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Estreno

Nada, ni un asesinato, es lo que parece

Antonio Hernández dirige el thriller con Blanca Suárez y Eduardo Noriega basado en la novela de Juan Bolea

Nada, ni un asesinato, es lo que parece
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Hace una década se publicó la novela «Parecido a un asesinato» (Alrevés editorial), del escritor gaditano Juan Bolea, quien fuera concejal de cultura por el PP en el Ayuntamiento de Zaragoza. También hay que remontarse a 2015 para encontrar la última película estrenada por Antonio Hernández, «Matar el tiempo». Entre medias, el cineasta que ganó el Goya al Mejor Guion Original por «En la ciudad sin límites» (2002), se encargó de la dirección de series, entre otras, «Las chicas del cable», donde coincidió con Blanca Suárez, protagonista de la adaptación de dicha novela durante las cinco temporadas de la ficción de Netflix. Pero hay un dato clave que varía de la película respecto a la narración en la que se basa: el hijo del escritor Nazario (Eduardo Noriega) es una hija, Alicia, encarnada por la debutante Claudia Mora. Y es que el complejo de Electra juega un papel fundamental en el desarrollo de la trama.

«El cambio de sexo para nosotros fue un hallazgo que sugirió el ayudante de dirección. Cuando estábamos elaborando las versiones del guion dijo que si no habíamos pensado que sería mucho más interesante la relación de una hija con su padre. Fue como si nos hubieran soltado una bomba. Enseguida lo vimos claro, las relaciones de la película iban a ser más ricas», asegura el director del filme.

Acostumbrados a que Hernández escriba sus propios guiones e incluso que lo haga para otros directores, resulta llamativo que adapte una novela. Preguntado por el motivo que le impulsó nos cuenta que «el productor, con el que había trabajado otras veces, me dijo que me leyera la obra porque veía que detrás había una película. Y así era. El cine de encargo es interesante porque ya hay una historia hecha y rica en matices que alguien ha estado mucho tiempo trabajando». «En este caso –prosigue–, Bolea nos dio un cheque en blanco, una carta de libertad absoluta para que pudiéramos hacer lo que considerásemos oportuno».

Una oferta irrechazable

Protagonistas de «Parecido a un asesinato» también son los paisajes del Pirineo oscense y los espectaculares planos tomados con drones. Le preguntamos a su director por el apartado técnico: «A lo largo de mi carrera para las películas grandes he utilizado muchos medios, porque me gusta bastante el lenguaje cinematográfico: grúas, travellings, etc. En esta película llegamos a un acuerdo con el productor de no usarlos. Utilizamos solo un dron y un aparato que se llama Trinity, que es como una especie de «stedy cam» que lleva además un giróscopo que ayuda a hacer planos raros, planos un poco imposible de hacer en continuidad», explica este.