de un creador irreverente”: aunque nunca se fue del todo, bienvenido otra vez, Mr. Berlanga
★★★★☆
Hay que saludar la aparición de esta nueva obra sobre Luis García Berlanga escrita por Miguel Ángel Villena, ganador con ella del XXXIII Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias. Y no porque no existan varias y una autobiografía dictada a su amigo y escritor Gómez Rufo, sino porque pone al día los datos esenciales de la vida, la obra y el contexto histórico de Berlanga hasta la fecha con un amable esbozo de las desgraciadas peripecias de sus dos hijos, Carlos y Jorge, muertos unos años antes que su padre.
No es, pues, «Berlanga» una al uso, como ya advierte el propio autor cuando escribe que «creo que el género biográfico debe incluir unas buenas dosis de reporterismo periodístico que implica visitar o recrear los escenarios vitales en los que se movió el biografiado». Es cierto que abundan los datos personales de Berlanga, que nunca quiso desnudarse y que siempre tiraba balones fuera cuando tenía que hablar sobre su intimidad.
Mundo erótico
Aspectos que ocultaba con la misma facundia con que solía explayarse hablando de sus perversiones y alardeando de ese submundo erótico que atesoraba en su habitación secreta del chalé de Somosaguas. Se diría que apenas nada nuevo, excepto la aparición de una amante, se desvela sobre la intimidad y secretos de Berlanga. Muertos sus amigos y compañeros de oficio y ante la negativa de su mujer a colaborar, carece de testimonios de primera mano que habrían rellenado las muchas lagunas del Berlanga íntimo y secreto.
Villena ha preferido potenciar el carácter de reportaje periodístico y su fijación por encajar esta biografía vital en un contexto histórico típico de la ideología «progre». Villena no pierde oportunidad alguna de abundar en la horrísona España negra de Franco, incidiendo en los aspectos miserabilistas que estéticamente tanto gustaban a Berlanga y Azcona, como dos piezas esenciales de la «otra Generación del 27», la del humor negro y libertario de Tono, Mingote, Jardiel Poncela y Edgar Neville.
Si dejamos a un lado los aspectos políticos de un izquierdismo recalentado que añade el biógrafo y que seguramente habrían molestado al Berlanga de su primera etapa y más al de la última, estamos ante una biografía periodística conservadora en lo personal, canónica en la interpretación de su cine y políticamente sesgada, pero de grata lectura, que cumple honrando al genial cineasta en el centenario de su nacimiento.
▲ Lo mejor
El ameno relato de la vida y milagros del cineasta valenciano narrado con buen pulso periodístico
▼ Lo peor
La escasa información novedosa que aporta esta obra blanca y respetuosa con el mito cinéfilo
Lluís Fernández