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Entrevista

Jorge Sanz: "A mí me pusieron a fumar con nueve años, el cine español ha mejorado mucho”

El actor Jorge Sanz hace doblete en el Festival de Málaga con "Por tus muertos", de Sayago Ayuso, y "El hombre bueno", de David Trueba

Jorge Sanz: "A mí me pusieron a fumar con nueve años, el cine español ha mejorado mucho”
Jorge Sanz: "A mí me pusieron a fumar con nueve años, el cine español ha mejorado mucho”GETTY IMAGES FOR DISNEY

Hace ya más tiempo del que nos gustaría recordar, la «Spinal Tap» (1984) de Rob Reiner revolucionó dos géneros de un solo guitarrazo: por un lado, llevó a las grandes audiencias el concepto del «mockumentary» o falso documental y, por otro, elevó lo que se podía esperar de una película monográfica cantada a ritmo de ópera rock. Con ese espíritu, salvando todas las distancias posibles, llega hoy a cines «Por tus muertos», debut en la dirección de Sayago Ayuso que se mira en el clásico para llevárselo a lo cañí. Protagonizada por José Mota y Jorge Sanz, además de Marta Belenguer y Carles Francino, la película nos transporta a la era de Barón Rojo y Obús para hablarnos de una banda ahora olvidada, una que miró a las otras de tú a tú y que se disolvió en el valhalla rockero.

Motivados por las promesas de un extraño mecenas, el grupo decide volver para un último concierto, lo que hace que la película se convierta sin complejos en «road movie» sobre las viejas glorias. De vuelta de todo, primero niño prodigio, luego galán de carpetas y ahora madurez actoral con ojos y boca, Jorge Sanz se sienta con LA RAZÓN para hablar de una película a la que llegó casi por accidente y con la que hace doblete en el Festival de Málaga, donde también presenta "El hombre bueno", de David Trueba, en la Sección Oficial a concurso. Sobre sus más de cuarenta años de carrera, donde ha visto de todo, y sobre su momento vital actual o el estado de la profesión, Jorge Sanz, más rockero que nunca.

Jorge Sanz en "Por tus muertos", de Sayago Ayusos
Jorge Sanz en "Por tus muertos", de Sayago AyusosTHE WALT DISNEY CO.

-¿Cómo se sube Jorge Sanz a la furgoneta de “Por tus muertos”?

-Me subí tarde. Tenían un hueco, porque no sabían si un actor lo iba a poder hacer, pero al final se les cayó y me llamaron. Me incorporé a diez días de empezar el rodaje, cuando ya llevaban dos meses ensayando.

-¿Ayuda ese espíritu de rocanrol al personaje?

-No mucho, lo que ayuda al personaje es tener las cosas claras. Leyendo el guion, me parecía un bomboncito, pero te sabría decir cómo me salía hacerlo. Me ha pasado muy pocas veces. Había que hacer lo que ponía el guion, no inventarse nada.

-Llega al Festival de Málaga con dos películas, “Por tus muertos” y “El hombre bueno”. ¿Cómo maridan dos proyectos tan distintos?

-Son muy distintos y están muy separados en el tiempo, porque la peli de David Trueba la rodamos hace casi tres años.

-¿Hay algún nexo en común entre ambos personajes? ¿En qué se diferencian?

-El de “Por tus muertos” es un loco, desquiciado y fabuloso y el de “El hombre bueno” es un tipo torturado. Y es curioso, porque mucha gente, que no ha visto mis últimos trabajos o lo que sea, me dice “estás desaparecido”. Pero yo no puedo estar desaparecido. Lo que pasa es que tengo una familia con la que estar. Ahora, justo, van a ver la luz dos cosas a la vez.

-¿De cuál de esos dos personajes se siente más cerca?

-De ninguno de los dos, por suerte. Durante alguna época de mi vida he estado más cerca del desfase del de “Por tus muertos”, pero en ningún momento tan quemado como el de la película de Trueba.

"Yo no puedo estar desaparecido. Lo que pasa es que tengo una familia con la que estar".

Jorge Sanz

-¿Le molesta que le asocien con lo bohemio, con el estereotipo del vividor?

-Ya he dejado de preguntarme el porqué de las cosas, sobre todo respecto a mi imagen pública o por qué piensa la gente ciertas cosas. La imagen que proyecto es muy elástica, sobre todo porque ya llevo cuarenta y pico años currando, tío. He sido el niño bueno, el niño malo, el ligón, el no ligón, el cómico y el que no hacía gracia. Cuando tú haces arte, transportas a la gente a lugares distintos, y eso hace que la gente escarbe en su propia vida para encontrar esa identificación o para salirse de ella. De mí se han imaginado todo tipo de cosas, y me parece bien.

-¿Crees que esa percepción ha ido cambiando también tu carrera profesional?

-Sí, totalmente. Y porque mi carrera ha ido cambiando mucho. Pero también lo he utilizado a mi favor, en la serie que hicimos con David (Trueba), “¿Qué fue de Jorge Sanz?”. Hicimos negocio, y luego la gente se acercaba a preguntarme. ¿Estás tan mal? ¿Te falta trabajo? No, no, que es una serie, de ficción, por la que estoy cobrando. Era surrealista. Pero pienso, por ejemplo, en la “Oviedo Exprés” que hicimos con Gonzalo Suárez. Yo pensaba que aquel personaje era un marrón, pero me fui dando cuenta de que me ofrecían cosas complicadas a propósito. Me enorgulleció mucho, porque significa que confiaban en mí. El cine es estar tocando teclas todo el rato hasta que das con la buena.

-Cuatro décadas largas de trabajo. Es complicado que alguien haya visto más cosas en el cine español. ¿Ha visto abusos en el trabajo?

-Yo empecé en la época del destape, en una época en la que los rodajes estaban muy estratificados y parecían más cuarteles que lugares de trabajo. A mí me hicieron fumar con nueve años para una película, claro que he visto cosas, el cine español ha cambiado mucho. Las denuncias nos hacen mejores como sociedad y como industria. Hay que denunciar en este ámbito y en cualquier otro. A unos les costará más y a otros menos, pero hay que desterrar esto. Hay una serie de comportamientos que, hace unos años, estaban normalizados y que nunca lo fueron. El feminismo nos hace mejores.

-Pero lo del tabaco del muy grave…

-¡Y al director había que llamarle de usted! Todo era a gritos. Eso era terrible. Pero, por otro lado, todo era más familiar y el trabajo era más artesanal de lo que yo creo que es ahora. Todo era más pequeño, también, pero eso propiciaba las castas. Era una época muy dura. Si el niño tenía que llorar y no había quedado bien el plano, pues se le daba un pellizco fuerte al niño para que volviera a llorar. Era muy heavy. Y lejos de las condiciones infantiles de ahora, yo trabajaba las mismas horas que cualquier otro actor. Eso ahora es impensable, por suerte.

"Por tus muertos" se estrena en cines el 8 de marzo
"Por tus muertos" se estrena en cines el 8 de marzoTHE WALT DISNEY CO.

-¿Ha revisado su propia experiencia a la luz de los casos que van saliendo, se ha preguntado si alguna vez pecó por omisión?

-Sí, constantemente. Pero he hecho las cosas bien siempre, al menos en relación a los demás.

-¿Le parece bien la figura del coordinador de intimidad?

-Todo lo que aporte seguridad a los equipos, siempre estará bien. De momento no me he encontrado con ninguno, pero me parecería normal. Ninguna conversación sobra.

-Parece que Jorge Sanz fuera inmortal, siempre resurgiendo de alguna manera…

-Es por la idea que tengo yo de este oficio. Piensas en ti, pero piensas también en lo que se espera de algún modo de ti. Si no es por el público, por la profesión. Pero es lo mismo que con lo que acabamos de hablar, hay que evolucionar, hay que reinventarse todo el rato. No puedes ser actor si no estás dispuesto a adaptarte a los tiempos.

-Volviendo a “Por tus muertos”, ¿cómo de rockero es?

-Yo me quedé en Bruce Springsteen y en Los Secretos, a los que siempre vuelvo. También es porque es donde más música escuché en mi vida, en la época de la Movida.

"La pregunta, para cualquiera que quiera ser actor, ya la hizo Michael Caine. “¿Tú cuánto aguantas sin comer?”. Triunfar es tener trabajo siempre, no la fama".

Jorge Sanz

-De nuevo, sobre reinventarse. Hace nada sabíamos por AISGE que el 70% de los actores españoles gana menos de 12.000 euros al año…

-Tenemos unos niveles de paro bestiales, inaceptables. Y eso que ahora, con las privadas y las plataformas se han abierto más posibilidades, pero quizá peor. Este es un oficio muy duro.

-¿Cree que la gente podrá llegar a entender que los actores ricos son un porcentaje ínfimo del total?

-No lo sé. Pero me parece más importante todavía que lo entiendan los que quieren dedicarse a esto. Mi hijo quiere ser actor. Y tengo que explicarle que esto no es entrar en una serie y petarlo. Esto es estar pico y pala mucho tiempo. La pregunta, para cualquiera que quiera ser actor, ya la hizo Michael Caine. “¿Tú cuánto aguantas sin comer?”. Triunfar es tener trabajo siempre, no la fama.

-Y al Jorge Sanz que está llegando a su primer rodaje, ¿qué le diría?

-El chaval es pequeño, no se va a enterar. Yo, realmente, no me tomé demasiado en serio mi trabajo hasta que hice “El año de las luces”, con Trueba. Ahí empecé a plantearme un futuro, porque no sabía si iba a poder crecer en la pantalla. Eso sí, nunca me alejé de mi entorno, de mis amigos de toda la vida, y eso es algo que ahora agradezco mucho.