Música

Santiago de Chile

Amor adolescente y fuegos artificiales en el concierto chileno de One Direction

Un amor adolescente concentrado en 23 canciones y un cielo iluminado por fuegos artificiales son los responsables de que las hormonas de miles de chicas entraran en ebullición durante el concierto de One Direction en Santiago de Chile. Tras cuatro años esperando la llegada de la banda inglesa, las apodadas "directioners"sólo han dejado de emitir estridentes gritos para corear las canciones de sus ídolos, la llave la felicidad de las quinceañeras que se han acercado en el primero de los dos conciertos que darán en la capital chilena.

Con "Midnight memories", canción que da nombre a su último álbum, Harry Styles, Zayn Malik, Niall Horan, Liam Payne y Louis Tomlinson han logrado miles de "te quiero", algunas propuestas de matrimonio e incluso más de una petición indecente.

Las niñas de hoy en día han aprendido inglés memorizando los libretos de sus tres álbumes de estudio, y en el examen de esta noche todas repetían la lección sin el menor error.

Agudas voces y alguna que otra lágrima eclipsaban "Strong", un tema de amor que alienta a las chicas a que sean fuertes.

Hipnotizadas por las melódicas voces de los veinteañeros, estas chicas de cintas en el pelo y cara pintada disfrutaban bailando al son de su primer gran flechazo musical.

Tras tocar temas poperos como "Kiss You", o "Rock me"los cinco chicos del concurso de televisión "X factor"sacaron la guitarra acústica para susurrar a sus enamoradas un sin fin de pequeñas cosas con "Little Things", canción intimista que convertía en amor incondicional ese el flechazo inicial.

Si Back Street Boys, se sentaban para tocas sus canciones más lentas, One Direction, herederos del espíritu de las "Boy band"de los 90 lucían su lado más íntimo acomodados en un escalón.

Interrumpido por una entrevista que fans de distintos países han hecho a los cinco miembros de esta banda prefabricada por Simon Cowell, el concierto ha sido dinámico y festivo y ha traído algunas sorpresas como una improvisación de "Que no pare la fiesta"a ritmo de beatbox, o el descubrimiento de que desde la fría Inglaterra son admiradores del futbolista Alexis Sánchez .

En 2012 One Direction generó 30 millones dólares y, a pesar de cumplir con los clichés de una "boy band"más, lo cierto es que estos chicos saben cantar y hasta hilvanar el pop con una faceta más rock para entretener también a los padres y novios que han sido arrastrados por la histeria de las "directioners".

El espectáculo llegó a su fin con "The Story of my life", y de la mano de padres enfurecidos miles de chilenas volvían a casa sonrientes y atontadas sin sospechar que, aunque One Direction es su primer gran amor, ya vendrán otros.