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Muere a los 86 años Yves Boisset, el cineasta más censurado de Francia

En la Berlinale de 1975 se hizo con el Oso de Plata por su 'Crónica de una violación'

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Yves Boisset afirmó ser "el cineasta más censurado de Francia". Durante un tiempo, su nombre fue sinónimo de cine político. Eran los años setenta y aquello parecía un mano a mano entre él y Costa-Gavras. "No tenía miedo de abordar temas candentes", escribe en su obituario 'Le Figaro': la policía, el ejército, el poder judicial, el racismo cotidiano. "Todo eso se ha ido", reza la crónica del diario francés.

El cineasta que marcó la década de 1970 con películas políticamente comprometidas como 'Crónica de una violación' ('Dupont Lajoie'), sobre el racismo cotidiano, murió este lunes a los 86 años, como anunció su familia a la AFP tras ser tratado durante varios días en el hospital franco-británico de Levallois-Perret en Hauts-de-Seine, donde finalmente falleció.

Boisset colaboró en revistas especializadas y en el semanario 'Les Lettres françaises', y trabajó con Jean-Pierre Coursodon y Bertrand Tavernier en la primera edición (1960) de 'Veinte años de cine americano'.

En los años 70, encarnó el cine de izquierdas, a menudo inspirándose en hechos reales: la policía ('Un condé'), el caso Ben Barka ('L'Attentat'), el racismo ('Dupont Lajoie', la intrusión de la política en la justicia ('Le Juge Fayard dit le Shériff'). 

También fue uno de los primeros en abordar la guerra de Argelia en 'RAS', además de adaptar a varios autores conocidos: Michel Déon y su 'Taxi mauve', Marie Cardinal con André Weinfeld para 'La Clé sur la porte', Jean-Patrick Manchette con 'Folle à tuer', Jean Vautrin para 'Canicule' y Philippe Djian ('Bleu comme l'enfer').

A partir de mediados de los años 1980, se dedicó casi en exclusiva a la televisión (su último largometraje hasta la fecha fue 'La Tribu', en 1990 ), con producciones históricas: 'L'Affaire Seznec', 'L'Affaire Dreyfus', 'Le Pantalon', 'Jean Moulin', 'L'Affaire Salengro'. 

Durante este período, no logró realizar 'Barracuda', una película policial coescrita con Jean-Patrick Manchette, ambientada en el contexto del comercio oficial de armas. La presión le llevó a reescribir el guion con Jean Vautrin para realizar 'Canicule'.

Después de investigar las masacres de miembros de la Orden del Templo Solar para su película 'Los misterios sangrientos de la OTS', fue escuchado como testigo de la defensa en el juicio del director de orquesta franco-suizo Michel Tabachnik. También tenía previsto realizar un documental dedicado al caso de las "mujeres torturadas de Appoigny", pero terminó dejando su investigación. En 2011, publicó sus memorias, 'La vida es una elección'.