Crítica

Rotundidad rusa

La Razón
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Obras de Rimsky-Korsakov, Grieg y Chaikovski. D. Kozhukhin. Orquesta Filarmónica de Londres. V. Jurowski. Auditorio Nacional. Madrid, 31-I-2018.

Lo primero que hay que decir de este concierto es que, tras varios escuchados con orquestas españolas de calidad, con la London Philharmonic se entra en otro mundo. Ello denota que aún sigue existiendo una brecha entre los conjuntos españoles y los extranjeros de primera fila. Bastó escuchar la cuerda, y en especial a la grave, en el tercer tiempo de la «Patética» para comprobarlo. La característica común de la cita fue su rotundidad, una rotundidad rusa. Abrió el «Cuento de hadas» de Rimsky-Korsakov, partitura con la que hubo sus más y menos durante su composición y que aporta poco a su catálogo. Denis Kozhukhin (Nizhny Novgorod, 1986)estudió en la Escuela Reina Sofía entre 2000 y 2007 con Bashkirov y Martínez Mehner, lo que debe resaltarse para bien de este centro. Mostró en los tiempos extremos una potencia y una técnica arrolladoras, compartidas por el enérgico acompañamiento de Jurowski (Moscú, 1972). Otra cosa es que alcanzase a reflejar todo el lirismo noruego del central. Kozhukhin parece ser un pianista más efervescente que poético pero, la versión de solista y orquesta impactó y concedió una nueva pieza de Grieg como propina. Jurowski, con una agrupación espléndida, expuso una lectura muy sólida, rotunda, brillante, con todo en su sitio y de ahí que el tercer tiempo sobresaliese, pero también algo epidérmica que le impidió comunicar todo lo que debe trasladar al oyente el conflictivo primer movimientoy, muy especialmente, el maravilloso y concentrado movimiento final. Una duda: ¿Será Jurowski el próximo titular de la Ópera de Munich, sucediendo a Petrenko o espera a San Francisco?