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La historia real tras "Los amos del aire"

¿Quiénes fueron realmente los jóvenes pilotos que bombardearon la Alemania nazi? El historiador Donald L. Miller cuenta en el libro en el que está basada la nueva serie de Steven Spielberg y Tom Hanks la sobrecogedora historia del 100.º Grupo de Bombarderos estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial
Los líderes de escuadrón, e inseparables amigos, John "Bucky" Egan (izquierda) y Gale "Buck" Cleven del 100.º Grupo de Bombardeo, el "Sangriento 100.º"
Los líderes de escuadrón, e inseparables amigos, John "Bucky" Egan (izquierda) y Gale "Buck" Cleven del 100.º Grupo de Bombardeo, el "Sangriento 100.º"DF
  • La Razón es un diario español de información general y de tirada nacional fundado en 1998

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El 100.º Grupo de Bombarderos llegó a Inglaterra en noviembre de 1942 para combatir a la Alemania nazi desde los cielos de Europa. Con reputación de indisciplina, esta unidad de la 8.ª Fuerza Aérea de EEUU, equipada con las Fortalezas Volantes B-17, quedó bajo la rigurosa vigilancia del coronel Curtis LeMay. «Halló los alojamientos de la tropa sumidos en el caos, con camas sin hacer, el suelo alfombrado de botellas de ron vacías y ropa sucia apilada en montones malolientes. Pidió ver a Gale Cleven, pues le habían informado de que él y John Egan eran la causa de la “lúbrica disciplina”», cuenta el historiador Donald L. Miller en su libro Los amos del aire (Desperta Ferro Ediciones, 2024).
John «Bucky» Egan y Gale «Buck» Cleven son los inseparables aviadores elegidos por Steven Spielberg y Tom Hanks para protagonizar su adaptación de «Los amos del aire» (puede verse en Apple TV+) tras los éxitos de sus otras series sobre la Segunda Guerra Mundial, «Hermanos de sangre» y «The Pacific». ¿Quiénes fueron realmente Egan y Cleven?
«El comandante Egan era bajo y delgado como una vara, apenas pesaba 63 kilos, con espeso cabello negro peinado en un tupé, ojos negros y un finísimo bigote. Se distinguía por su cazadora de aviador forrada de vellón blanco y una forma de hablar de estilo callejero. A sus 27 años, era uno de los viejos de la unidad, aunque a los jóvenes miembros de su escuadrón los retaba: “Puedo beber más que todos vosotros, niños”. En las noches que no tenía previsto volar al día siguiente, subía a un jeep para ir a su local, donde se reunía en la barra con una cuadrilla de obreros irlandeses con la que cantaba baladas hasta que se agotaban los barriles o el dueño, cansado, los echaba», cuenta Miller en su libro. En la serie, Egan está interpretado por el actor británico Callum Turner, que encarna a un personaje desenfadado, juerguista y conflictivo pero determinado cuando está a bordo.
«Era jefe de un escuadrón de B-17 Fortalezas Volantes, una de las máquinas de matar más temibles del mundo en su época. Egan era un «bomber boy»: destruir era su oficio. Y, al igual que otros tripulantes de bombarderos, se entregó a su trabajo sin ningún atisbo de mala conciencia, convencido de combatir por una causa noble. También mataba para que no lo matasen», añade Miller.
Mientras «Bucky» Egan se divertía, su mejor amigo, «Buck» Cleven, interpretado en la serie por Austin Butler, nominado al Óscar por su papel en «Elvis», solía estar en el catre. «Los placeres del comandante Gale W. Cleven eran simples. Le gustaba el helado, el melón cantalupo y las películas bélicas inglesas; era fiel a Marge, la novia que le esperaba en casa. Vivía para volar. Sus amigos de la infancia lo llamaban “Cleve”, pero Egan, su inseparable compañero desde la escuela de vuelo, lo rebautizó “Buck” y el apodo arraigó. “Nunca me ha gustado, pero he sido Buck desde entonces”, manifestó Cleven sesenta años más tarde, después de lograr un máster de la Escuela de Negocios de Harvard y un doctorado en física interplanetaria», cuenta Miller tras entrevistarle en profundidad.
«Enjuto y de hombros caídos, se crió en el duro entorno petrolífero del norte de Casper, Wyoming, y trabajó como peón en un equipo de perforación hasta que acudió a la universidad. Con su gorra de oficial ladeada y un palillo asomando de la boca, parecía un tipo rudo, pero “tenía un corazón tan grande como Texas y lo daba todo por sus hombres”, según explicó uno de sus aviadores. Era una persona de extravagante viveza y puede que uno de los mejores contadores de historias de la base. Jefe de escuadrón a sus 24 años, se convirtió en un héroe en EE UU después de protagonizar una historia propia del “Saturday Evening Post” relacionada con el raid de Ratisbona», agrega Miller. Austin Butler, en la serie, dota a Cleven de una interpretación lacónica, asertiva y muy centrada en la tarea: bombardear la Alemania nazi.
Gale y Cleven le dieron su personalidad al 100.º Grupo de Bombarderos, cuyos hombres se entrenaban casi cada día y algunos bebían casi todas las noches. Los que, como Cleven, no iban a los pubs, permanecían en sus mal iluminados cobertizos hablando de las chicas que habían dejado atrás y de la guerra que les esperaba. Mientras fumaban y hablaban bajo techos empapelados de recortes de bellezas de Hollywood, los pájaros de guerra de las pistas esperaban, «como otras tantas bestias», su día de acción.
Portada de "Los amos del aire"
Portada de "Los amos del aire"Desperta Ferro Ediciones
  • [[LINK:EXTERNO|||https://www.despertaferro-ediciones.com/revistas/numero/los-amos-del-aire-miller-libro-serie-apple-spielberg-hanks-segunda-guerra-mundial/|||Los amos del aire. La historia de los aviadores que golpearon el corazón de la Alemania nazi]] (Desperta Ferro Ediciones), de Donald L. Miller, 776 páginas, 29,95 euros