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Debate acalorado

Dilemas Estivales (IV): Aire acondicionado VS. Ventilador

Es contra natura que se pase frío en agosto, y por ello me coloco en el lado bueno: el de las aspas, que nada tienen que ver con lo agresivo de esos aparatos que destrozan las fachadas

El ventilador puede ayudarnos a evitar las picaduras de mosquito, además de reducir las temperaturas de calor de verano
Ventilador al poderDreamstime

Maldición gitana para quien patentó el aire acondicionado, ese invento del diablo: ¿no sería acaso el tal Oppenheimer, el de la bombita atómica de las narices? Gloria bendita (que decimos por aquí), en cambio, para el Fulano que miniaturizó unas aspas de molino, las encerró en una estructura para orientar la energía y lo bautizó como ventilador. Como verán, en este dilema estival no hago prisioneros y, sin concesiones, me coloco radicalmente en el lado bueno de la historia: el de los ventiladores. Una palabra que suena hasta bonita; no como la(s) otra(s): aire acondicionado: que ya de primeras parece que te están extorsionando: «aire a condición de qué»: «¿de un resfriado?», «¿de una factura ruinosa?», «¿de la muerte de 347 osos polares y 17 zorros del Ártico?».

Prisioneros no, pero sí hago proselitismo. De hecho, este verano, a mi abuela, para que deje de utilizar la dichosa refrigeración (ahora se ha vuelto moderna, hasta vota a Sumar, cuando siempre ha sido de botijo y abanico), le hemos comprado un ventilador bueno, de los de 14 velocidades, más silencioso que un coche eléctrico y cuyo cabezal se contorsiona más que un tertuliano defendiendo las cambiantes posturas de Pedro Sánchez. Se lo hemos montado y colocado frente a su butaquita, y le hemos dicho:

–Toma, Tere, hija, pa’que te dé fresquito en el papo.

Y la vieja, encantada de la vida, se pega una siestas que van de Brasero a «Pasapalabra». Bien. Anécdotas familiares aparte, cabe decir que el aire acondicionado se suele usar mal, muy mal. Es contra natura que pases frío en agosto: que te tengas que poner una rebequita al entrar al cine, en un hotel o en El Corte Inglés cuando fuera el mercurio sube hasta los 42 grados a la sombra. Estos contrastes, al igual que el sueño de la razón (que decía Goya), producen monstruos. El muchacho que descubrió la energía atómica o la fisión nuclear, con toda su buena intención, no creo que pensara que un día aquello iba a acabar dejando a Nagasaki e Hiroshima como si fuesen la Cañada Real después de una redada.

Por ello, quizás deba matizar mi inflamada soflama inicial (retirarle el mal de ojo) contra este Prometeo acondicionado o refrigerado: él nos dio el fuego (el aire acondicionado), y nosotros en vez de utilizarlo para encendernos un cigarrillo (viajar razonablemente de Los Palacios a Bailén un 28 de julio con el climatizador del coche a 22 grados), lo usamos para arrasar bosques (o sea, poner el aire en un El Corte Inglés a menos 37 grados, que aquello parece un agujero negro: la frontera entre la Plaza del Duque de Sevilla, en agosto a 44 grados, y Fargo, en Dakota del Norte, en febrero a –25. Los del Río y los hermanos Cohen separados por un detector de metales y unas puertas automáticas).

«¡IUVET TESTES!», que decía Federico Trillo. O sea, que manda huevos que estés resfriado un 4 de agosto en Córdoba la Llana o en Almendralejo a 57 grados centígrados a la sombra y con la chicharra cantando a todo lo que da, que parece que ha llegado a la ciudad el Chicharra Festival Sound. Lo que decía, es totalmente contra natura.

Son cosas que con el ventilador (¡oh, ventilador, mi ventilador!) no pasan. Ese hipnótico to-co-to-co-tó de las aspas acompasado con las hélices del helicóptero del Tour de Francia a la hora de la siesta… Y, por supuesto, el ahorro energético (por esto de la agenda 2030) y, sobre todo, el ahorro económico (por esto de la billetera de piel de Ubrique). Y hasta estético: que va usted por la ciudad viendo esos aparatosos aparatos de aire acondicionado estropeando las fachadas como verrugas en una cara, metiendo más ruido que 4 argentinos en un Blablacar y cayendo de ellos el agua sucia a los transeúntes…