Festivales

Natos y Waor, Niña Polaca, Molotov o Burning, en el cartel del Sonorama Ribera 2024

El festival ha dado a conocer hoy la primera tanda de artistas que actuarán en la 27ª edición, y anuncian dos zonas de acampada, más baños y otras novedades

Público asistente a uno de los conciertos del Festival Sonorama 2023, este jueves en Aranda de Duero.
Público asistente a uno de los conciertos del Festival Sonorama 2023, en Aranda de Duero. Paco SantamaríaAgencia EFE

En Aranda de Duero siempre te mojas. Durante el Sonorama Ribera, lo más perspicaz, inteligente, es hacerse con una pistola que expulse nada más que agua, a presión, y así formar una especie de lucha pacífica (de las pocas veces que estas palabras pueden juntarse), en la que todo asistente a las calles colindantes a la Plaza del Trigo acaba mojado, sea de sudor, de bailar, o de agua, de disparar. Lechazo, sol, música constante y un buen vino. Cuatro indispensables para un buen plan, y que solo encontramos entremezclados y en su máximo esplendor en el Sonorama Ribera. Es ya uno de los festivales de indie, pop, urbano y rock en español fundamentales de nuestro país, y el adelanto del nuevo cartel viene calentando motores. Se ha dado a conocer hoy la primera tanda (de tres) de artistas que actuarán la 27ª edición del Sonorama Ribera, en unas bodegas subterráneas de Aranda mientras llovía y, por supuesto, te mojabas. Entre los artistas confirmados hasta la fecha encabezan Natos y Waor, Niña Polaca, Maikel Delacalle, Sexy Zebras, Macaco, Varry Brava, Veintiuno, Rozalén, Molotov, Shinova o Sidecars. También actuarán Alba Reche, Álvaro de Luna, Funzo & Baby Loud, Juancho Marqués, La Habitación Roja, Rayden, Venturi, Tu Otra Bonita, Shego, Mikel Izal y Carlangas.

En uno de los recovecos de los más de 7 kilómetros de galerías que se extienden bajo el suelo de Aranda de Duero -bodegas conectadas unas con otras-, explicaba ante la Prensa Javier Ajenjo, director y fundador del Sonorama, que "vivimos en un tiempo donde todo está revuelto, los festivales parece que tienen que ser unos más que otros. Pagamos cantidades inmensas por artistas internacionales, y cuidamos poco a los nacionales, que son quienes venden entradas. Las bandas emergentes también merecen una oportunidad. Eso en el Sonorama no se nos olvida. Por eso, va a seguir habiendo artistas anunciados. Antes de Navidad va a haber uno o dos grandes regalos". Se suceden, mientras tanto, otros nombres como La Bien Querida, Tu Otra Bonita, Aiko el Grupo, El Kanka, Travis Birds, Venturi, Miriam Rodríguez o Burning, que actuará en un espectáculo enmarcado en su gira de 50 aniversario.

Un compromiso, una experiencia

Lo del Sonorama es un contrapunto, u homenaje, a la alta tecnología. Con una radio y un casete, Ajenjo iba enumerando los artistas hasta ahora oficiales del cartel del festival, mientras hacía mención especial "a la gente que ha vivido la música durante estos 27 años. Queremos tener un festival mejor. Crecer es inevitable, si es que crecer significa mejorar". Subraya el carácter del Sonorama, pues si algo destaca del panorama festivalero actual, cada vez más poblado y repleto de oportunidades, es que cada certamen debe distinguirse, debe mantener una promesa que se fundamente en un compromiso y, ante todo, una experiencia. El caso del de Aranda de Duero es, en palabras de su fundador, "que somos seguramente el festival más inclusivo del país, y aún así estamos terriblemente lejos de serlo. Se nos quedan pequeñas las plataformas para la poca accesibilidad. Somos conscientes, y lo queremos solucionar. Es muy importante que cualquier persona pueda disfrutar del festival".

Si hay algo que merece la pena observar en el Sonorama es que, durante el día, cuando la fiesta se localiza en el centro del pueblo, sus ciudadanos también forman parte de la experiencia. Los arandinos se vuelcan durante esos días de agosto en la celebración hasta el punto de ser un ingrediente imprescindible de ella, pues no hay Plaza del Trigo sin "calimotxo", y por tanto sin los espacios que ofrecen los bares, tiendas o restaurantes. Son conscientes, con todo, del impacto positivo que anualmente provoca el festival: el Sonorama genera una riqueza por encima de los 15 millones de euros en cada edición, dentro de una localidad de unos 33.000 habitantes. Todo ello, dice Ajenjo, sin perder de vista la sostenibilidad: "Tenemos un proyecto en mente, que consiste en ahorrar parte de los generadores y producir energía eléctrica. Pedimos permiso para hacerlo, porque estamos dispuestos a invertir lo que haga falta en nuestro recinto y en Aranda".

Dos campings, y más baños

Solo se valora la cultura, continúa el organizador, "si estos proyectos tienen un desarrollo público-privado". Y solo se valora a quien la consume desde la comodidad. Desde el Sonorama, aseguran que en la edición de 2024 habrá "dos zonas de acampada, y más baños dentro del recinto, a la izquierda y a la derecha del escenario principal". Concluye Ajenjo afirmando que "no sobran festivales, sino festivales mal hechos. Hay muchas cosas bien estructuradas y que merecen la pena. Este proyecto es nuestro homenaje a la música, que desgraciadamente parece que se ha convertido en lo menos importante, cuando es imprescindible".

Tan solo queda, por tanto, escuchar a estos artistas mientras llega la próxima edición del festival, que tendrá lugar el 7, 8, 9, 10 y 11 de agosto (la última jornada la programación es matinal y gratuita). Las expectativas están altas, teniendo en cuenta el certamen celebrado el pasado verano, en el que se llegaron a reunir 150.000 personas. Cada día, miles de asistentes formaban parte de un público testigo de géneros dispares, liderados por el rock y el pop español, y de conciertos tan únicos como, a la suma, garantes de experiencias inolvidables.