Enfermería

Así fue el grave percance de Daniel Artazos y la operación que puede devolverle la movilidad

El joven torero de Sobradiel, alumno de la Escuela de Valencia, afronta una lenta recuperación tras un percance que estuvo a punto de costarle mucho más que su carrera

Así fue el grave percance de Daniel Artazos y la operación que puede devolverle la movilidad
Así fue el grave percance de Daniel Artazos y la operación que puede devolverle la movilidadLa Razón

La plaza de toros de La Malagueta fue escenario de uno de los momentos más dramáticos de la feria malagueña: la gravísima cogida del novillero Daniel Artazos, alumno de la Escuela de Tauromaquia de Valencia y natural de Sobradiel, que sufrió una severa lesión vertebral mientras participaba en el XVIII Certamen Internacional de Escuelas Taurinas.

El percance ocurrió cuando el joven torero salió a ejecutar un quite en el turno de un compañero, frente a un novillo de la ganadería Toros de la Plata. En la primera verónica, el astado se le arrancó con violencia, lo volteó y lo hizo caer en una postura fatídica. Inconsciente, fue trasladado a la enfermería por los matadores Fortes, Luis Miguel Encabo y Víctor Manuel Blázquez, quienes reaccionaron de inmediato ante la gravedad de la escena.

El diagnóstico inicial fue estremecedor: fractura de la quinta vértebra y pérdida de movilidad en el costado izquierdo. Los médicos calificaron el pronóstico como gravísimo, y el torero fue ingresado de urgencia en la UCI del Hospital Universitario de Málaga. La lesión comprometía los nervios del brazo y hacía temer secuelas irreversibles, lo que mantuvo a familiares y compañeros en vilo durante horas.

Tras una compleja intervención quirúrgica de cinco horas, los especialistas lograron sustituir por completo la vértebra dañada. Según explicaron a su entorno, la operación se desarrolló con éxito y existe confianza en que, con el tiempo, la médula se descomprima y el torero recupere la movilidad. La ausencia de afectación directa a la médula espinal ha sido calificada como un auténtico milagro.

Ya en la sala de reanimación, Daniel Artazos se mostró animado y receptivo, un cambio radical frente al sombrío panorama inicial. Aunque no hay plazos concretos para su recuperación, el optimismo de los médicos y de su equipo es evidente, lo que aporta una dosis de esperanza en medio de un proceso que se prevé largo y exigente.

Artazos, que tenía previsto debutar con picadores en la feria de El Pilar de Zaragoza, deberá aplazar sus planes y centrarse en su rehabilitación. Su caso es un recordatorio del riesgo inherente a la tauromaquia y del valor de quienes, como él, se enfrentan al toro con entrega total, conscientes de que en cada lance se juega algo más que una faena: se juega la vida.