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Estreno
Cuando la vida es un 'Cabaret'
Vuelve el icónico musical al Kit Kat klub en una propuesta inmersiva totalmente novedosa y revolucionaria de LETSGO, dirigido por Federico Bellone y Amanda Digón como protagonista

Berlín, años 30. El Partido Nazi comenzaba a tomar fuerza en Alemania y se extiende como una plaga. En esa situación, dos mundos se sobreponen simultáneamente, la pobreza, el racismo, el antisemitismo o la homosexualidad se sufren a diario, pero en el mundo del vodevil, estos problemas quedan atenuados por la música, el alcohol y la desinhibición que proporciona la vida nocturna y el espectáculo, que sirven como evasión de una realidad inquietante y también de excusa perfecta para realizar una aguda crítica de la sociedad vigente en ese momento de ascenso del nacionalsocialismo.
Este es el contexto histórico del Kit Kat klub berlinés, donde las miserias de la vida social y política tratan de olvidarse, su ambiente nocturno se convierte en un refugio donde la joven Sally Bowles y un divertido maestro de ceremonias pretenden hacer olvidar las tristezas de la vida. Con libreto de Joe Masteroff, música de John Kander y letras de Fred Ebb, «Cabaret» está basado en la obra de teatro «I Am a Camera», de John Van Druten, adaptación de la novela «Goodbye to Berlin», de Christopher Isherwood.
El musical, nacido en 1966 en el Broadhurst Theatre de Broadway, fue llevado al cine 1972 por Bob Fosse de manera que, tras la música y las actuaciones de Liza Minnelli y Joel Grey, subyacía la crítica social más acerada sobre lo que ocurría fuera del club. Su magnífica banda sonora, no solo entretenía como uno de los musicales más importantes de la historia, sino que era también profundamente subversiva. El musical gira en torno al decadente Kit Kat Klub y la relación de su estrella principal, la cantante inglesa Sally Bowles con el escritor estadounidense Cliff Bradshaw, que llega a la ciudad buscando inspiración para su novela. La otra trama se centra en el romance otoñal entre Fräulein Schneider, una alemana que regenta la pensión donde se alojan Cliff y Sally, y Herr Schultz, un viudo judío propietario de una frutería, todos ellos observados por el maestro de ceremonias del local.
«Cabaret, el musical en el Kit Kat klub» vuelve a Madrid, pero esta vez de manera muy diferente, la apuesta inmersiva 360º de LETSGO ha transformado el patio de butacas del Teatro Albéniz, dentro del UMusic Hotel Madrid, en un verdadero cabaret. Una idea tan novedosa como arriesgada y compleja, que ha llevado diez meses de esfuerzo y trabajo para que el público pueda estar dentro del mismísimo Kit Kat Klub. Bajo la dirección de Federico Bellone, el reparto está formado por Amanda Digón (Sally Bowles), Abril Zamora (Maestro de Ceremonias), Pepe Nufrio (Clifford), Carmen Conesa (Fraulein Schneider), Pepa Lucas (Fraulein Kost), Gonzalo Ramos (Ernst Ludwig) y Tony River (Herr Schultz). «Para elegir el elenco hemos hecho algo distinto –explica Bellone–, como la calidad del guion es tan alta, se necesitan actores y cantantes con gran capacidad y hemos elegido a profesionales contrastados. Además, una banda de cabaret en directo, dirigida por Julio Awad, intenta crear la atmósfera real de los cabarets berlineses de los años 30, con un punto de teatro musical y del jazz que entonces empezaba.
Y prosigue: «Yo, que soy un ávido espectador de musicales y de teatro, no recuerdo una producción tan inmersiva. Todo lo que pasa dentro del cabaret, los números musicales y las escenas, ocurren “entre” las mesas y el público, y todo lo que sucede fuera del cabaret, se representa “sobre” las mesas, por eso el público sólo podrá beber antes del inicio de la función, en el intermedio y al final», explica el director.
Para Amanda Digón, la protagonista, esta forma de presentar el musical «es un reto porque nunca había hecho algo inmersivo, con la gente tan cerca, pero eso hace que se retroalimente la energía. Notas que pisas y las personas reaccionan, las oyes respirar, emocionarse, te ven sudar, llorar, si das un grito o tienes un momento apasionado. Es algo que va más lejos de la proximidad física, emocionalmente también se produce algo muy bestia porque es imposible no empaparte de lo que está sintiendo el otro».
Como explica Bellone, «no solo queríamos hacer algo diferente, sino dar una razón por la que hacerlo. ¿Por qué hacer “Cabaret” otra vez? –se pregunta–. El musical cuenta un cambio en un momento específico de la historia, que puede trasladarse a otros periodos históricos cuyos cambios suceden en silencio, sin que la gente se dé cuenta de lo que está pasando ni tenga miedo, que empiezan de forma sencilla hasta que, día tras día, el problema –que en tiempos de “Cabaret” fue el nazismo–, se hace más potente y peligroso. Y “Cabaret” es una metáfora de la sociedad de ese tiempo y de los terribles cambios políticos que tuvieron lugar en los últimos días de la República de Weimar –afirma–. Para nosotros, su equivalente actual son las redes sociales, donde todo el mundo se refugia para mostrar solo la felicidad sin querer saber nada de los problemas. “Cabaret” tiene un lado muy dramático, es verdad, pero con esta producción queremos que al público, además de salir habiendo vivido una experiencia increíble, le toque el corazón y las emociones y que entienda qué pasaba realmente en ese momento a judíos, a homosexuales y a todos los que no seguían ciertas reglas, y qué está pasando hoy. Vamos a empujar mucho sobre esto, porque esto es “Cabaret”», concluye.
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