Teatro
El canto a la amistad de Jan Lauwers
Gonzalo Cunill protagoniza a las órdenes del famoso director belga un monólogo sobre el amor al prójimo y el paso del tiempo que se nutre de la relación real entre los dos artistas
El vínculo profesional y personal que se ha ido fraguando con el tiempo entre Jan Lauwers, director de la ya mítica Needcompany, y el actor Gonzalo Cunill adquiere forma artística en un nuevo trabajo conjunto, titulado ‘Un sublime error’, que tiene como uno de sus asuntos fundamentales, precisamente, la amistad, o lo que es lo mismo, el amor en su sentido más amplio.
La relación entre la realidad y la ficción viene de antiguo en la trayectoria de Lauwers y en su manera de entender el teatro: podría decirse que cada propuesta suya es un intento de capturar, por medio de la ficción, la esencia de la persona con la que está trabajando, hasta el punto de buscar una fusión efectiva entre el personaje y el intérprete. En este caso, el director belga quiso hacer una obra específicamente para Gonzalo (Cunill), a quien él ve de la siguiente manera: “Es un hombre que está solo en el mundo. Solo sin sentirse solo. Es todo lo contrario a mí: es tranquilo, tiene una calma aterradora. Se niega a ceder a la confusión que todo ser humano alberga en su interior. Mi vida está impulsada por esa confusión. Sin embargo, los polos opuestos se atraen”.
Un trabajo de 34 años
Pero Gonzalo no es el único personaje: de él emanan otros dos, uno masculino y otro femenino, que Cunill se encarga de interpretar sin dejar de ser Gonzalo, es decir, sin dejar de ser él mismo, en cierto modo. “La obra cuenta una historia de amistad sostenida en el tiempo entre tres personas; y esa historia arranca cuando uno de ellos ha fallecido”, explica el actor argentino. Curiosamente, Lauwers ha construido todos estos personajes a partir de distintos textos de obras suyas escritas en los últimos 34 años. Por medio de flashbacks, el espectador va conociendo desde el presente la relación que existe entre los tres protagonistas. Pero la función, advierte Cunill, toca también otros temas además de la amistad: “Los personajes han pasado por cosas muy duras. Se habla del paso del tiempo y de la muerte; de cómo vivir esa muerte. Y hay, para superar la desgracia, una reivindicación de los pequeños momentos de la existencia, del placer de la sencillez de ciertas cosas que a veces se nos pasan por alto”.
A pesar de ello, el texto de ‘Un sublime error’ está atravesado por un sentimiento de ternura y amabilidad que, ya en la propia dramaturgia, busca de manera directa la conexión con el espectador, tal y como reconoce Cunill: “Con Lauwers se trabaja desde uno mismo. Eso quiere decir que estás en la ficción haciendo teatro, pero también estás aquí y ahora en la realidad, en contacto con el público. Y, de hecho, en esta función se requiere una pequeña participación de ese público en algunos momentos”.
- Dónde: Teatro de la Abadía, Madrid. Cuándo: hasta el 18 de mayo. Cuánto: 18 euros.