Feria de Fallas

El peligro lo tuvo el de la bota

Meritorio trofeo de Paco Ureña en el cuarto, tris, de Montalvo y otro a la voluntad de Francisco de Manuel en una tarde de ocho toros en la Feria de Fallas

El peligro lo tuvo el de la bota
El peligro lo tuvo el de la botaLitugo / NautaliaLitugo / Nautalia

Era el cartel de los buenos estudiantes. Haciendo un resumen fácil de los que lo habían petado el año pasado. Paco Ureña lo hizo en varias ocasiones antes, a pesar de que después la pandemia se metió por medio e hizo de olvido. ¿En serio? Súper... El destrozo de volver a empezar después de haber resucitado tras una década en el dique seco debió ser heroico. Lo de Téllez y Francisco de Manuel tenía su tela. Los dos salieron de Madrid. Madrid de alma mía. Plaza que abría carteles para que ocurrieran milagros así y los que estamos «atorados» de pronto creyéramos de nuevo en la emoción de lo imperfecto. Téllez se llevó de calle San Isidro, que naturales oiga, tan despacio, que todavía hoy, siglo después, son y Francisco de Manuel se merendó una tarde de figuras con Talavante en Otoño. En figurón estuvo él. Valencia, por Fallas, reunió a los tres para empezar temporada. Cartel de aficionado. De buen presagio y querer ver. Para bruja que venga otra...

Paco Ureña apostó por el arrimón con el primero que se quedó corto y sin querer empujar en el engaño. No mejoró el animal en las cercanías con el intento del murciano por justificarse. Fue con alegría el segundo a la muleta de Téllez, pero en el primer muletazo se desplomó. Desde entonces el Juampedro sacó nobleza con las fuerzas justas, pero la faena no tuvo los aires de grandeza que nos transportaran al pasado. Tandas muy cortas, en el constante intento de quitarle la muleta, con más búsqueda que encuentro. En el montón y lejos del delirio. No fue un toro para perder el sentido, la faena y el bajonazo tampoco.

La ilusión con Francisco de Manuel nos duró un suspiro. El resto se convirtió en un aburrimiento. Había poco que hacer con un toro apagado, al que le costaba un mundo acudir y cuando lo hacía no transmitía nada. De Manuel quiso aprovechar la oportunidad sabedor de que hay pocas, pero eso del espectáculo dista lo insalvable.

Para mejorar la situación el presidente se hizo rogar con el cuarto, que estaba flojete y como no lo tenía claro hasta el tercer par, que creo que era la quinta pasada con las banderillas no sacó el pañuelo verde. Qué parte no se ha entendido que consiste en aligerar los tiempos del festejo. El de Juampedro fue condescendiente a la hora de volver a toriles y un ejemplar de Montalvo lo sustituyó, que se descordó de verdad. Que no cunda el pánico, esta vez el presi reaccionó antes. Nos fuimos a por el tris mientras los bueyes no daban abasto. Ni nosotros atascados en mitad de la corrida (ni en la M-30).

El triunfo

Paco Ureña tuvo claridad de ideas en medio del desastre colectivo y se fue al toro con la decisión de pegar los justos pero buenos. Los tenía el de Montalvo con nobleza y profundidad en el viaje. Entregado siempre, a veces un punto forzado, conquistó Ureña en una faena con verdad, decisión y deliciosa medida de los tiempos. El espadazo hizo el resto. La suerte quiso que en la vuelta al ruedo, en la que se tomó su tiempo, ojo al frío, le dieran en el ojo con una bota de vino. El peligro lo tuvo el de la bota. Toro de Juampedro con opciones fue el quinto. La faena de Téllez fue más de estar a la espera que de ir a buscarlo. Dejó muletazos buenos, pero sin la rotundidad de otros tiempos. Labor extensa, voluntariosa y desangelada. Al sexto, una raspa, le dio por embestir. A De Manuel se le vio matador en ciernes. Muchas ganas y atropello. La tarde fue larga y rara.

Ficha del festejo

Valencia. Quinta de la Feria de Fallas. Se lidiaron toros de Juan Pedro Domecq, desiguales y justos de presentacion. El 1º, de corta arrancada; 2º, noblón; 3º, parado y soso; 4º, tris, de Montalvo; noble y de profunda embestida; 5º, noble y reperidor; 6º, bueno. Más de media.

Paco Ureña, de rosa y oro, pinchazo, estocada corta (saludos); estocada (oreja).

Ángel Téllez, de grana y oro, bajonazo (saludos); estocada baja (vuelta).

Francisco de Manuel, de grana y oro, cuatro pinchazos, descabellos (silencio); estocada (oreja).