Zaragoza

La ópera del «Ecce Homo»

El pueblo de Borja celebra hoy un avance de la ópera basada en la famosa restauración de la pintura mural de Borja. Está previsto que hoy asistan 500 personas al concierto, que se prolongará 45 minutos. La composición operística que se estrenará el año próximo será de dos horas

La soprano Eugenia Enguita, ensaya para la “Ópera del Ecce Homo”
La soprano Eugenia Enguita, ensaya para la “Ópera del Ecce Homo”larazon

El pueblo de Borja celebra hoy un avance de la ópera basada en la famosa restauración de la pintura mural de Borja. La composición operística que se estrenará el año próximo será de dos horas

Siempre supo entender a Cecilia Giménez, la mujer de Borja (Zaragoza) que saltó a la fama en agosto de 2012 después de intentar arreglar la pintura mural, “Ecce Homo”, del profesor español de Elías García Martínez, que fue realizada en 1930.

Aficionada a la pintura, en esta ocasión Giménez desfiguró la imagen del Cristo. Sin embargo, se convirtió en un fenómeno en Internet. Salió incluso en varios medios de comunicación internacionales. Así, fue cómo llamó la atención del libretista Andrew Flack, que hoy se ha desplazado a Borja para un concierto previo a la ópera en la plaza justo al lado del Santuario de Misericordia del pueblo, donde se encuentra el fresco.

Flack explica a LA RAZÓN que “estoy muy contento. Todo está saliendo muy bien. Hay ocho cantantes profesionales de Aragón. Vamos a hacer seis arias y tres intervenciones de la coral “Vientos del Pueblo”, que dirige la soprano Esmeralda Jiménez Ferrández.

En esta ópera cómica, “Behold the man” (He aquí el hombre, en español), de la que hoy se verá un previo de 45 minutos, destaca una canción del alcalde, que canta un aria sobre el problema económico de 2012. Flack ha querido incluir además una serie de personajes ficticios para dar forma a la comedia. Entre ellos, destaca la mujer más rica del pueblo canta un aria también, la cual se llama Afluenza, el fantasma del pintor, un joven millennial, novio de la nieta de Cecilia. Y, por supuesto, Cecilia, el único personaje real de la ópera.

“Luego también está el fantasma del pintor que ejecutó el fresco. El artista Martínez. Este personaje quiere que le restauren el fresco. En cambio, nadie lo repara. Es de alguna manera rechazado. Se está descomponiendo. Es alguien que es muy amable. Y cuando Cecilia lo empieza a restaurar, se enfada mucho por el hecho de que su fresco se vaya a restaurar por la persona equivocada. Esto es el fin del primer acto”, indica a este periódico Flack entre risas.

“Después el principio del segundo acto marca la llegada de todos los turistas. Al principio, en el pueblo no sabe qué hacer. Cecilia se siente muy mal. En este acto, se cómo un millennial se hace un “selfie” con el fresco. Y lo pone en Facebook, lo que hace que lleguen los turistas”, relata Flack sobre este acto de la ópera con el que quiere hacer referencia al interés que hubo en Internet por este fresco en 2012 cuando saltó el escándalo.

“Su novia es la nieta de Cecilia. Mientras, la nieta del artista Martínez es Afluenza, la mujer más rica del pueblo, que a su vez está casada con el hijo de Cecilia. Como en una ópera, todo el mundo está relacionado. Todo significa algo. Entonces, en el pueblo decide abrir un mercado con esto”, reconoce Flack sobre cómo en la ópera el pueblo supera la crisis económica. “Tiene un final feliz, donde Cecilia pasa de ser la villana a la heroína”, concluye.