Literatura

Andorra

El hombre que veló a Eva Perón

El hombre que veló a Eva Perón
El hombre que veló a Eva Perónlarazon

Pocos escritores han sabido reflejar tan bien la idiosincrasia argentina contemporánea y, por extensión, las interioridades del poder político como Tomás Eloy Martínez (Tucumán, 1934-Buenos Aires, 2010). Resulta esencial su libro «La novela de Perón» (1985) para una cabal comprensión de lo que ha significado durante décadas un fenómeno social tan complejo como el peronismo, sin olvidar su innovador carácter de reportaje novelado y su decisiva aportación al realismo documental. En «Santa Evita» (1995) el autor abordaba su obsesión por la figura mítica de Eva Perón, en un impresionante análisis narrativo de la construcción de un poderoso referente nacional, y en «El cantor de tango» (2004) se radiografiaba la esencia del alma popular a través de su música más representativa. Estas obras, entre otras, hacen de nuestro malogrado escritor un símbolo de la argentinidad trascendendida a cualquier sociedad que guste del análisis de los hechos sociales; una ardua dedicación profesional al periodismo marcaría eficazmente su densa trayectoria literaria.

Siempre Argentina

Se publica ahora «Tinieblas para mirar», un libro de cuentos cuya procedencia inédita o de recóndita aparición detalla su hijo Ezequiel –responsable de la edición– en un esclarecedor postfacio. El conjunto resulta algo desigual en cuanto a la calidad de los textos reunidos, aunque prevalece el carácter representativo de temas y formas desarrollados, así como un característico humor crítico y la detallada descripción de ambientes sociales. Conviene destacar relatos como «Confín», un retrato metafórico de la sociedad argentina, que linda con el realismo mágico y se acerca al absurdo kafkiano; o la singular historia de «Bazán», curandero de inspiración sobrenatural, atracador profesional, aunque tipo muy venerado por la milagrería local. En la misma línea de equivocadas creencias populares se encuentra «Habla la Rubia», un caso de engañosa sugestión colectiva; o «La inundación», que relata emotivamente las tribulaciones de unos aldeanos ante una torrencial crecida de agua, y «La estrategia del general», donde un jefe militar repasa su vida mientras prepara minuciosamente su funeral. Sin olvidar «Colimba», relato de un golpe de estado desde la mirada de un soldado, en el convulso magma del peronismo histórico; o el cuento que da título al volumen, una auténtica nouvelle, curiosísima fabulación en la que un poeta vigila el cadáver del militar que, a su vez, custodió de modo bastante siniestro el de la mismísima Eva Perón, excelente recreación de uno de los temas fetiche de nuestro novelista.

"Purgatorio"es la historia, de clara referencia autobiográfica e inmejorable autoironía, de un literato diplomático que, como tal, es enviado a Andorra en el marco de un turbio asunto de evasión de capitales; y "Exilio"se centra en el perpetuo desacomodo, claro símbolo de este título, de un ubicuo personaje constante errabundo de sí mismo.! Bajo la clara influencia de Borges y Cortázar en lo literario, y la confesada huella de Ortega y Gasset sobre los componentes ensayístico-periodísticos que también presiden su obra, la narrativa de Tomás Eloy Martínez continúa plenamente vigente, de acuciante actualidad.