Muere Julián Agulla, periodista y rostro habitual del toreo madrileño

La noticia ha corrido como un reguero de pólvora entre los aficionados, los profesionales y los compañeros de la información taurina. Julián Agulla, periodista de alma y taurino de corazón, ha fallecido esta mañana en Madrid a causa de un infarto. Su marcha ha provocado una oleada de consternación en la Comunidad de Madrid, donde era una presencia constante, cálida y siempre cercana en plazas, peñas, tertulias y medios de comunicación.

Agulla no era solo un periodista; era, sobre todo, un transmisor entusiasta de la tauromaquia, con esa rara virtud de estar en todas partes y a la vez en el lugar exacto. Se le veía presentar actos, moderar mesas redondas, intervenir en radios, escribir en medios especializados y, sobre todo, animar la vida taurina de base, apoyando sin condiciones a los novilleros y toreros jóvenes que veían en él a un amigo más que a un comunicador.

Popular, empático y querido por todos los sectores del toreo, Julián fue durante décadas uno de esos pilares invisibles pero fundamentales para la vida taurina madrileña. En tiempos de ruido y opiniones extremas, él optaba por el tono mesurado, la sonrisa, la charla compartida en el callejón o la voz templada en la presentación de un acto.

Su cuerpo ha sido trasladado al Tanatorio Norte de Madrid, donde está siendo velado de las 16:00 horas. Allí comenzarán a llegar, de forma inevitable y sincera, las muestras de cariño de quienes compartieron con él tanto la profesión como la pasión.