Historia
El monasterio donde nació una lengua que hoy hablan más de 600 millones de personas
En un pequeño valle de La Rioja, entre montañas y silencio, un grupo de monjes escribió sin saberlo el primer capítulo del español
El Monasterio de San Millán de la Cogolla, en La Rioja, no solo es un símbolo religioso y arquitectónico: es un punto de inflexión en la historia de la lengua. Allí, hace más de mil años, un copista anónimo escribió unas palabras al margen de un texto latino. Eran frases sencillas, explicativas, pero estaban redactadas en una lengua distinta: un romance que empezaba a emanciparse del latín.
Aquel gesto, casi doméstico, representó el paso de la oralidad a la escritura del castellano. Las Glosas Emilianenses, como se conocen hoy, son consideradas por los expertos "el primer testimonio escrito del español", y convirtieron a San Millán en la llamada cuna de la lengua. La Fundación San Millán de la Cogolla lo resume con una frase que hoy se repite en manuales y exposiciones: "Estas glosas marcan el inicio del castellano escrito, la primera vez que el pueblo se asoma al pergamino".
La magia de las glosas
Las Glosas Emilianenses no fueron un texto literario ni un manifiesto lingüístico. Fueron simples aclaraciones interlineadas y marginales escritas por un monje para facilitar la comprensión de un manuscrito en latín. Sin embargo, esas notas, redactadas en un romance ya diferenciado y con algunos términos en euskera, revelan una realidad más profunda: el nacimiento del idioma como herramienta viva, cercana, comprensible para el pueblo.
La Real Academia Española señala que "estas anotaciones sobre el texto latino son los primeros testimonios del castellano y del euskera escritos, y muestran cómo el latín ya no era la lengua natural de quienes lo leían". En ellas se percibe una lengua en transición, una mezcla de herencia latina y oralidad popular que más tarde daría forma al español medieval.
Valpuesta, Silos y San Millán: un triángulo fundacional
Aunque San Millán de la Cogolla es el emblema más conocido, no fue el único foco de ese proceso. Los Becerros de Valpuesta (en Álava) y las Glosas Silenses (en Burgos) también registran ejemplos tempranos del castellano escrito. Por eso, los lingüistas suelen hablar de un "triángulo fundacional" del español, con San Millán como vértice simbólico por la calidad y claridad de sus glosas.
Más allá de la precisión cronológica, el valor del monasterio riojano es profundamente simbólico: representa el momento en que la lengua de la calle, del pueblo, conquistó el espacio reservado a la erudición y la fe. Allí comenzó un proceso que siglos después haría del español una lengua de arte, ciencia y pensamiento global.
De un margen medieval a 600 millones de voces
Once siglos después, aquel romance riojano se ha convertido en una lengua hablada por más de 600 millones de personas en el mundo. Según el Anuario del Instituto Cervantes 2025, el español cuenta con más de 500 millones de hablantes nativos, y sigue siendo el segundo idioma materno más hablado del planeta.
De las montañas de San Millán a las calles de Ciudad de México, Buenos Aires, Madrid o Miami, la evolución del español es también la historia de una identidad compartida. Una lengua nacida en silencio, entre rezos y manuscritos, que hoy vibra en canciones, novelas y pantallas.
"El español nació en los márgenes de un manuscrito, y desde entonces no ha dejado de escribir los márgenes del mundo", escribió el académico y filólogo Ramón Menéndez Pidal en una de sus conferencias más recordadas.
Un lugar para entender el origen
Visitar hoy el Monasterio de Suso, el más antiguo de los dos que forman el conjunto de San Millán, es una experiencia casi mística. En sus muros de piedra, todavía fríos, se intuye la vida de aquellos monjes que copiaban textos sagrados a la luz de las velas. Unos metros más abajo, el Monasterio de Yuso, construido siglos después, conserva los códices originales donde se hallaron las glosas.
Ambos forman parte del Patrimonio de la Humanidad y siguen siendo destino de lingüistas, peregrinos y curiosos que buscan entender cómo un puñado de palabras pudo cambiar la historia cultural de un continente entero.