Crítica de cine
Crítica de 'Bonhoeffer, el espía': Si las palabras no bastan pasemos a la acción ★★★
Dirección y guion: Todd Komarnicki. Intérpretes: Jonas Dassler, Moritz Bleibtreu, August Diehl, David Jonsson., Phileas Heyblom. Fotografía: John Mathieson. Irlanda, 2024. Duración: 132 minutos. Drama/biopic.
Sí, otra vez una película sobre el nazismo, sobre aquella aberración que fue el III Reich, el Holocausto, y otra vez la sensación tenebrosa de que aquello, quién sabe, puede volver a pasar. Y no solo las guerras, eso desde entonces se ha repetido como un maldito mantra una vez y otra, basta mirar el mapa hoy de Europa para comprobar cómo sigue desangrándose, y lo que nos queda. Nos referimos a las matanzas, al exterminio inmisericorde de hombres, mujeres y niños. ¿Por qué no? ¿Por qué no llegar a algo parecido? Los seres humanos siguen siendo, en buena parte, animales malos por naturaleza. Lo siento, Rousseau.
Menos mal que hay excepciones, personas que deciden no volver la cara hacia otro lado y callar, porque si lo haces, estás apoyando al enemigo, al mismísimo Diablo. Lo sabía Dietrich Bonhoeffer, prestigioso teólogo alemán y pastor luterano que, pronto, se revolvió contra el régimen nazi. Sobre todo, cuando Hitler decidió arramblar con las iglesias, destruir las imágenes de santos, no dejar una sola huella de Dios en ellas. Y cambiar la Biblia de los judíos por su deleznable «Mi lucha».
Bonhoeffer, a pesar de su compromiso otrora firme con el pacifismo y, especialmente, con las enseñanzas cristianas acerca del amor y el perdón, decidía que era el momento de la acción, de apoyar las palabras y los sermones con la violencia, lícita cuando un país, casi el mundo, al cabo, pende de un hilo rabiosamente racista y enloquecido. Y fue cuando cambió sin saberlo su propia vida, cuando le echó un lazo aún invisible a su cuello y decidió participar activamente en una red de resistencia que conspiraba para acabar con la vida del líder. Es muy probable que, un par de décadas más tarde y desde ese EE UU que el protagonista del filme conoció y amaba (vivió una temporada en Nueva York y perdió la cabeza por el gospel), Malcolm X lo habría abrazado en su defensa justa pero discutible, la eterna batalla del bien contra el mal, y aunque fuese blanco.
Y ese dilema moral plantea la interesante, aunque en exceso academicista película de Todd Komarnicki, que, a través de numerosísimos flashbacks (y, sin embargo, resulta fácil seguir la historia), nos acerca a la figura de este hijo de familia numerosa y acomodada cuyo hermano mayor perdió la vida en la contienda de 1914. Lastimosamente, Bonhoeffer fue ahorcado el 9 de abril de 1945, muy poco antes de que la pesadilla acabase. Y recordando aquellas fresas de la niñez, cuando el mundo parecía aún puro y en calma.
Lo mejor: Que nos acerca a la vida y trayectoria de un personaje sumamente atractivo.
Lo peor: La dirección es demasiado academicista y a ciertos tramos del filme les falla el ritmo.