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Estreno

Crítica de “La tierra de los hijos”: una humanidad amnésica ★★★☆☆

"La tierra de los hijos", de Claudio Cupellini
"La tierra de los hijos", de Claudio CupelliniLa Razón

Director: Claudio Cupellini. Guion: C. Cupellini, G. Iuculano, F. Gravino. Intérpretes: Leon de la Vallée, Paolo Pierobon, Maria Roveran. Italia, 2021. Duración: 90 min. Drama.

En «La carretera» (John Hillcoat, 2009), el personaje que encarnaba Viggo Mortersen decidía, tras ser el planeta arrasado por un cataclismo que nunca conoceremos, viajar junto a su hijo hasta la costa donde, afirman, estarán a salvo. También en la más tenebrosa y árida película dirigida por Cupellini (y cuya grisácea fotografía recuerda a la del citado filme) que adapta la novela gráfica de ciencia-ficción creada por Gipi la humanidad parece estar llegando al fin de los días sin conocer las razones y después de haber muerto buena parte de ella. Pero el adusto padre que la protagoniza ha decidido no moverse de ese lugar sombrío junto al lago donde pescan y matan perros para comer con un joven, el suyo, que cría sin ningún tipo de afecto, como un salvaje. Porque cree que los recuerdos, el amor, nos hacen débiles.

Pero, ¿qué somos sin recuerdos ni amor? Ni siquiera animales, nada. Cuando el hombre fallece, el chico emprende un prohibido viaje por el río sembrado de ahorcados que, como fruta podrida, cuelgan de los árboles a los márgenes, mientras observa las hileras interminables de automóviles que también se oxidan con las tripas fuera, para que alguien pueda leer, él no sabe, el diario que el desaparecido escribió durante años. Este notable Apocalipsis profundamente italiano es seco, oscuro, asfixiante, y está poblado de seres que han decidido no recordar lo que fueron, que un día tuvieron parejas y sueños. En estos tiempos de zozobras, de presentidas nuevas oleadas y vaticinados apagones en el horizonte, títulos como este nos parecen ya menos extraños, menos creíbles. Hasta el punto de que algún espectador puede que termine pensando si, después de todo, y ante un hipotético futuro así, no será mejor el olvido.

Lo mejor: su gran fotografía, que sabe transmitir toda la violencia y oscuridad de la historia.

Lo peor: que este tipo de filmes post apocalíticos cada vez nos parezcan menos increíbles