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¿Hasta dónde llegaría para poder vivir de su talento?
Polo Menárguez dirige, y coescribe junto a León de Aranoa, «El talento», basada en la novela de Arthur Schnitzler

Polo Menárguez («El plan») dirige su tercer largometraje, esta vez contando nada menos que con Fernando León de Aranoa («El buen patrón») como coguionista y productor de la cinta. «El talento» es un thriller dramático-musical basado en la novela «La señorita Else» (1924), del dramaturgo austríaco Arthur Schnitzler, y protagonizado por la explosiva actriz Ester Expósito.
Dicha novela, editada en castellano por el sello Acantilado en 2001, llegó a las manos de Menárguez cuando cursaba primero de carrera. Dice que «se enamoró» de esta obra, «del dilema moral que plantea» y «de la fuerza narrativa que tiene, capaz de mantenerte atrapado pese a desarrollarse en un solo escenario y durante un único día». Además, asegura el cineasta que cuando leyó el libro se identificó mucho con el retrato que hace de la joven que entra de golpe en el turbio mundo de los adultos. Una historia, dice, que a pesar de tener ya un siglo –es del mismo año de «La montaña mágica»–, «está de absoluta actualidad».
Cuando León de Aranoa, con quien ya había trabajado a sus órdenes, le propuso producirle una película, Menárguez pensó en aquella obra que leyó en la universidad, y, no sin cierto vértigo, le hizo llegar un ejemplar al asimismo director de «Los lunes al sol» para que lo leyera y se pusieran manos a la obra a adaptar el guion «codo con codo». Confirma el realizador que la esencia de la historia –el dilema moral y la crítica social– se mantiene «intacta», aunque al consistir fundamentalmente en un monólogo interior plagado de reflexiones de la protagonista, tuvieron que «plantear acciones y escribir personajes para que Elsa interactuase según su criterio moral» y no tener que recurrir así a la voz en off. Además, cuenta el madrileño que dotaron a la protagonista de este talento para la música –ya que la Else de la novela no tiene vocación ni talento conocidos– «para que ella pusiera este en juego a la hora de resolver el dilema moral que se le presenta».
A nadie se le escapa que Ester Expósito, musa de la juventud española, es un potentísimo reclamo como protagonista de la cinta. La intérprete, que tiene dedicada hasta una canción de Dani Martín, es un icono sensual/sexual, lo que, precisamente, dada su profesión, puede empatizar con esta Elsa escrita por Menárguez y Aranoa, cuyo talento musical parece opacado o, más precisamente, condicionado por su físico. Por ello el director de la película considera que la belleza física «es un arma de doble filo» tanto para mujeres como para hombres que de alguna forma «puede ser su condena, porque se convierte en lo único que tienen frente a la sociedad y nadie ve más allá».
Expósito, una bomba
Al hilo, la propia Ester Expósito, en declaraciones a EP, denunciaba que «seguimos pensando que al cuerpo de la mujer se le puede poner un precio y comprarlo». Una afirmación que quizá ande algo errada en los tiempos de OnlyFans, donde miles de chicas monetizan –en definitiva, de manera voluntaria– su físico. No lo ve así Polo Menárguez, que considera que, «de alguna manera, siempre hay que preguntarse por qué las mujeres venden su cuerpo». «¿Cuántas de esas que hay en OnlyFans lo hacen obligadas por sus circunstancias vitales?», se pregunta. Y abunda: «Es un tema sobre el que yo creo que la cinta lo que debe hacer es poner encima de la mesa el debate y no dar respuestas. Está bien que los espectadores salgan del cine y sean ellos mismos quienes respondan a ese dilema».
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