Hallan en Egipto un monasterio cristiano de 1.600 años de antigüedad
El jefe de la investigación explica que el descubrimiento ofrece una imagen “diferente del monacato temprano de la que ofrecen los textos oficiales de la Iglesia”
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Trabajar como investigador o arqueólogo en Egipto conlleva llevarse una sorpresa casi a la semana. Cada vez son más los hallazgos que se producen en este histórico e inmenso país, de tal manera que se han descubierto verdaderos tesoros y se han producido grandes trabajos arqueológicos. Ahora, el Ministerio de Antigüedades y Turismo de Egipto ha anunciado una nueva exploración, cuyos resultados tampoco deberían dejar indiferentes: unos arqueólogos noruegos, que estaban trabajando en el oasis de Bahariya (a unos 300 kilómetros al sur de El Cairo), han descubierto los restos del que podría ser el monasterio más viejo del mundo, con alrededor de 1.600 años de antigüedad.
Según el Ministerio, durante la investigación fueron destapadas las 6 secciones compuestas de cámaras para apóstoles y los resto de 3 iglesias. Asimismo, detalla cómo las paredes y revestimientos de suelo del monasterio están decorados con letras en griego antiguo y fragmentos de la Biblia. El jefe de la misión, Victor Ghica, explica que “tenemos la certeza de que nos encontramos ante un monasterio del siglo IV por el buen número de evidencias sólidas: cerámica, datación por radiocarbono, material de vidrio o el análisis de las monedas”.
Ghica añade que este espacio “fue fundado a mediados del siglo IV y eso es lo más importante, porque lo convierte en el más antiguo conocido arqueológicamente en Egipto”. Con esto, los expertos descubrieron mediante dicha datación por radiocarbono almacenes en los que se considera que se guardaban cántaros de vino, horno, mesas, una sala con armarios y monedas del 350 d.C.
Por tanto, esta interesante investigación, en palabras de Ghica, arroja luz sobre “una imagen diferente del monacato temprano de la que ofrecen los textos oficiales de la Iglesia. Demuestra que estos textos se produjeron con una agenda política en mente, intentando crear una determinada visión del monacato que estaba centrada en esas figuras fundadoras”. De esta manera, “no discutimos que esas figuras fueron fundadoras del movimiento monástico”, continúa, “sino que existieron otros grupos, el sitio demuestra que el monacato temprano era más rico de lo que nos dicen las fuentes literarias”.