Feria de Abril

Daniel Luque, Puerta del Príncipe de torero inmenso

Gran tarde del riojano Diego Urdiales, que pasea un trofeo de mucho peso

SEVILLA, 12/04/2024.- El diestro Daniel Luque sale a hombros a la finalización del festejo taurino celebrado este viernes en la Real Maestranza de Sevilla, con toros de Núñez del Cubillo.
SEVILLA, 12/04/2024.- El diestro Daniel Luque sale a hombros a la finalización del festejo taurino celebrado este viernes en la Real Maestranza de Sevilla, con toros de Núñez del Cubillo. Agencia EFE

Hay tardes que uno viene a los toros por el ruido, por el runrún, por lo que suena, hay otras que tienes la certeza de que vas a ver torear bien, pase lo que pase. Poco o mucho, con la suerte a favor o en contra. La suerte daría, además de para dar título a una serie en la que se ha aventurado Disney+ a nivel mundial con dos creadores de altura como son Paco Plaza y Pablo Guerrero y nada menos que Óscar Jaenada y Ricardo Gómez en la interpretación, para otro Cossío. La suerte que da y quita. La suerte en los sorteos o la suerte para salir ileso de cogidas imposibles. Pero la suerte verdadera, por la que han sufrido en la intimidad y eternamente reconocidas figuras del toreo, ha sido por torear bien. En verdad, por lo que sufrimos todos. Por la frase perfecta. La faena perfecta. El plano perfecto. La puta perfección, a pesar de que no hay nada más perfecto que lo imperfecto. El chispazo que no se relata, pero se entiende. En los toros eso es electrizante, incandescente. Hay un abismo, un código secreto, un lenguaje unánime. Por eso ocurrió que Diego no tuvo la suerte de que la música le cantara la grandeza de su puesta en escena desde el comienzo, pero la belleza fue irrefutable. El toro de Cuvillo estaba con lo justo, pero Urdiales embarcó con los vuelos, hiló tan fino, que la expresión resultó un revuelo para los sentidos. El silencio era una calma. Un encaje de piezas. Los pelos de punta. Y de pronto Diego se puso al natural y hubo uno que crujió la Maestranza. Uno de esos que lo cambió todo. El sentido eterno de la tauromaquia en un muletazo. Pareció que el Cuvillo no aguantaría, mas encontró el de La Rioja el buen vino que tenía el animal a la orilla del toreo eterno. Emoción, cadencia y suavidad en el trazo. Un todo para rematar con una estocada emocionantísima. Fue un orejón de Sevilla. El cuarto no se lo puso fácil soltando la cara. La faena de Urdiales fue un ejercicio impoluto de torería y conocimiento de la tauromaquia. Una delicia su manera de estar delante del toro, de dar el pecho, citar al animal, mandar con los vuelos…Hay dos mundos.

Bueno fue el segundo al que Talavante pegó un natural extraordinario. El resto fue estar detrás de la mata y trallazos de aquí para allá. El resultado, con una estocada baja, fue el mismo. En una faena hubo folclore y en otra emoción. Con transmisión fue también el quinto, gran toro. Para pensar la faena de Talavante, que no se puso ni una vez. Perdido en la inmensidad del ruedo y de lo que fue.

Luque compuso precioso con la capa en el tercero. Mayúsculo fue el quite por tijerillas que hizo como réplica a Urdiales. Cumbre. Espectacular Iván García con los palos. Pero la cosa no quedó ahí. Luque se dio el gusto de torear muy bien, porque es lo que sabe hacer. Tiene un sitio descomunal, como si no le costara y metió al toro con unos recursos sobrenaturales. Da gusto verlo. La estocada, de libro.

Sobrado, como si estuviera en el campo, comenzó la faena al sexto, que tuvo un gran desafío porque lo que el toro no tenía era ritmo. Luque tiene la cabeza fresca y plenitud del cuerpo para poner todo al servicio del toreo. La faena fue una maravilla para los sentidos. Poder, soberbia, arrojo para aguantar las paradas del toro, despaciosidad, ajuste, disfrute, expresión... Luque devoró al toro, se comió la escena hasta poner al público en pie. (A pesar de que la música no se había enterado), pero la musicalidad era otra, iba por los caminos del corazón y los dos trofeos se pidieron con tanta fuerza que no cabía otra que ver al de Gerena irse por la Puerta del Príncipe. Era grandiosa. Como es el toreo cuando se construye de verdad.

Ficha del festejo

SEVILLA. Quinta de la Feria de Abril. Se lidiaron toros de Núñez del Cuvillo, muy justos de presentación. El 1º, noble y con buen fondo; 2º, bueno; 3º, noble y con el fondo justo; 4º, complicado; 5º, bueno y con transmisión; 6º, manejable y protestón. Tres cuartos en los tendidos.

Diego Urdiales, de catafalco y oro, estocada fulminante (oreja); pinchazo, estocada (saludos).

Alejandro Talavante, de tabaco y oro, estocada baja (oreja); pinchazo, estocada (saludos).

Daniel Luque, de obispo y oro, gran estocada (oreja); aviso, estocada (dos orejas).