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Censura

Hungría multa a una cadena de librerías por vender un cuento infantil ilustrado con familias LGTBI

Sujetándose a la nueva ley que prohíbe cualquier contenido del colectivo, esta compañía ha sido sancionada por no advertir a los padres que aparecían ilustradas parejas del mismo sexo

Ilustración del libro de Lawrence Schimel
Ilustración del libro de Lawrence SchimelTwitter

Aunque parezca mentira, el mes pasado se aprobó en Hungría una ley que prohibía mostrar contenido LGTBI en escuelas y televisiones. Si bien numerosos países, entre ellos España, se mostraron en contra de esta nueva normativa, finalmente el gobierno de Víktor Orbán aprobó una ley que prohíbe el visionado para menores de 18 años de cintas como “Harry Potter”, “Billy Elliot” o incluso “Friends”.

“La pornografía y los contenidos que representen la sexualidad o promuevan la desviación de la identidad de género, el cambio de sexo o la homosexualidad no deben ser accesibles a menores de 18 años”, dice el texto. Una ley considerada por la mayoría como un disparate homofóbico que coarta ciertas libertades de expresión.

Ahora, se está comenzando a notar cómo la normativa hace efecto, y ejemplo de ello ha sido el caso de una empresa literaria. Se trata de una cadena de librerías húngara, que ha sido multada por no incluir la advertencia a los padres junto a un libro infantil donde aparecían ilustradas parejas del mismo sexo. El tomo, un cuento infantil, representa a un niño con sus padres, ambos hombres, lo que llevó al gobierno húngaro a condenarlo.

El volumen es una traducción al húngaro de “Early one morning”, de Lawrence Schimel (en español está editado bajo el título “Pronto por la mañana”), así como de “No es hora de jugar”, ambos cuentos infantiles.. Y, exactamente, refleja a una pareja homo parental que, para el país cuya capital es Budapest, es digna de multa: según un funcionario del gobierno, infringió una ley sobre prácticas comerciales injustas, y tendrá que pagar 250.000 florines, que equivale a 700 euros.

El inspector del gobierno, Richard Tarnai, así lo explicó a la cadena HiTV: “El libro estaba colocado entre otros libros de cuentos de hadas y por lo tanto infringía la ley”. La obra “no mostraba que las historias incluían patrones de comportamiento distintos al de los roles de género tradicionales”.

Por su parte, la editorial que publica el libro también ha decidido pronunciarse, afirmando que “todas las familias merecen tener un cuento de hadas sobre ellas”. “Las familias arcoíris son completamente normales y la sexualidad de los padres no es un tema en el libro”, indica a través de un comunicado publicado vía Facebook.

También el propio Schimel, autor del “polémico” libro traducido, ha opinado vía Twitter que el gobierno húngaro “está tratando de normalizar el odio y los prejuicios con estos ataques concertados contra libros como el mío, que representan para los niños el mundo plural y diverso en el que viven”. Además, el escritor ha explicado a “The Guardian” que la idea de estos libros es “celebrar a las familias Queer, de modo que los únicos libros disponibles para niños no sean sobre conflictos”.