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Rosa María Echeverría: «El machismo se ha vuelto más violento y extremo»

Acaba de publicar «Meritxell», una apasionante historia con aire de tragedia antigua que narra la evolución de cinco generaciones de mujeres de la misma familia desde España a Nueva York

Textxu Berruezo
Textxu Berruezolarazon

Acaba de publicar «Meritxell», una apasionante historia con aire de tragedia antigua que narra la evolución de cinco generaciones de mujeres de la misma familia desde España a Nueva York.

Desde una aldea perdida de Castilla en la antesala guerra civil, al Nueva York de la actualidad, cinco generaciones de mujeres de la misma familia con el mismo nombre se abren camino en sus profesiones, todas dentro de la cultura, llegando a las cumbres más altas. «Meritxel» (Castilla 1931-Nueva York 2017) –Editorial Verbum–, es una deslumbrante novela de la escritora y periodista Rosa María Echeverría que, con una prosa poética y brillante, retrata una época, la tragedia de la guerra y el drama de una mujer que quiere formarse ante el espanto de una sociedad cerrada que no la comprende.

–Un libro fascinante.

–Los libros tienen alma y los lectores se alimentan de ese espíritu. Es un libro que te revuelve porque refleja la realidad de la mujer, que ha sido así. Me dicen que cuesta dejar de leer, que engancha.

–¿Es un alegato feminista, una defensa de la mujer?

–Totalmente, es la búsqueda de la libertad y la dignidad de la mujer. Una defensa de la igualdad, de su necesidad de formarse, de evolucionar. Las mujeres van saliendo adelante profesionalmente con un esfuerzo terrible y desgarrador.

–¿Qué simboliza el águila?

–Su vuelo, presente a lo largo de toda la novela, es la libertad, la aspiración de estas mujeres que quieren ser libres, aprender a volar.

–Un reflejo de la España negra, profunda.

–Donde la mujer no tenía ninguna salida. Una España pobre, analfabeta, oscura, llena de tabúes, fetichismos, supersticiones... Mundos cerrados, herméticos, llenos de envidias, de recelos que no admitían que alguien quisiera salir de ahí y menos siendo mujer.

–Con personajes muy marcados

–Son unos caracteres muy típicos de estos pueblos pequeños, el iluminado, la medio bruja, la partera, la indicadora que le pone nombre a todos...arquetipos que definen esa España rural de la época.

–Una sociedad con un atraso secular

–Que señaló la generación del 98, necesitada de instrucción. Que una mujer casada quisiera ir a la escuela y aprender por todos los medios resultaba escandaloso.

–Machista y violenta.

–Sí, de un machismo llevado a sus últimas consecuencias. Los papeles estaban muy definidos, la mujer no era nada ni nadie. Y era muy violenta, se aprovechó el inicio de la guerra para hacer ajustes de cuentas al margen de las ideas políticas, para venganzas personales.

–¿El machismo se ha acabado?

–Al contrario, ahora se ha vuelto más violento, extremo. Es terrible, no paran de matar mujeres. Todo deberíamos mantener una actitud de enfrentamiento ante estas actitudes.

–La vida estaba muy condicionada por la vecindad.

–Eran sociedades rurales bastante herméticas donde no te podías salir del papel. Si lo hacías eras criticada y masacrada, podían hundir a cualquiera por envidias y recelos, algo nefasto para una mujer que quería saber y progresar, que leía, aunque ella rompe con todo a pesar de las consecuencias.

–¿Y no hay algo de eso ahora en las redes sociales?

–Como en los pueblos, las comadres hablando y opinando de unos y otros y crucificando gente. Es lo mismo, pero esparcido a millares de personas, pueden destrozar a quien se ponga por delante y esto es terrible. Cambian las formas, pero el fondo es igual y con más fuerza. Por eso es importante formarse, fomentar el espíritu, tener criterio. Tenemos un problema de educación colectiva importante.

–También hay amor, pasiones y humor.

–Una historia de amor muy fuerte, pasión, rencor, deseos, obsesiones, venganzas y mucho sentido del humor. Un amor puro e incomprendido que nadie entiende entre ellos por la diferencia de edad, por eso no la pueden ver. Pero en la segunda parte aparece la esperanza. Creo que este libro es un canto al amor y a la esperanza

–Con un lenguaje poético.

–Hay una fusión entre naturaleza y personajes muy grande, trato de fundir los estados de ánimo de estos en la naturaleza, la alegría, el dolor profundo, de ahí surge la creación de ese lenguaje lleno de metáforas.

–Recuerda al realismo mágico

–He leído a todos los autores y me han influido mucho, en especial García Márquez, aunque también Valle-Inclán, su ritmo y su música, y Joyce con su «Ulises», con él descubrí el mundo interior profundo de las emociones