Los libros de la semana: Mariana Enríquez da una vuelta al cuento de terror
Jesús Carrasco regresa con "Elogio de las manos", novela ganadora del Premio Biblioteca Breve, y Manuel Calderón reabre el caso de Salvador Puig Antich en un formidable ensayo ganador del Premio Comillas. También se publica una de las primeras novelas de Maggie O'Farrell
Madrid Creada:
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«Un lugar soleado para gente sombría», de Mariana Enríquez ★★★★
Mariana Enríquez: los fantasmas no desaparecen nunca
La escritora regresa con una colección de historias cortas bien armadas que dan prueba de su buen hacer en la distancia corta
Por Diego GÁNDARA
Después de sus novelas, entre ellas «Nuestra parte de noche», que resultó ganadora del Premio Herralde en 2019, la escritora Mariana Enriquez no vuelve ni regresa, sino que continúa ofreciendo historias cortas, tal como lo hizo en «Los peligros de fumar en la cama» y «Las cosas que perdimos en el fuego», impregnadas de esa luminosa oscuridad que da el horror. En «Un lugar soleado para gente sombría», su nuevo libro, Mariana Enriquez reúne doce cuentos unidos por el presagio del miedo y del horror, con espectros que no acaban de irse de este mundo, con fantasmas que aún persisten en la vida cotidiana y acaban modificando la percepción de la realidad, cuando no la realidad misma, esa frontera donde lo real se confunde con lo imaginario o tal vez sean, lo real y lo imaginario, lo mismo. En todo caso, lo que aparece como señal de lo monstruoso, de la acechanza del mal, en este libro, son los fantasmas. Pero no los fantasmas que se muestran en las casas embrujadas, sino los fantasmas cotidianos, cuya presencia perenne puede sentirse en la vida de todos los días, así sea en oscuros callejones de barrio, en pueblos pequeños y perdidos o en cualquier espacio suburbano.
Los personajes de Mariana Enriquez, en ese sentido, se mueven por lugares reconocibles, como esa médica de «Mis muertos tristes», el cuento que abre el libro, una mujer que ve, por un lado, cómo su barrio se va desmoronando social y moralmente y, por el otro, los espectros, los fantasmas de muchas de las víctimas que murieron de muerte violenta. O como esos voluntarios de una ONG que reparten comida en un barrio marginal y son perseguidos por unos niños que dan miedo. O como esa otra mujer afectada por una parálisis facial y que acaba con la cara borroneada como si fuera un cuadro de Bacon. Impecables en su apuestas, estos cuentos no significan el regreso de Mariana Enriquez a las historias breves. Sino una forma de seguir renovando un género de terror, y avanzar hacia nuevos territorios, hacia otros caminos..
▲Lo mejor
Cómo los ambientes que son cercanos se vuelven horribles por momentos
▼Lo peor
No hay nada que cuestionar a este libro. Es la mejor autora argentina del momento
«Elogio de las manos», de Jesús Carrasco ★★★★
Jesús Carrasco o la felicidad era herrar caballos
El novelista ha firmado una novela de claro optimismo sobre el hombre y que destila amor hacia todo criatura viviente
Por Jesús FERRER
En 2013 una primera, aunque madura novela, «Intemperie», de Jesús Carrasco, fascinaba a crítica y público con una historia que manifestaba amor a la naturaleza, cierta lírica ternura, la defensa de una ética de la solidaridad humana, y el rechazo a toda crueldad. Surgía así un escritor de impecable estilo realista, marcado por el mensaje ecológico y la tolerancia social. Vuelve ahora a impactar con «Elogio de las manos», obra ganadora del reciente Premio Biblioteca Breve. El narrador, junto a su mujer y sus dos hijas, se instaló hace unos pocos años en una maltrecha casa de pueblo para reformarla, a sabiendas de que el destino de esta vivienda era incierto, dependiente del fluctuante sector inmobiliario. La acondicionaron con singular paciencia y cariño; poco se podían imaginar cómo esa iniciativa cambiaría sus vidas: «A pesar de lo mucho que trabajamos para mejorar la casa, fuimos nosotros los que verdaderamente nos transformamos». En un entorno de pleno contacto con la naturaleza convivirán con gallinas, caballos y perros, en entrañable cohabitación y simpática sintonía. La manifiesta influencia de «Mi familia y otros animales», la genial obra de Gerald Durrell, cobra aquí el sentido de una fábula humanista donde se elogia la sencillez de lo cotidiano, la tolerante convivencia y, como anuncia el título de la novela, el trabajo manual.
Este propicia una intensa catarsis vital, entre variadas dedicaciones: herrar caballos, reparar un enchufe, encalar paredes y remozar un viejo tejado... o la propia escritura, que también es en cierto creativo modo una actividad manual. No cabe olvidar a los cordiales personajes que acompañan a la familia, como Bones, un rudo pero noble lugareño que ostenta una inquietante cicatriz en su cuello; o Manuel y Rafaela, afectuosos vecinos siempre dispuestos a ayudar.
En el texto del fallo que ha premiado a esta novela se la califica como «curativa y luminosa», y ciertamente hallamos en ella el poder lenitivo del respeto a todo lo viviente, y la defensa de una íntegra moral natural. Dentro del impecable devenir narrativo, se observa además una clara vertiente ensayística, que enriquece esta emotiva e interesante historia..
▲Lo mejor
El esperanzado optimismo sobre la condición humana que respira el libro
▼Lo peor
Nada relevante aquí, tratándose de una tan bien conformada novela
«Hasta el último aliento» de Manuel Calderón ★★★★
Últimas, y definitivas, noticias de Puig Antich
El escritor Manuel Calderón ahonda en este polémico caso donde la verdad siempre estuvo instrumentalizado por interés político
Por Jesús FERRER
l 2 de marzo de 1974, hace ahora cincuenta años, era ejecutado el militante anarquista Salvador Puig Antich, sentenciado por la muerte, en el momento de su detención en Barcelona y en equívocas circunstancias, del subinspector de Policía Francisco Jesús Anguas Barragán.Veinteañeros ambos, el primero pertenecía al Movimiento Ibérico de Liberación (MIL), un reducido grupo de activistas antisistema, que se definía como revolucionario y antifranquista, y que había perpetrado atracos con la teórica intención de destinar el dinero a la lucha obrera. La vieja aspiración igualitarista de robar a los ricos para darlo a los pobres devendría en una tragedia que incluía rebeldía política, radicalismo ideológico, delincuencia aventurera y espíritu libertario. Estos hechos y sus antecedentes han sido estudiados por Manuel Calderón en «Hasta el último aliento», libro ganador del «Premio Comillas.
Basándose en el sumario judicial y entrevistando a los principales sobrevivientes de aquellas circunstancias, el autor logra un completo y documentado friso testimonial, consciente de que el pasado tiene sus propias fluctuaciones e intereses: «La memoria como un digestivo destilado moral: lo que uno recuerda no tiene el mismo valor que lo que el otro –el adversario– recuerda. Aun siendo los mismos hechos». Cobran voz aquí las hermanas de Puig Antich y el hermano de Anguas, al tiempo que se detalla la cotidianidad clandestina de los activistas, el cargado ambiente social del tardofranquismo, y la escena de aquel crimen de dudosa autoría y tendenciosa investigación posterior, sin olvidar el erróneo dispositivo policial de esa detención.
Destaca la semblanza biográfica de los protagonistas: el revolucionario idealista, arrolladoramente entusiasta, de fuertes convicciones radicales que incluían una ciega brutalidad, nacido en el seno de una conservadora familia catalana; y el agente hijo de guardia civil, de modesto origen social e incipientes inquietudes culturales. El punto de vista autorial es impecablemente objetivo, aunque no de equidistante neutralidad, porque se denuncia la instrumentalización política de la verdad, la inutilidad de toda violencia, y la cruel imprevisibilidad del destino. Un libro duro, fascinante e imprescindible..
▲Lo mejor
La documentada relación de unos hechos narrados y estudiados con perfecta objetividad
▼Lo peor
Ninguna objeción a este libro de absorbente lectura e impecable testimonialismo
«La distancia que nos separa», de Maggie O’ Farrell ★★★★
No hay distancia posible para burlar al destino,y Marggie O’Farrell lo sabe
Maggie O’Farrell publica su primera novela en España, una deslumbrante historia que no defraudará a sus seguidores
Por Ángeles LÓPEZ
Maggie O’Farrell, la renombrada autora norirlandesa, vuelve con su tercera novela, «La distancia que nos separa». Publicada en 2004 y galardonada con el prestigioso Somerset Maugham, en las primeras páginas, nos introduce a Jake Kildoune, un asistente de cine, celebrando el Año Nuevo chino en Hong Kong con su novia Mel. Su noche da un giro cuando quedan atrapados en una multitud y Mel resulta herida. Paralelamente, en Londres, Stella Gilmore, después de su jornada laboral, se encuentra con un hombre pelirrojo en el puente de Waterloo, lo que la lleva a huir del país. ¿Qué conexiones hay entre las vidas de estos personajes y cómo se entrelazarán en el norte de Escocia? Los misterios del destino son recurrentes en la autora, manteniendo a los lectores en vilo. La crítica ha elogiado sus tramas apasionantes y su estilo legible. En su estilo, entrelaza historias de los protagonistas con personajes secundarios, enriqueciendo así el tapiz narrativo.
En particular, el desarrollo de Stella y Jake es fundamental para comprender sus luchas identitarias y orígenes. O’Farrell demuestra ser una maestra en el arte de la narración y sus descripciones sensoriales evocan el estado de ánimo de cada momento. «La distancia que nos separa» es una historia melancólica y reflexiva, cuyo encanto se va construyendo a través de conversaciones y reflexiones íntimas de los personajes. Cada escena está meticulosamente elaborada, mostrando una atención al detalle y una sensibilidad hacia los complejos estados de ánimo y motivaciones de los personajes. La originalidad de la trama es otro punto destacado de la obra, con O’Farrell introduciendo lo impredecible en la vida cotidiana y explorando las posibles repercusiones, lo que provoca una respuesta emocional en el lector. En resumen, la obra demuestra su talento narrativo y su habilidad para cautivar a los lectores con historias humanas y sorprendentes.
▲Lo mejor
Los fans de O’Farrell se sentirán atraídos por la emoción de este comienzo
▼Lo peor
Esta novela tiene menos impulso narrativo y más rigidez que otras obras anteriores