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Carlos Núñez, hermano celta

El músico, que ha publicado el libro «La hermandad de los celtas», presenta la utopía de la música tradicional de una mitad de España «ignorada» por Madrid.

Carlos Núñez tiene estudios superiores y populares de música: ha vendido más de un millón de discos
Carlos Núñez tiene estudios superiores y populares de música: ha vendido más de un millón de discoslarazon

El músico, que ha publicado el libro «La hermandad de los celtas», presenta la utopía de la música tradicional de una mitad de España «ignorada» por Madrid.

Tenía 18 años cuando fue a Irlanda a grabar con los Chieftains. Desde entonces, Carlos Núñez ha intentado tomar su tradición propia, la de su Vigo y alrededores espaciotemporales, que, sumada a los estudios de música superiores le han llevado a explorar territorios musicales nuevos. Su primer disco en solitario, se llamaba «A Irmandades das estrelas» (1996), cuyo título no necesita traducción, y su nuevo, ojo, libro, lleva por título «La hermandad de los celtas». Aquel trabajo discográfico supuso un pequeño despegue de la música celta en España. El libro cierra el arco temporal con una total decadencia de esta tradición en la Península. «Para eso hice el libro. Para resolver algunos malentendidos con el asunto de la tradición celta en la Península y porque me daba rabia ver el conocimiento superficial que hay de ella», comenta Núñez, que presenta la, digamos, «versión auditiva» del libro la próxima semana en el Circo Price, en Inverfest, un espectáculo en el que cuenta su visión de lo celta como una utopía milenaria que sigue dando frutos.

«Hay una percepción en España de que lo celta es: festival, gratis, cerveza, norte. Y con el flamenco pasaba hace tiempo que nadie sabía bien de dónde venía, cuál era la historia, pero se ha cambiado mucho y se ha estudiado y sabemos mucho más. Pero con la música celta no ha sucedido lo mismo. Yo he decidido acudir a los arqueólogos, lingüístas y a los científicos para saber de dónde viene. Los arqueólogos, por ejemplo, son como Sherlock Holmes. Porque a ellos les valen las leyendas orales como prueba, la tradición es un documento. En cambio, para la musicología solo están las partituras», explica Núñez, que fue preguntando a los mayores expertos sobre los celtas del mundo. Personalidades como John Koch aseguran que los vestigios más antiguos de la lengua de los celtas, que eran de tradición oral, se han encontrado en España. «Hay cantidad de estelas de guerreros en las que salen liras y escudos, porque lo primero viene del Mediterráneo y lo segundo del norte, junto a inscripciones celtas. Los lingüístas explican que en la Península había bardos bilingües, que tenían las liras y la épica», añade, y recuerda que el British Museum señalaba en su última gran exposición al respecto que la lengua celta es «indoeuropeo con acento ibérico».

La gaita, heavy metal

Se llegó a cuestionar la presencia celta en la Península. «Eso es acientífico –repone–. Lo celta ha estado en nuestra cultura y lo mejor es que se ha ido transformando en el interior de ella. Mucha gente me ha dicho que las ''Cantigas de Santa María'' suenan a heavy metal. Y es verdad», dice el músico, que explica que la gaita «era la guitarra eléctrica del medievo». Y no le falta razón. ¿Se imaginan esa potencia musical en tiempos de la guitarra acústica? Según Carlos Núñez, la Península puede ser dividida por una diagonal de Cádiz a Gerona. Al norte de ella está el dominio de la gaita, al sur, el de la guitarra. Celtas e íberos, Atlántico y Mediterráneo. «Y Madrid en medio, de una manera estratégica, debería ser el equilibrio entre ambos mundos. Madrid tuvo su norte, pero lo ha abandonado y fue conquistado por el flamenco. Y es fantástico. Yo hice mi segundo disco con los grandes de ese género, pero me da pena solo la mitad está bien representado y defendido y la otra zona está abandonada. ¿Cómo puede ser que un chaval en Galicia no haya visto nunca en TVE una gaita? Las autonomías son fantásticas, pero han tenido sus problemas». Por ejemplo, pensar que la herencia celta es algo de lo que solo se deben preocupar los gallegos y que no concierne a un andaluz. «Exactamente. Es un grave error, porque el acento celta está en todas partes en España, está en el idioma. Antes parecía marciano pensar que lo celta debía algo a España, pero hoy los escoceses empiezan a decir que la gaita les llegó ''from Spain'' a finales de 1400, a la vez que los portugueses la llevaron a Brasil. Estamos en una situación privilegiada, tenemos una llave mágica que conecta el mundo hispano y latino con el atlántico y del norte. Siempre ha habido una barrera con el norte de Europa, no escrita pero muy resistente. Y con las músicas celtas sí que se pueden unir norte y sur. La música tradicional es como somos nosotros, mestiza», comenta Núñez.