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Patrimonio
La tecnología lleva el Machu Picchu por primera vez a Asia
Una exposición itinerante que ya ha pasado por París o Sidney aterriza ahora en Tokio, ofreciendo un viaje "inmersivo" de tres milenios de historia

Tokio acoge la milenaria cultura andina con más de 130 piezas expuestas en la muestra "Machu Picchu y los Imperios Dorados del Perú", una exposición itinerante que mezcla tecnología e historia para viajar 3.000 años atrás en el tiempo, y que llega por primera vez a Asia. La muestra busca aportar "un punto único y auténtico de la historia inca", dijo este viernes a EFE Aya Goto, responsable de marketing de Neon Japan, una de las empresas organizadoras de esta muestra compuesta por piezas procedentes del Museo Larco de Lima.
Goto subrayó que la exposición, que abrirá al público este sábado y permanecerá abierta hasta el 1 de marzo de 2026 en el Mori Arts Center Gallery de Tokio, hará sentir a los visitantes "dentro del mundo andino" en un viaje "inmersivo" de tres milenios de historia sobre la gran civilización del hemisferio sur. Tras su inauguración en Florida, su paso por París, Milán, Sídney, y sus más de medio millón de espectadores, esta exhibición llega ahora a la capital nipona en el estreno asiático de la gira, que lleva ya cuatro años en funcionamiento.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el Machu Picchu puede apreciarse ahora en Tokio en una muestra que cuenta con decenas de piezas consideradas "tesoros" y una combinación de "herramientas tecnológicas, sonido e imagen", que hace sentir de cerca al país peruano, dijo Goto. La organización de las obras se inspira en cómo estas culturas entendían el universo, dividiendo el museo en cielo, tierra y subsuelo, a través de diferentes escenarios que recrean una fortaleza como la de Machu Picchu, ciudad sagrada de la que tras la desaparición de imperio inca no se volvió a saber nada hasta su descubrimiento en 1911.
Desde sacrificios ceremoniales hasta representaciones espirituales, las salas de la galería se han llenado de cerámica, oro, tejidos, orfebrería, y trabajos en piedra, acompañados del héroe legendario Ai Apaec, que actúa como "guía de los visitantes", mientras se escuchan los rugidos de la fauna y hábitat que rodeaba el imperio inca. A la selección de las piezas y ajuares, se suma la toma de varias secuencias del Machu Picchu, que fue grabado con drones dotados de tecnología VR cuando el monumento estuvo cerrado al público en 2020 por la pandemia.
Una limitación que fue vista como una "ventaja" según Goto, quien declara que de esta forma los visitantes pueden "sobrevolar" y sentir el cielo peruano, mientras escuchan, oyen y perciben a sus pies la antigua ciudadela incaica, en un intento de comprender la grandeza cultural que tuvo lugar en los Andes del Perú a 2.430 metros de altura.
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