Próximo estreno
Óscar Jaenada y Ricardo Gómez, ¡al ruedo!
Paco Plaza y Pablo Guerrero firman "La Suerte", una comedia insólita con aroma de carretera, que llegará a Disney+ tras su estreno en San Sebastián
Si hay algo que a Disney+ no se le puede reprochar últimamente es falta de riesgo. Su nueva serie original, “La Suerte”, tiene título breve y resonante, pero lo que cuenta va mucho más allá del nombre. La plataforma ha elegido el Festival de Cine de San Sebastián para el estreno mundial de esta producción española que mezcla toros, carretera y un improbable vínculo masculino entre generaciones. Es comedia, sí, pero también una historia de encuentros, repliegues, gloriosas rarezas y algo de superstición.
Detrás del proyecto están Paco Plaza, especialista en provocar escalofríos (“Verónica”, “REC”), y Pablo Guerrero, director de ficciones emocionales como “Alba” o “Entre tierras”. Dos talentos con trayectorias paralelas que ahora se cruzan para dirigir una serie que suena a road movie y huele a ruedo. Lo dicen ellos mismos: treinta años de amistad convertidos en un trabajo conjunto que tiene más de ritual que de guion al uso.
“La Suerte” arranca cuando David (Ricardo Gómez), un joven taxista tímido hasta el hueso, se convierte por azar en chófer personal de una leyenda viva de la tauromaquia venida a menos: el Maestro (Óscar Jaenada), que sale de su retiro para redimirse. Gómez, curtido ya en el salto del drama al riesgo con “La Ruta”, y Jaenada, en plena madurez expresiva tras encarnar a Camarón, Cantinflas y medio espectro de iconos iberoamericanos, son los que dan peso, humor y matices a este binomio imposible.
La química entre ambos sostiene un relato que transita sin complejos por paisajes reales, con más de 6.000 kilómetros de asfalto a sus espaldas. Talavera, Zaragoza, Málaga o Madrid no solo sirven de telón de fondo: son parte del pulso de esta historia que, aunque guiada por el absurdo cotidiano, tiene pies firmes en el terreno emocional. “La Suerte” no elige la exageración ni la autoparodia fácil. En lugar de eso, propone un ritmo cómico sostenido, con silencios bien elegidos y un uso medido del surrealismo.
El Maestro necesita volver a sentirse alguien. David simplemente quiere llegar a fin de mes. Entre ambos hay vacíos, confidencias indirectas, miradas en el retrovisor y ese tipo de conexión que no se busca, pero que ocurre cuando compartes coche, cansancio y preguntas que no se dicen en voz alta. El guion se apoya en una mirada tierna hacia lo grotesco, algo poco común en la comedia española reciente. Es una historia de hombres, sí, pero escrita sin testosterona barata ni clichés rancios.
Visualmente, la serie se aleja del cartón piedra y apuesta por la autenticidad. Nada está pulido en exceso, ni falta que le hace. La España que se muestra es la de las plazas de toros pero también la de los bares de gasolinera, la de los pueblos que se saltan en las guías y la de los silencios que solo rompen los truenos del pasado. Y en esa mezcla de lo cotidiano con lo mítico es donde “La Suerte” empieza a hacerse fuerte.
En San Sebastián, donde la serie tendrá su estreno fuera de concurso, ya se respira expectación. No por la alfombra roja, sino porque algo huele distinto en esta producción de Boomerang TV para Disney+. No parece otra serie más. Parece una con acento, carácter y una ambición nada ruidosa: la de contar una historia con calma, gracia y sin miedo al hueco que queda después del aplauso.