La escritora recibe el Premio Nacional de las Letras Españolas por su carrera literaria y periodística.

a vida de Rosa Montero ha discurrido entre líneas: las del periodismo, la literatura, el ensayo. Su biografía es la aventura imprevisible de un estilo literario, de una existencia que se ha mantenido por el aliento que da la palabra escrita. «Empecé a escribir ficción cuando era una niña. Desde que tengo memoria me recuerdo como una persona que escribe ficción. Yo soy una escritora orgánica, porque la literatura es algo esencial para mí, que es estructural en mí, un esqueleto exogéno que me mantiene en pie. El periodismo siempre fue una elección, es un género literario como cualquier otro. Ahí está “A sangre fría” de Truman Capote, que es un reportaje y un trabajo literario. El periodismo me ha enseñado muchos mundos, no solo geográficos, sino también personales, íntimos. Yo podría dejar de escribir en un diario, aunque no quiero, porque me encanta, pero, en cambio, no concibo vivir sin escribir ficción».

La novelista, autora, entre otras obras, de «La hija del caníbal», «La loca de la casa», «Historia del rey transparente» y las celebradas «Lágrimas en la lluvia» y «El peso del corazón», una saga protagonizada por el androide Bruna Husky, ganó ayer el Premio Nacional de las Letras Españolas 2017 que otorga el Ministerio de Cultura. El jurado ha destacado «su trayectoria novelística, periodística y ensayística, en la que ha demostrado brillantes actitudes literarias, y por la creación de un universo personal, cuya temática refleja sus compromisos vitales y existenciales, que ha sido calificado como la ética de la esperanza». Pero este reconocimiento tiene para Rosa Montero, que empezó a escribir en prensa a los 19 años y debutó en la literatura con 29, un valor distinto. «Todos los novelistas somos inseguros. Hay que tener en cuenta que la escritura es una dedicación solitaria y este premio te refuerza, es como si, de repente, tu padre te dijera: “no está mal del todo lo que has hecho”. Y que te lo den en este momento, después de años inventado mentiras y que sea un galardón nacional, de tu entorno, a quien te diriges, porque las traducciones son posteriores, es muy emocionante y tranquilizador. Es muy bonito y estoy muy agradecida».

Entender el mundo

La escritora, que ya está embarcada en la redacción de su próximo libro, reconoce que sobre todo ha evolucionado en «la manera de ver el mundo», más que estilísticamente, aunque matiza que siempre «vas depurando en la narrativa. Antes yo tenía clara una ambición literaria y veía que mis novelas se quedaban a gran distancia de lo que pretendía hacer, pero también sé que he mejorado mucho como narradora. Ahora soy mucho mejor que cuando empecé». La novelista reconoce que uno de los propósitos de escribir es intentar comprender el mundo, aunque admite que eso, hoy, es difícil: «Estamos pasando por momentos, nacionales e internacionales, muy complicados, muy negros, con el cambio climático que progresa con gran rapidez, esa añoranza por los totalitarismos que existe en el mundo y el descrédito del sistema democrático, que es la única esperanza de alcanzar un mundo mejor».

Rosa Montero defiende que «el periodismo es esencial para mantener los sistemas democráticos. Aunque ahora está en crisis, se encontrará una solución, porque la democracia necesita medios fuertes. El papel de la novela, en cambio lo que tiene es que nos permite conocernos mejor y soportar la oscuridad; y tener esperanza en el futuro, y nos ayuda a vivir mejor en las tinieblas».