Literatura
Pasado, presente e intriga en la Barcelona de Sergio Vila-Sanjuán
El ganador del Premio Fernando Lara con «Misterio en el Barrio Gótico», presentó la novela en Madrid
Intrigas, enigmas y asesinatos situados en el Barrio Gótico de Barcelona convencieron al jurado de la última edición del Premio Fernando Lara 2025 para conceder el galardón, el pasado 22 de mayo, al periodista y escritor Sergio Vila-Sanjuán por su novela «Misterio en el Barrio Gótico» (Planeta). Muy ilusionado se mostró entonces el autor. Fernando Lara, el fallecido hijo del fundador de la editorial Planeta que da nombre a estos premios, fue un gran amigo de Vila-Sanjuán. El escritor fue, además, íntimo amigo de Terenci Moix, fallecido en 2003 y el primer autor que recibió este premio, en 1996, por su novela «El amargo don de la belleza». Así, el reconocimiento no sólo aludió a la faceta profesional del escritor y ganador del Premio Nacional de Periodismo Cultural 2020, sino que también tocó una parcela sentimental y personal de su vida.
El «Misterio en el Barrio Gótico» salió a la venta el 25 de junio, y ayer celebró su presentación en Madrid, junto con amigos, familia y compañeros de profesión. El acto, al que asistió José Creuheras –presidente del Grupo Planeta–, lo abrió Belén López Celada, directora de la Editorial Planeta, quien tras dar la bienvenida y ofrecer una introducción dio la palabra a Josep Alfonso Caro, director de la Fundación AXA, patrocinadora del galardón. A continuación, López Celada dio paso a una conversación entre Javier Sierra, como presentador, y Vila-Sanjuán, como protagonista. Todo ello, bajo la atenta mirada de varios de sus compañeros de profesión, como Clara Sánchez, Toni Sánchez Bernal, Nativel Preciado y María Dueñas.
Un barrio con voz propia
Barcelona es una protagonista clara de sus libros. Presente estuvo en su primera novela, «Una heredera de Barcelona», en «Estaba en el aire» o en «El informe Casabona». En su última novela, el autor vuelve a sorprender mostrando rincones emblemáticos repletos de secretos. La intriga, afirmó Vila-Sanjuán, se entremezcla con el costumbrismo de la ciudad para ofrecer dos tramas de investigación. Añade a esto un retrato generacional: «Al haber una intriga generacional, me ha permitido retratar a bastantes personas de mi edad, los éxitos y los fracasos de la generación de los años 80», esa que vivió los años preolímpicos «en los que se reformuló la estética de la ciudad». El escritor tiene claro, y así lo explicó, que «la intriga ayuda a mantener el interés del lector», al cual, añadió, «también le gusta que le internen en atmósferas o lugares donde él no puede entrar». En esta ocasión es llevado de la mano del protagonista, Víctor Balmoral, un personaje que los seguidores del autor ya conocieron en la novela «El informe Casabona» y que tiene mucho que ver con su creador. «Es veterano, periodista, tiene mucha curiosidad por las cosas. Está vinculado a Barcelona, pero no quiere jubilarse espiritualmente. Con él comparto, además, parte del insomnio y del gusto musical», confesó Vila-Sanjuán.
Unas cartas amenazantes que lo adentran en un misterio inmerso en el emblemático Barrio Gótico de Barcelona, unido a la investigación de la desaparición de una mujer ocurrida hace décadas aportan los ingredientes perfectos para hacer un recorrido por la Barcelona más enigmática y por un barrio con un patrimonio incalculable y en constante transformación. Así, Sergio Vila-Sanjuán rescata una Barcelona histórica que ofrece nuevas miradas y revelaciones y que también deja patente la importancia de la memoria urbana y los efectos de la turistificación. El intrincado barrio medieval de la Ciudad Condal cobra voz propia en las páginas de la novela. «El Barrio Gótico como tal no había sido abordado en la ficción», aseguró Vila-Sanjuán durante la presentación, quien añadió que «yo aporto una visión de 2025. Aunque soy un periodista veterano, no soy crepuscular. El mundo de ayer está muy bien, pero lo verdaderamente interesante es el de mañana. Yo aspiro a estar en él».
Sergio Vila-Sanjuán recordó que, entre las calles, edificios y monumentos de Barcelona, conviven construcciones originales con otras falsas: «Uno ve cosas que cree que son del Medievo y son contemporáneas de los Beatles». Así, Barcelona, y en concreto el Barrio Gótico, muestra diferentes capas no sólo en su paisaje urbano, sino también en su mapa social: «En el Barrio Gótico, muchos edificios antiguos han sido reformados para convertirlos en apartamentos turísticos de alto “standing”. Hay cierta estratificación ahí. Pero también la ciudad tiene gente sin techo, con malas condiciones de vida. Gente con situaciones muy problemáticas e instituciones que se ocupan de paliar estas situaciones. Quise incorporar esta parte, sin querer hacer una novela realista».
Su visión no deja de aunar la Barcelona del presente con la de su pasado, del que también resurgen personajes históricos vinculados a este espacio, como los reyes Jaime I el Conquistador y su descendiente, Martín el Humano, ambos de la casa de Barcelona; Juan II y su hijo, Fernando el Católico, ambos de la dinastía Trastámara; Carlos I de España y V de Alemania, nieto de Fernando el Católico, emperador de la casa de Habsburgo y que vivió casi dos años en la capital catalana, entre otros. El valor patrimonial del Barrio Gótico añade valor a una trama urbana ambientada en la Ciudad Condal que sigue la estela de autores como Eduardo Mendoza, Manuel Vázquez Montalbán o Carlos Ruiz Zafón.