Óscar Reyes

Los personajes de animación serán de carne y hueso como tú

El gran salto de este arte, gracias a la tecnología, excederá la pantalla y podría llegar a nuestras vidas cotidianas.

La técnica ha avanzado tanto que, incluso, a veces es difícil diferenciar a un dibujo de un actor real
La técnica ha avanzado tanto que, incluso, a veces es difícil diferenciar a un dibujo de un actor reallarazon

El gran salto de este arte, gracias a la tecnología, excederá la pantalla y podría llegar a nuestras vidas cotidianas.

La primera imagen que nos viene a la mente cuando pensamos en animación, son los dibujos animados una rama del cine que hemos disfrutado desde pequeños y nos han acompañado siempre en los recuerdos nostálgicos.

Pero si vamos un poco más allá, la animación ocupa un lugar fundamental en el séptimo arte y ya la usó Hitchcock en «Vértigo», al recurrir a un ordenador para crear los espirales que se observan en los títulos de apertura: básicamente imágenes creadas por ordenador o CGI por sus siglas en inglés. Estos son los grandes cambios en animación que viviremos en los próximos años.

Adiós a la tecnología

Parece contradictorio, pero no estamos hablando de que el software desaparecerá, sino de que los creadores apenas sentirán que las están usando. A lo largo de los últimos 20 años, la animación ha sido casi una carrera armamentista de estudios como Pixar y DreamWorks, que buscan mostrar cómo usan ls nuevas tecnologías. La llegada de herramientas más simples e intuitivas (controles de voz, inteligencia artificial, etc.) se volverá menos intrusiva en el proceso creativo y los animadores finalmente podrán volver a hacer lo que les gusta: centrarse en las historias.

Volver a la vida

Pese a haber fallecido durante el rodaje de «Fast & Furious 7», Paul Walker apareció en la película, gracias a su hermano (como doble del cuerpo) e imágenes generadas por ordenador. Algo similar ocurrió con «Rogue One», en la que aparece Peter Cushing, un actor querido que murió 20 años antes del lanzamiento de esta entrega de la saga de «La Guerra de las Galaxias». Pero no solo se trata de actores fallecidos. Los estudios también han comenzado a animar versiones más jóvenes de estrellas como Robert Downey Jr. (en «Capitán América: Civil War») o Robert De Niro (en «El irlandés»). En 2029 esta tecnología permite volver actores a la vida y que compartan cartel con las nuevas estrellas. El único problema en la mayoría de los casos es el aspecto legal: el uso de estas imágenes... ¿a quién corresponde? La inteligencia artificial también colaborará con los animadores casi mano a mano, sugiriendo combinaciones de colores, asegurándose que no hay errores de tiempo (objetos que desaparecen en diferentes tomas o personajes que visten diferente) y hasta señalando posibles colaboradores para proyectos específicos.

Nuevas plataformas

En el pasado, la distribución del contenido audiovisual estaba limitado por el cine y la TV. Nettflix, Amazon, HBO y otras han cambiado esto. Pero en 2029 basta tener acceso a internet para que cualquiera pueda crear una historia, colaborar con diseñadores y artistas de cualquier lugar del planeta y distribuirlas. La ventaja de esta descentralización (los estudios están en todas partes, pero en ningún sitio) es que miles de talentos antes invisibles se vuelven reales ante los ojos de los demás y así nacen las nuevas historias originales alejadas de las fiebres del «remake».

Lo digital invade el mundo físico

En 2029 la animación ya no está limitada a una pantalla y se extiende al mundo que nos rodea en dispositivos móviles, espacios inteligentes inmersivos, hologramas... Un ejemplo claro de ello es lo que ha sucedido con los altavoces inteligentes como Alexa, antes apenas una voz y ahora una presencia a tamaño programable, con la que se puede interactuar y que ha mostrado ser un recurso muy importante para personas mayores de edad que viven solas, actuando como compañía y primera respuesta en caso de emergencia. También es una estrategia educativa de gran valor, sobre todo en el nuevo entorno de educación en casa.