Teatro
El melancólico autor de ‘Tres sombreros de copa’
Nave 10 Matadero y Entrecajas levantan un espectáculo que rinde homenaje a Mihura con una mirada joven, crítica y contemporánea
Mucho se ha escrito sobre las razones que pudieron llevar a Miguel Mihura a abandonar la novedosa senda estilística que había iniciado con su primera y a la postre más popular obra: ‘Tres sombreros de copa’. ¿Por qué en sus siguientes textos prefirió seguir un camino más convencional y, para algunos, más “aburguesado”? ¿Fue por la decepción de comprobar que sus postulados dramáticos no se entendían en aquel tiempo, causa por la cual aquella pieza escrita en 1932 no se estrenaría hasta 20 años después? ¿Se vio más bien empujado por el cambio político en España tras la Guerra Civil, y por un régimen que difícilmente iba a tolerarle unos planteamientos tan liberales en el fondo y tan transgresores en la forma? ¿O fue simplemente la decisión feliz, voluntaria y lógica de un autor que solo aspiraba a conectar con el público de su tiempo y que era consciente de que no lo había consiguiendo con su primer intento?
Quizá por esa costumbre que tenemos de romantizar las circunstancias que atañen a la creación artística, esta última opción no suele tenerse muy en cuenta; pero para el joven dramaturgo Adrián Perea ha cobrado tanta fuerza como otras después de haber leído con detenimiento la formidable y voluminosa edición crítica del ‘Teatro Completo’ de Miguel Mihura que publicó Cátedra. “Aunque ‘Tres sombreros de copa’ se estudie hoy como una de las grandes obras del siglo XX y del teatro del absurdo, él nunca quiso escribir nada absurdo, e incluso negó rotundamente que su obra fuese teatro del absurdo -explica Perea-. Él decía que simplemente la escribió con 27 años, en su cama, casi por aburrimiento, a la espera de que le operaran de una pierna, después de haber vivido un viaje con unos cómicos, y que luego nunca más volvió a escribir nada así porque sentía que había fracasado, que él había intentado escribir para el público de su generación y no lo había conseguido”.
Y esta desmitificadora idea es la que ha servido de motor a Perea para escribir ‘Mihura, el último comediógrafo’, un espectáculo dirigido por Beatriz Jaén que habla del autor madrileño en su curiosa relación con una obra que marcó inexorablemente su carrera desde el inicio, por el revés que supuso para él, y que al mismo tiempo le abrió las puertas de la posteridad. Alimentada en la metatetralidad, la función nos sitúa frente a una compañía que se dispone a representar ‘Tres sombreros de copa’; y será en la chácena, entre bastidores, donde se desarrolle la acción de una historia, con saltos en el tiempo, que nos permitirá conocer y entender, según la directora, “a un hombre (Mihura) que se mueve entre lo burgués y lo bohemio, y que vive siempre en la melancolía porque no puede tener todo lo que quiere y no es capaz de tomar las decisiones que le gustaría tomar”.
David Castillo, Paloma Córdoba, Esperanza Elipe, Esther Isla, Rulo Pardo, Kevin de la Rosa y Álvaro Siankope son los protagonistas de una función que mezcla la realidad y la ficción en su contenido; y, en la forma de presentarlo, el repertorio y la contemporaneidad.
- Dónde: Nave 10 Matadero, Madrid. Cuándo: hasta el 15 de junio. Cuánto: 21 euros.