Estreno
'Dibujo de un zorro herido', un monólogo teatral sobre la identidad, la obsesión y el arte
Eric Balbás, único actor en escena, da vida a Ferrán, un profesor de infantil obsesionado con un pintor fallecido, y a las 35 personas con las que se cruza en su camino
La construcción de la identidad es el tema sobre el que gira la obra teatral de Oriol Puig Grau: 'Dibujo de un zorro herido', un monólogo en el que Eric Balbás, único actor en escena, da vida a Ferrán, un profesor de infantil obsesionado con un pintor fallecido, y a 35 personas más con las que se cruza en su camino.
Una hora y 45 minutos dura esta obra que se estrena este viernes 17 en la sala Princesa del Teatro María Guerrero y que reflexiona sobre las obsesiones, los traumas y el arte.
La obra fue escrita por Puig Grau en el programa de Residencias Dramáticas del Centro Dramático Nacional (CDN) durante la temporada 2023-2024, con la intención de retratar a múltiples personajes solitarios en terrenos impersonales.
Detrás de un profesor de infantil
El monólogo sigue a un profesor de infantil llamado Ferrán, cuyas heridas quedarán al descubierto tras toparse con el autorretrato que un pintor hizo antes de morirse en un accidente de coche.
Así lo explicó durante el acto de presentación el autor y director Oriol Puig Grau (Barcelona, 1992), quien dijo que la inspiración detrás de la trama es la novela de Patricia Highsmith 'El talento de Mr.Ripley' (1955).
“La obra tiene mucho juego de observar y ser observado" ha afirmado Puig Grau, mientras que el único actor de la obra, Eric Balbàs, ha admitido que "tenía una sensación de estar en una sala llena de gente hablando" en este viaje en el que el intérprete hará de un hombre herido por unos traumas tan visibles como invisibles.
La escenografía de la obra corre a cargo de Mónica Boromello quien ha combinado elementos imaginativos con otros verosímiles para transportar al espectador a espacios reconocibles como un colegio o un bosque.
Mucha gente pero ningún dueño
"Hay muchos espacios, muchos personajes y había que tomar decisiones. La primera fue ubicarlo en una sala de profesores, un espacio educativo o un terreno impersonal por el que pasa mucha gente, pero que no es de nadie", ha explicado el director barcelonés.
La iluminación de Marc Salicrú, el vestuario de Ana López y la música y de Fernando Epelde también han contribuido a la construcción de un ambiente que oscila entre la realidad y los sueños del protagonista, quien utiliza el cuadro de un pintor muerto como un espejo que materializa un complejo juego de identidades.
Con todos estos elementos, la obra ofrece una variedad de ritmos que arranca con la rapidez de una ciudad como Barcelona, donde se ubica la ficción, hasta detenerse en las preguntas y las emociones que caracterizan al monólogo introspectivo de Fernán, que podrá escucharse en catalán en las funciones del 11 y el 12 de noviembre.
¿Mirar o ser mirado? ¿estar herido u obsesionado? el público será quien proporcione las respuestas en 'Dibujo de un zorro herido', cuyo título fue escogido en referencia a los accidentes "que nos dan forma" y la poética idea de una animal vulnerable en una ciudad de noche, según Puig Grau.