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Música

Juan Antonio Simarro: "Cuidaré siempre del compositor artesano"

Es un compositor, pianista y productor musical de teatro, ballet, cine y televisión: también es presentador y colaborador de programas musicales de TVE.

Juan Antonio Simarro, creador de la Orquesta Sinfónica Contemporánea de España Cedida

Juan Antonio Simarro (Santa Cruz de Tenerife, 1973) es un compositor, pianista y productor musical de teatro, ballet, cine y televisión. Licenciado en Magisterio en la especialidad de Educación Musical. Como comunicador, es presentador y colaborador de programas musicales de TVE. Sus trabajos para tv, productor musical y giras abarcan desde la música corporativa de TVE en su 50 aniversario a la gira internacional con Julio Iglesias. Cambió el resultado inmediato por centrarse en terminar su “Sinfonía por un mundo mejor” y… la decisión ha merecido la pena. Actualmente es el compositor y director artístico oficial de la Orquesta Sinfónica Contemporánea de España.

¿Desde cuándo sabía que quería ser músico?

Desde que tengo recuerdos, siempre supe que quería ser músico o algo relacionado con la creatividad. Más tarde, entendí que la creatividad puede estar en todo. En mi familia, tenían musicalidad pero no había nadie que se dedicara a la música, así que la idea de dedicarme a ello era impensable. Mis profesores del colegio animaron a mis padres a que recibiera clases de música. Tenía tantas ganas, que en 1 año hice 3 cursos de solfeo y 2 de piano, y en el siguiente otros dos de cada. Estudiaba encantado, porque la motivación y felicidad al tocar, era grandísima. Bueno… la parte que me costaba era entender por qué algo tan bonito, que surge desde la creatividad, solo se enseñara repitiendo y repitiendo, en lugar de fomentar el desarrollo creativo de cada uno, en la disciplina que sea.

Simarro dirigiendo el concierto “Por un Mundo Mejor”.Jaime Massieu

¿Cuáles fueron sus primeros pasos como profesional?

Fui padre muy joven, a los 21 años. Eso me hizo ser consciente de que no tenía margen de error. Para seguir adelante mientras estudiaba piano, composición, jazz, violonchelo… o cualquier disciplina que le sirviera para desarrollarme mejor como músico, acompañaba a grandes artistas españoles: desde el Dúo Dinámico, pasando por Manu Tenorio, o Nena Daconte hasta Julio Iglesias, con quien vi que ya era el momento de dar el paso de mostrar mis composiciones al público dedicándome por completo, con lo que había podido ahorrar, a la composición de música sinfónica y recordando siempre que también disfruto componiendo en distintos estilos: pop, jazz, cine, teatro, tv… o incluso el himno del Comité Olímpico Español.

¿Qué compositores le inspiran y cómo compone? ¿tiene algún hábito o ritual antes de comenzar a escribir?

Decir solo 4 o 5 nombres excluiría a muchos otros grandes músicos a los que admiro. Esto lo sabe poca gente, pero realmente me inspira cada persona con la que me cruzo por la calle, o a la que quiero o cada situación que vivo. Voy tarareando por la calle y grabándolo en el teléfono o cuando llego a casa me siento al piano y sale solo. Por eso quiero agradecer cada sonrisa o enseñanza consciente o inconsciente de cada persona con la que me cruzo por el camino. Viéndolo así, mis composiciones no son mías. Son de todos. Componer puede ser lo más fácil o lo más complicado del mundo. Pero en general surge de la manera más sencilla… y luego se va desarrollando la idea.

La mayoría del tiempo estoy en silencio. La gente tiene miedo a “escucharse por dentro”, y para mí es de las cosas más bonitas que podemos hacer. Gracias a ello, he compuesto canciones a partir del sonido de la cacerola mientras estaba fregando, o simplemente ese silencio me ayuda a conectar para soltar las notas que salen solas. Otras veces compongo con la divertida técnica que yo llamo “donde cae la mano”. Así de sencillo, dejo caer la mano encima del piano y a partir de ahí… me dejo llevar, utilizando los recursos que tengo. Igual que si alguien que te dice una palabra y a partir de ahí, simplemente te expresas. Tampoco pongo reglas. Dejo que la música salga de manera natural. La idea creativa parece la más fácil pero luego hay un grandísimo trabajo detrás, que es el de escribir y “sudar” cada nota para cada instrumento de la orquesta.

Me da pena tener que contarlo, pero es bueno que el público sepa que últimamente hay una tendencia ególatra en la que una persona, que quiere figurar como “único compositor”, tararea y otros grandes músicos con menos contactos le orquestan y componen el resto, sin que salga su nombre a la luz como se merecen. Como veis… no me gustan las injusticias. Todos nos hemos sentido utilizados así alguna vez en nuestros diferentes trabajos, y creo que es el momento de que la gente lo sepa. Defendamos juntos a los grandes músicos (o trabajadores de cualquier tipo) en la sombra. Por eso cuidaré siempre la figura del “compositor artesano”, escribiendo con todo el cariño del mundo y personalmente cada melodía, arreglo, contramelodía… cada una de las notas que suenan en la orquesta aunque “queme más neuronas”, como hacían los grandes compositores de la historia a los que admiro. Es así como consigo, o al menos lo intento con muchísimo esfuerzo, que mis composiciones tengan un estilo especial.

Cambiando de tema, igual que físicamente me parece importante alimentarse de forma variada, me encanta nutrirme y componer en todos los estilos, desde las sinfonías que comentaba antes, a canciones o la banda sonora del documental “19, solos frente a la verdad”, dirigido por Javier Khün, para Atrevida Producciones, (Amanda García Tapias y Alejandro Muñoz) en el que personalidades como Luis Tosar, Javier Gutiérrez, Belén Rueda, Lolita, Imanol Arias… cuentan sus experiencias durante el confinamiento por el COVID. Incluso en un avión comencé a componer un tango que más tarde terminó siendo parte del ejercicio de la Selección Nacional de Gimnasia Rítmica en los Europeos, mundiales, y más tarde también utilizada por la Selección Nacional de Gimnasia Deportiva en las Olimpiadas de París 24. En estos momentos, por ejemplo, se está interpretando en Madagascar la ópera “El sueño de Nirina”, que compuse para Ópera Sin Fronteras y es una mezcla de música sinfónica y africana como instrumento de transformación social. ¡Nunca se sabe lo que puede pasar con dos notas que comienzas a unir!

Juan Antonio Simarro dirigiendo su concierto “Por un Mundo Mejor”Jaime Massieu

¿Cuál es la herramienta más importante en tu proceso de composición, ya sea un instrumento, un software o algo completamente diferente?

La cabeza. Pero si puedo utilizar distintas herramientas, igual que un ebanista, mejor: piano, guitarra, bajo, batería, djembé, violonchelo, ukelele…todos ayudan a ver un punto diferente! Y de software, mis preferidos son el Cubase y el Sibelius.

¿Cómo surge la Orquesta Sinfónica Contemporánea de España?

Para acercar la música a la gente, uniendo lo mejor de la tradición y de la innovación. Algo que tenemos muy claro en esta orquesta es que estamos en el siglo XXI. Por ejemplo, además de cuidar las grandes obras de la historia, interpretamos canciones que ya son clásicos del pop para todos y las interpretamos en una versión orquestal que sorprende a todos.

Lo resumimos en “nuevos tiempos, nueva orquesta. Por ejemplo: ¿Que las orquestas “puristas” no abren las puertas a músicos que lo merecen? Pues creamos la Orquesta Sinfónica Contemporánea de España para darles esa oportunidad. ¿Que, a veces, de tanto tocar, los músicos olvidamos esa energía que teníamos cuando comenzábamos? Pues con la orquesta damos becas a los mejores estudiantes para que puedan aprender de la experiencia de los otros, y a su vez transmitan esa ilusión a los más mayores. Este año 5 estudiantes de la gran Escuela Superior de Música Forum Musikae podrán disfrutar de esas becas y practicar con nosotros. En esta orquesta queremos que el que lo merezca tenga su oportunidad. Pueden participar solistas, directores, o compositores sin distinción de sexo, edad o nacionalidad, que por circunstancias ajenas no se les han abierto las puertas en otras orquestas, más cerradas al cambio de la sociedad. La Orquesta Sinfónica Contemporánea de España es para gente abierta de mente. Ya hemos dado conciertos divertidos y emocionantes, algunos de ellos en el Auditorio Nacional de Madrid, en el “Concierto por un mundo mejor” que organizo desde hace varios años junto a Misiones Salesianas. Este año será el Sábado 6 de Diciembre, con muchas sorpresas.

Para que el público pueda vernos en el centro de Madrid haremos la mayoría de los conciertos en los teatros del grupo Smedia. ¡Y podréis vernos también en otros lugares, si queréis! Comenzamos la temporada con el concierto “Simarro, música para contar historias” el Martes 23 de Septiembre en el Teatro Gran Vía. Y continuaremos la programación con artistas como Marilia (Ella baila sola) y más sorpresas que podéis ver en nuestra web y redes sociales. La Orquesta Sinfónica Contemporánea de España es una orquesta activa y cercana, con la que se puede estar en contacto directo para sugerencias a través de un medio tan directo como Instagram, por ejemplo.

Nasrin Zhiyan, Simarro y la soprano Angelica de La Riva en el Ateneo de MadridCedida

¿Cuál será su próxima composición que podremos escuchar?

Uno de los proyectos que más me apasiona es la ópera que estoy componiendo, titulada “Una ópera de Navidad”. La ópera de ahora no se puede componer como se hacía antes, igual que las películas son diferentes. Esto no quiere decir que pierdan calidad o no sean melódicas. En mi ópera hay melodía, con lo difícil que es hacerlo ahora después de todo lo que ya está compuesto, pero ese es otro de los retos. La ópera ya ha dado buenos resultados incluso antes de estrenarla completa, con “Esta Noche es Navidad”, una especie de villancico sinfónico estrenado por Angélica de la Riva y Víctor García Sierra, junto a la Orquesta Cruz Díez, de Venezuela, y “Aleluya”, que gracias al estreno en el Auditorio Nacional de Madrid, dirigido por Carlos Checa y en el que yo mismo interpreté la parte del piano, me dieron el Premio a la mejor composición sinfónica 2024, de la Academia de la Música de España. ¡Es un buen primer paso! Ambas composiciones se pueden escuchar en mi canal de Youtube.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Estoy desarrollando lo que llamo “proyectos de vida”. Son proyectos en los que el objetivo no es el económico, aunque deba hacerlos sostenibles, pero si lo hago con el corazón y pasito a pasito, el resto viene solo…antes o después. Por ejemplo, la Orquesta Sinfónica Contemporánea de España surge por una necesidad en el panorama musical español y ..alguien tenía que dar el paso de crearla, no? Pues ahí está, para acercar la música a la gente. A todos. Por supuesto, gracias a un gran equipo de profesionales y amigos (AlterEvents, Atrevidaproducciones, amigos de Talentya…)

También estoy, por fin, desarrollando un corto que pensé de pequeño, imaginando cómo sería contar la vida de una persona… ¡Solo con instrumentos de una orquesta sinfónica! Hace unos años retomé el proyecto desde un punto de vista diferente, con las cosas que me habían sucedido con el paso del tiempo. Será un cortometraje de animación muy especial, en el que podremos ver las diferentes etapas de la vida, solo con imágenes y música. Ya que es un gran proyecto, tan grande como bonito, estamos abiertos a quien quiera participar y será un placer compartir esta aventura con quien crea que puede aportar su granito de arena. El corto trata de eso, de ayudar. Otro sueño que estoy cumpliendo es la grabación de estudio de la “Obertura por los derechos humanos”. La compuse pensando algo muy sencillo: todos sabemos que los derechos humanos existen…pero se nos olvida hacer que se cumplan. Es una obra para orquesta sinfónica y coro, que también me encanta adaptarla en distintos formatos. La interpreté en el 75 aniversario de la UNESCO en España, organizado por la Federación de Centros para la UNESCO (FECU). Al finalizarla, Don Federico Mayor Zaragoza se levantó y dijo que esta música debería ser el himno de la UNESCO. Ya estamos dando los pasos para ello y ojalá dentro de poco podamos confirmarlo.

Otro proyecto surge por algo curioso, porque todo grupo social se parece a una orquesta. Cada uno, en una empresa, grupo de amigos o familia tiene una forma de ser y actúa de una manera, igual que los músicos de una orquesta con sus diferentes instrumentos, formas de ser, de expresarse y de recibir los estímulos exteriores. Si todos escucháramos más…el mundo sería mucho mejor. Y ese el punto principal de una de las actividades que hago con las que más disfruto: Tu empresa es una orquesta”, que es una charla ( en la que lo primero que dejo claro es que no soy “coach”, sino que cuento historias que me han pasado con la música y que se pueden llevar a distintas situaciones, y lo hacemos de manera participativa, para que la gente además se divierta. Y este año estrenamos “Tu familia es una orquesta”, donde padres e hijos disfrutarán con nosotros en el escenario y se llevarán recuerdos que podrán practicar para la convivencia en casa.

Pablo Carbonell y Juan Antonio Simarro y la Orchesta Sinfónica Contemporánea de EspañaMisiones Salesianas

¿Hay algún lugar, recuerdo o experiencia personal que se repita como fuente de inspiración en su obra?

Por suerte, todos los lugares me inspiran. En Cádiz, por ejemplo, paseando por la playa de Bolonia empecé a tararear una melodía que más tarde se convirtió en un concierto para piano (o guitarra) y orquesta sinfónica , de 35 minutos! Y lo curioso es que terminé una parte muy importante en Lozoyuela, el pueblo de mis padres. También , mi sinfonía nº2, “El mundo es Música”, por encargo de Musicaeduca, me pilló viajando por varios países y recuerdo ir por la calle detrás de personas de distintas religiones y culturas. Solo con mirarlos surgían las melodías, y lo curioso es que tenían más en común de lo que imaginamos.

¿Cuál es la historia detrás de una de sus composiciones más personales o significativas?

“Meu camiño” es muy especial en ese aspecto: la compuse después de estar 1 mes enfermo por COVID, incluso me ingresaron en el hospital y por suerte salí porque tenía bien los pulmones e iba a estar mejor fuera que dentro. Recuerdo que me desmayé y pensé: “de verdad? qué forma más tonta, y… mi madre ya ha pasado por lo de mi padre y ahora…yo también!”. En casa, miraba al piano como a un extraño, ya que no podía intuir las notas como hago normalmente. Algo parecido a los que perdían el sentido del gusto o la afasia, con la música. Al cabo de un mes, de repente sentí que al día siguiente iba a estar mejor. Efectivamente, me senté al piano, y pensando en mis padres, en mis amigos y en todas las personas que nos encontramos en la vida, salió “Meu Camiño”. La letra la tenía clarísima, y la cantante Rocío Caamaño me ayudó a traducirla al gallego. Disfruto muchísimo compartiéndola en directo, y podéis ver distintos vídeos.

¿Qué mensaje, si lo hay, intentas transmitir a través de su música?

Para mí, la música sin mensaje es desaprovechar una oportunidad de transmitir algo más. En mis obras siempre intento contar algo: la importancia de cumplir los derechos humanos, del cuidado de la salud mental, qué pasaría si Dulcinea despertara en el s. XXI, sobre la relación entre el ser humano y el resto de la naturaleza en “Desarrollo sostenible”, hago un homenaje a la víctimas que están sufriendo en el mundo en el 2º movimiento de mi “Sinfonía por un Mundo Mejor”. La música es un acto de comunicación, ya que directamente no salvamos vidas, al menos prefiero utilizarlo para contar cosas que nos motiven para hacer un mundo mejor. No es que sea un “happyflower”, es que para mí es lo que le da sentido.

Simarro, al pianoRos_Vi_ma

¿Qué le diría a alguien que quiera aprender música?

Que aprenda con profesores que enseñen de manera creativa. El mundo cambia y la enseñanza también. Antes se enseñaba música repitiendo como loros. Es como enseñar un idioma obligando a recitar perfectamente la primera página de un libro de Shakespeare. El contenido es fantástico, la dicción perfecta, pero… luego no sabrías pedir un café o improvisar una conversación, no? Pues con la enseñanza musical lo más importante es que el que aprende lo haga disfrutando desde el primer momento, recordando que es un medio de expresión basado en la creatividad. Ese es el primer paso para que el alumno quiera seguir estudiando/aprendiendo, al estar motivado. Con ese concepto creamos mi amigo el Mago More y yo el curso “Aprende piano de una…vez”. Para que la gente aprenda de una manera divertida y según sus características. No todo el mundo puede ser Nadal pero sí disfrutar jugando al tenis, con los amigos ¿no? Pues igual con la música. Por cierto…animo a que motivemos a los niños a jugar con un instrumento en lugar de que pierdan la vida con algunos videojuegos. Menos “Playstation” y más “Playpiano” (u otro instrumento, claro), para fomentar la creatividad y muchos valores importantes.

¿Cuál ha sido el mayor desafío que ha enfrentado en su carrera como compositor?

El año pasado estuve en Madagascar, terminando la composición de la ópera “El sueño de Nirina”. La dificultad estuvo, durante los meses anteriores, en la adaptación de las frases a un idioma totalmente diferente que en algunas partes era casi imposible adaptar a la escritura tradicional musical. Y ya en Madagascar, la nueva dificultad era componer a medida para niños que estaban aprendiendo instrumentos y que no podían venir todos los días, con lo que tenía que adaptar continuamente de un instrumento a otro las partes que ya habían sido aprobadas mientras estaba componiendo las siguientes. Pensaba una música mientras estaba componiendo la de otra parte totalmente diferente, con el ruido de fondo de tambores, sierras y martillos por la construcción de la escuela…era una locura auditiva pero había que seguir porque los niños tenían que ir aprendiendo las nuevas partes. A todo esto, con las enfermedades típicas que se cogen allí, a veces sin luz y tenía que parar. Lo más importante es que esta ópera sirvió para mejorar la vida de las familias de allí y este año están de gira con el objetivo de venir a Francia y España. Es una iniciativa preciosa de Ópera Sin Fronteras, con Paco Azorín y Carlos Martos al frente de un equipo maravilloso. Es la demostración de que la música puede ayudarnos a dar lo mejor de cada uno.

Casi siempre le vemos sonriendo, incluso en los conciertos. ¿Nunca tiene problemas?

Ufff… claro que tengo problemas, como todo el mundo! A mis amigos les tengo que explicar que no siempre estoy sonriendo, por supuesto. Pero tenemos dos opciones: tomarnos las cosas mal o aprender de ellas. Casualmente cuando las tomo bien porque al menos estoy aprendiendo sonrío, al entender que lo que no tiene solución me enseñará de algún modo y lo que tiene…antes o después conseguiré resolverlo. Y también” casualmente” cuando se me olvida esto que te cuento…dejo de sonreír y esa es la peor opción. Así que…¡Volvamos a la primera! Por cierto, de esta manera compuse “De Sol a Sol”, para dar importancia al cuidado de la salud mental. Si vemos el lado bueno y abrimos la mente, todo está relacionado. Por ejemplo: con el aikido, arte marcial que hice de pequeño hace mucho tiempo, aprendí que lo que viene en contra puede enseñarnos a ver una oportunidad y utilizar esa energía para algo positivo.

Mi música es positiva porque es mi manera de ver la vida. Solo hay una que es triste, el 2º movimiento de la “Sinfonía por un mundo mejor”, titulado “Homenaje”. Se la dedico a la gente que sufre en el mundo y cuando la compuse, por empatía, estaba realmente triste. Recordando que siempre hay un lado bueno, también se lo dediqué a las personas que hacen el mundo mejor. No hace falta pensar en Ghandi, podemos pensar en los abrazos de nuestras abuelas, o el compañero que te entiende y te saca una sonrisa.

¿Cómo ha cambiado su definición de "éxito" a lo largo de los años?

El primer de cada éxito es poder despertarse. Parece una tontería, pero damos por sentado. A partir de ahí, saber que me dedico a una profesión preciosa que puede servir para mejorar la vida de muchas personas si la utilizamos para otra cosa que no sea mirarnos el ombligo. En esta sociedad tan competitiva parece que el éxito es tener premios o ganar mucho dinero. Cuando he ganado algún premio siempre he pensado que mis compañeros lo merecían igual que yo, y he renunciado a ganar mucho dinero en proyectos que no me convencían, por elegir parar y componer 2 sinfonías, 2 óperas (una de ellas en camino), concierto para piano…es decir, música que a corto plazo no da el mismo resultado que otras, pero la satisfacción que me da el momento en el que estoy tocando cada nota por primera vez es superior a cualquier otra. Este tipo de éxito es el que me motiva. Además, si hago las cosas desde la honestidad y con todo el corazón, el resultado llega desde el primer momento con la satisfacción mientras compongo. Y el resultado tangible, para vivir tranquilamente, antes o después siempre llega. Pero…no nos engañemos con el “éxito” que se muestra en las redes sociales.

¿Hay alguna colaboración de ensueño que le gustaría realizar en el futuro?

De todos los artistas, con el que más me apetece es con mi hijo Lucas Simarro, que con 22 años hace música urbana. Será bonito unir distintos estilos y formas de ver la vida en un escenario. Hay muchos directores de orquesta, tan distintos como Gustavo Dudamel o Zubin Mehta. En España, sería genial escuchar mi música interpretada por Juanjo Mena, Oliver Díaz, Andrés Salado, o Enrique García Asensio, al que le tengo mucho cariño. En el cine, con muchos directores también muy diferentes a los que admiro, como Javier Fesser, Fernando Colomo, J.A. Bayona, Alejandro Amenábar, Pedro Almodóvar, Isabel Coixet…creo que podría aportar algo con mi música en sus películas, evitando la forma industrializada tan frecuente y al hacerlo componiendo cada nota de cada instrumento personalmente. También me alegra confirmar que muy pronto haré la música de la película de mi gran amiga y directora Belén Verdugo... que dará muchas sorpresas. En música pop, rap, jazz, y música más actual… me encanta adaptarme a cualquier estilo, y podría dar una lista interminable.

¿Hay alguna habilidad o talento que le gustaría tener que no esté relacionada con la música?

Alguna? Más bien muchísimas. La memoria, por ejemplo. Tengo mala memoria, por lo que me obligo a aprender los conciertos completos sin partitura. Tampoco bailo bien. Y, dentro de la música, entre muchas otras, está la de cantar. Vale, lo acepto, no canto bien. Me quedo afónico enseguida, no proyecto bien, el timbre no lo considero bonito…quizás me exijo demasiado y podría cantar pop como muchos otros, pero no me veo defendiéndolo. Para probarme hice una canción titulada “How can I say how much I love you”, cantada junto a Lluvia Rojo, en la que me puse varios retos: hacer todos los arreglos de cada instrumento que suena, escribir en inglés, hacer el guion y codirigir el vídeo

¿Cómo ve el futuro de la música clásica contemporánea?

Es necesario que la música, igual que la sociedad, se adapte a los nuevos tiempos. Sin olvidar de dónde viene, por supuesto. Por eso en la Orquesta Sinfónica Contemporánea de España, tenemos muy presente el lema: “Tradición e innovación. Nuevos tiempos, nueva orquesta. Ahora, con la Inteligencia Artificial, cualquiera podría “componer”, pero eso ya la hacían antes muchos contratando a otros músicos para que terminaran sus partituras. Por eso sería necesaria una educación en la que la honestidad figure como uno de los valores importantes. Y a partir de ahí, cualquier unión entre distintos estilos será lógico, igual que ha pasado a lo largo de la historia. Así salió el flamenco y por eso defiendo que evolucione, y así pasará con la música sinfónica, al unir el tipo de instrumentación con la forma de entender la música ahora. Armónicamente es más sencilla y repetitiva, y a mí me gusta darle más vueltas y buscar más contenido musical, pero entiendo que es bueno que haya música para todos los gustos. Por cierto… a mí me encanta sacar lo mejor de cada estilo, porque aunque muchos no lo crean… hasta el reguetón, (sí, el reguetón!) tiene cosas muy buenas que mucha gente no conoce!

¿Qué obra ajena te gustaría haber compuesto?

El concierto de Aranjuez. Se nota que es de esas composiciones que salen “solas” y desde la más profunda inspiración.