Primera de Hogueras: Vaya con los paisanos...

Arrancó la feria de Hogueras con el ya tradicional festejo de rejones, una función en la que el público asistente, como ya es sabido, disfruta de lo lindo y antes, incluso, de que salga el primer toro, pues las evoluciones de calentamiento de los jinetes y sus monturas son ciertamente vistosas y muy aplaudidas por la concurrencia.

Abrió plaza y ciclo Andy Cartagena, al que nadie agasajó en su tierra, teniendo en cuenta que este año cumple sus boda de plata como rejoneador de alternativa. No le importó al de Benidorm, que dictó una lección magistral de toreo a caballo con su primero, al que enceló con tanto temple como paciencia y, a lomos de “Duende”, tras llevarle a dos pistas banderilleó con facilidad y arreglo a los cánones, citando dando el pecho de su cabalgadura y clavando al estribo y arriba. Luego, ya sobre “Luminoso” y “Pintas”, dio rienda suelta a su espectacularidad característica, con levadas, cabriolas y galopadas, entusiasmando a la gente, que le procuró ya la puerta grande al finalizar su primer turno.

Y en idéntico tono y son anduvo con el cuarto, luciendo ahora con el impresionante “Cartago”, bailando sobre “Cupido” al ritmo de la música y entusiasmando a los tendidos, rendidos ya cuando banderilleó a dos manos y sin cabezada. Fulminante con el rejón de muerte y otras dos orejas. Y le pidieron con fuerza el rabo... No le dieron ni una triste placa y le escamotean luego un trofeo que hubiese sido la guinda a una actuación portentosa... pues vaya con el paisanaje.

Lèa Vicens volvió a evidenciar su excelente monta y depurada doma, pero ante un oponente algo más parado no siempre acertó a clavar y se demoró con el rejón de muerte.

El quinto tuvo mucho motor de salida y le costó cogerle el punto, brillando entonces en una labor afanosa y muy trabajada. Se acopló pronto el nuevo Hermoso de Mendoza a la velocidad, mucha, de su primero, aunque en el segundo tercio hubo más desajuste, en parte por que el de Bohórquez se paró enseguida.

Acusó el sexto sus muchos kilos y eso obligó mucho al rejoneador navarro, que evidenció su gran clase y nivel, dejando un quehacer un tanto intermitente pero a más con unos quiebros para el recuerdo.

Alicante, 19 de junio Primera de feria Alrededor de media entrada. Toros de Fermín Bohórquez, con presencia y manejables.