“Te quiero bien, Perú”
La noche en que Roca Rey cambió el ruedo por la solidaridad en Perú
Una velada de cultura, compromiso y emociones profundas, con el torero peruano como anfitrión de una cita que reunió gastronomía, diseño y arte por los niños del INSN

Lima fue testigo, el pasado viernes, de una noche en la que la generosidad de Roca Rey brilló tanto como en una faena inspirada. El Teatro Municipal acogió la gala "Te quiero bien, Perú", una iniciativa solidaria liderada por el torero limeño y la embajadora cultural Ingrid Yrivarren, con un fin claro: recaudar fondos para los niños del Instituto Nacional de Salud del Niño de Breña. No fue solo un evento benéfico, sino una declaración de identidad, arte y compromiso.
Con 280 invitados y una atmósfera elegante, la velada fue un despliegue de cultura peruana en su estado más genuino. Moda, gastronomía, pintura y música se entrelazaron en una celebración de las raíces andinas, con la participación del chef Mario Sandoval —dos estrellas Michelin— y diseñadores como Ani Álvarez Calderón, quien presentó una colección inspirada en Santa Rosa de Lima y los símbolos del Perú profundo. Todo en esta gala fue un acto de amor a lo propio.
Pero la gala también tuvo momentos de alto voltaje emocional. Roca Rey donó uno de sus trajes de luces para la subasta, en un gesto cargado de significado. La pieza, codiciada por su valor simbólico, se convirtió en uno de los puntos culminantes de la noche, junto a la puja por las obras de 48 artistas peruanos que cedieron su talento para la causa. Fue, en todos los sentidos, una velada para recordar.
Esta gala nació de una conversación entre Yrivarren y el torero, que expresó su deseo de devolver algo de lo mucho que Perú le ha dado. Lejos de buscar el foco mediático, Roca Rey apostó por un acto auténtico, rodeado de amigos y con la discreta presencia de su pareja, la mexicana Marina Díaz. Su apoyo, silencioso pero firme, subrayó el carácter personal e íntimo del evento.
Entre los asistentes destacaron rostros conocidos como el torero Miguel Abellán o los influencers Tomás Páramo y María García de Jaime, que no quisieron perderse una noche tan significativa. Pero más allá de los nombres, fue el espíritu del evento lo que marcó la diferencia: un torero convertido en embajador de su tierra, haciendo de su fama una herramienta de ayuda.
Este acto benéfico no due un punto aislado, sino el preludio de la cita más desafiante de Roca Rey en su carrera. El pasado 2 de noviembre, el torero se encerró en solitario con seis toros en la plaza de Acho, saliendo a hombros tras cortar tres orejas en la celebración del décimo aniversario de su alternativa. Una muestra más de su compromiso con el Perú, no solo en el ruedo, sino también en lo social.