Arte, Cultura y Espectáculos

David Shiner: "Disfrazar a los osos y hacerlos bailar es un claro insulto a la naturaleza"

El Cirque du Soleil vuelve de gira por España con “Kooza”, un regreso a los orígenes que hace homenaje al circo tradicional de acrobacias y clown

David Shiner: "Disfrazar a los osos y hacerlos bailar es un claro insulto a la naturaleza"
David Shiner: "Disfrazar a los osos y hacerlos bailar es un claro insulto a la naturaleza"larazon

El Cirque du Soleil vuelve de gira por España con “KOOZA”, un regreso a los orígenes que hace homenaje al circo tradicional de acrobacias y clown

En 1984, un grupo de artistas callejeros crearon en Quebec el Cirque du Soleil, desde entonces, las cifras de artistas, empleados, países visitados o de espectadores, marean. Todo es tan a lo grande que han reinventado la forma de hacer circo. Valencia, Gijón, Málaga, Madrid y Sevilla son las ciudades que acogen “Kooza” en su nueva gira por España, un espectáculo con el que el Cirque du Soleil regresa a sus orígenes combinando dos tradiciones ancestrales del circo, las acrobacias y el arte de los payasos. Un espectáculo muy visual que combina vestuario, música, colorido, humor...y mucha poesía. Su estreno mundial se produjo en 2007 en Montreal y desde entonces se ha representado en más de 60 ciudades de todo el mundo. El Circo del Sol llegará a Madrid por duodécima vez en otoño y por primera vez instalarán su icónica carpa azul y amarilla. Escrito y dirigido por David Shiner, “Kooza” trata de “la conexión humana y el mundo de la dualidad, lo bueno y lo malo”. Cuenta la historia de Inocente, un solitario melancólico que busca su lugar en el mundo. El espectáculo comienza cuando el Trickster irrumpe en escena ante el Inocente como una caja de sorpresas, la primera de todas las que estarán por llegar. El viaje del Inocente lo lleva a encontrarse con una serie de personajes cómicos como el Rey, el Trickster, Heimloss, el Detestable Turista y su Perro Malo. El nombre de Kooza se inspira en la palabra sánscrita “koza”, que significa “caja”, “cofre” o “tesoro”, y Shiner lo escogió porque su producción remite a la idea de un “circo dentro de una caja”. “Digamos que es un regalo de sorpresas, un tesoro”, explica su creador y director.

-¿Kooza es un homenaje al circo tradicional?

-Es la vuelta a un pasado sin tanta tecnología. Quise traer un espectáculo para todos, que todo el mundo lo viera y, sobre todo, un circo basado en los artistas y en una historia.

-¿Es importante contar una historia con la que el público se pueda identificar?

-Absolutamente, estoy convencido que tenemos que evitar aquellas historias demasiado abstractas o que no tengan nada que ver con nosotros ni con nuestro día a día.

-Para ello necesita los artistas adecuados.

-Por supuesto y también la dirección adecuada para tomar las decisiones correctas que te encaminen hacia tu objetivo, que es compartir todo aquello que los seres humanos tenemos en común.

-Su historia tiene que ver con la condición humana.

-Sí, explora conceptos como el miedo, la identidad, la emoción, el reconocimiento o el poder. Es la historia de una persona que busca su lugar y cuyo objetivo último y máximo es conseguir la alegría, es decir, encontrar el sentido más profundo de la condición humana, de la vida. Partimos de la soledad y acabamos en la inclusión, en la aceptación.

-¿Ser clown, un payaso, es una cosa muy seria?

-Absolutamente, el payaso toma nuestras debilidades humanas más profundas y las hace graciosas. Consigue romper las reglas.

-Su espectáculo aúna alegría y tristeza.

-Después de muchos años siendo clonw, empiezo a entender que el dolor y la alegría están muy cerca el uno del otro. Es más, todos podemos llorar tanto de alegría como de tristeza.

-¿Qué es más difícil hacer reír o hacer llorar?

-Ambas cosas y lo que lo hace tan complejo y difícil es que la risa y el llanto están muy cerca. Para ser un buen clown, buen actor o artista es necesario integrar nuestras sombras, encontrar un espacio común entre las mayores agonías y tristezas y la mayor de las alegrías. A veces el artista no quiere integrar esos dos extremos para estar completo, pero, aunque suene paradójico es así, sólo integrando la tristeza y la alegría hacemos que la persona sea más completa. ¿Y cuál es mejor de las dos? No sabemos, lo que está claro es que ambas hay que vivirlas y experimentarlas con profundidad.

-¿Los personajes de “Kooza” son la representación del mundo real?

-¿Por qué no?, que esos sean los papeles que nos toque jugar en la vida. Cuando haces un espectáculo circense no puedes dotarlo de una historia muy compleja porque ésta se ve continuamente interrumpida por los distintos números y ha de poder seguirse bien a pesar de esas interrupciones.

-¿Nos iría mejor si le hiciéramos más caso a los payasos que a los políticos?

-Sin lugar a dudas, en la historia los únicos que tenían un bufón al lado eran los reyes, que escuchan de ellos las mayores críticas. En esencia, el payaso es un personaje que nos ayuda a mantener el contacto con una parte sagrada de nosotros mismos.

-¿Qué le interesa como director?

-La emoción, conseguir que los artistas conecten con el público, que el espectáculo se una puerta abierta a las emociones. Y dejar al espectador al final alguna reflexión, sobre todo una: esperanza.

-El circo parece un espectáculo en decadencia. ¿Son ustedes una excepción?

-Sí, el circo tradicional puede que sí que esté en declive, pero hay excepciones.

-Sobre todo los que utilizan animales.

-Estamos viendo que el mundo es cada vez más consciente de la gran importancia de la naturaleza para nuestra propia supervivencia, la necesidad de cuidar de aquello que se nos ha dado, porque el planeta tal y como está ahora es un lugar trágico. Por eso, cuando vemos a los animales salvajes en el circo, cómo disfrazan a los osos y los hacen bailar, vemos claramente que es un insulto a la naturaleza, tratamos a los animales como si no tuvieran ningún valor ni significado, como si fuéramos superiores a ellos y no lo somos.

Valencia: hasta el 14 julio 2019

Gijón: del 31 julio al 25 de agosto

Málaga: del 13 al 29 de septiembre

Madrid: del 24 octubre al 24 de noviembre

Sevilla: del 15 de enero al 9 de febrero 2020