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No diga Broadway, diga Madrid: cantando bajo el cielo de la capital

Se ha convertido en una de las principales ciudades del mundo en oferta de musicales con una cartelera que no tiene nada que envidiar a Londres o Nueva York
Nostromo Live

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Lejos queda aquel 1975 en el que Camilo Sesto protagonizaba Jesucristo Superstar. En ese momento, el campo de los musicales en España era un desierto y había que ir a Londres o Broadway para disfrutarlo. Nosotros hacíamos zarzuelas, que eran y siguen siendo nuestro teatro musical por excelencia, como demuestra el magnífico montaje de Juan Echanove sobre el Pan y toros de Barbieri. Pero aquel fue un punto de inflexión que abrió camino a un nuevo tipo de entretenimiento: unos musicales que comenzaron a despegar en los 80, no exentos de dificultades. Coco Comín, pionera con el montaje de Fama, lo explica: «Al principio no había intérpretes capaces porque o eran cantantes o actores o bailarines. No tenían una formación multidisciplinar». A partir de ahí, el crecimiento ha sido exponencial, «pasando de la importación a hacer producciones propias de alta calidad y exportables a otros países; con menos medios, eso sí, pero con mucha pasión y talento», explica.
En España estamos viviendo un periodo de euforia con la cartelera llena de espectáculos que suponen, además, un incentivo para el turismo, sobre todo en Madrid, que no tiene nada que envidiar a Londres o Nueva York, como confirman los datos económicos con cifras históricas: los musicales capitalinos venden cada año más de 3 millones de entradas. En 2018 recaudaron 110 millones de euros, casi 7 millones más que todo el cine español, según el Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales (ICAA).
Cantando bajo la lluvia: «70 años es una efeméride digna de celebración», declara Àngel Llàcer sobre una obra icónica. Estrenada en 1952, la inolvidable historia de amor protagonizada y dirigida por Gene Kelly recreaba la estética de los años 20, justo en el momento en que el cine sonoro irrumpía en la industria de Hollywood, mostraba de forma divertida la problemática con la que se toparon actores, productores y directores del cine mudo con la llegada del sonido. Con guion de Betty Comden y Adolph Green, es el nuevo proyecto de Llàcer y Manu Guix, junto a la coreógrafa Miryam Benedited. Canciones como Singing in the rain, New York, New York o Some other time, son coreografiadas por 25 actores y bailarines. Teatro Nuevo Apolo, hasta el 8 de noviembre.
Matilda: Otra de las producciones de la temporada. Basado en la novela de Roald Dahl, cuenta la historia de esta niña inteligente e ingeniosa con poderes muy especiales que, con tan solo cinco años, es admirada por todos menos por sus mediocres padres. Matilda es el musical de la Royal Shakespeare Company, uno de los más premiados del género. Con libreto Dennis Kelly y canciones de Tim Minchin, está adaptada y dirigida por David Serrano, en una producción 100% española. Para Serrano, «es el reto profesional más complejo que he asumido hasta el momento. Creímos que sería Billy Elliot, pero enseguida vimos que este era aún más difícil porque no es solo Matilda quien debe hacer cosas difíciles, también sus ocho compañeros». Nuevo Teatro Alcalá, hasta el 18 diciembre.
Mamma mia!: Adaptación de la comedia musical en torno a los grandes éxitos de ABBA, cuya versión cinematográfica fue protagonizada por Meryl Streep, Pierce Brosnan y Colin Firth. La música y letra son de Benny Andersson, Björn Ulvaeus y Destig Anderson, el libreto de Catherine Johnson y está dirigida por Juan Carlos Fisher. Teatro Rialto, hasta el 18 diciembre.
La historia interminable: Basada en cuento de Michael Ende, es otro musical de producción netamente española, con música y libreto de Iván Macías y Félix Amador y coreografías y dirección de Federico Barrios. El elenco está formado por 35 actores y la escenografía ha sido creada por Ricardo Sánchez Cuerda. Teatro Calderón, hasta el 27 de noviembre.
Charlie y la fábrica de chocolate: Con Edu Soto metido en la piel de Willy Wonka y encabezando el elenco, tenemos la adaptación musical de otro famoso cuento de Roald Dahl. También llevado al cine y convertido en un auténtico fenómeno en 2005 con Charlie y la fábrica de chocolate, dirigida por Tim Burton y e interpretada por Johnny Depp. Espacio Ibercaja Delicias, hasta el 11 de diciembre.
Malinche: El nuevo musical que Nacho Cano estrena en la capital, un proyecto basado hechos históricos de la conquista de México a través de Malinche, una mujer que jugó un papel importante y fue compañera de Hernán Cortés. Recinto de Ifema, hasta el 27 de noviembre.
Y muchos más...
Además: Dirty Dancing, el musical sobre la mítica película que marcó a los jóvenes de finales de los 80 (Espacio Ibercaja Delicias, hasta el 16 de octubre); Tina, el musical, que recorre la trayectoria musical de la cantante (Teatro Coliseum, hasta el 8 de enero); We will rock you, basado en las canciones de la banda británica Queen, coproducido por Brian May y Roger Taylor (Gran Teatro CaixaBank Príncipe Pío, hasta el 8 de enero); El rey león, clásico que celebra su 12ª temporada en el Teatro Lope de Vega. El libro de la selva: José Saiz dirige el clásico de Rudyard Kipling (Teatro Reina Victoria, hasta el 27 noviembre); y Forever. The best show about the King of Pop, en La Latina hasta noviembre.
Y lo que se aproxima: Los puentes de madison, (Teatro EDP Gran Vía); Los chicos del coro (Teatro de La latina); Los pilares de la tierra (Teatro Calderón); The Rhythm of the Night (Gran Teatro CaixaBank Príncipe Pío) y Aladdin, el musical (Teatro Coliseum). No diga Broadway, diga Madrid. O la vuelta de Ladies Football Club (Teatros del Canal), de Sergio Peris-Mencheta, que no es un musical convencional, pero que se apoya en la música tanto como la Safo, de Rosenvinge, Folguera y Pazos, que también ocupa estos días los teatros de la Comunidad de Madrid (en la Sala Roja).