
Plazas a reventar
Temporada de “No hay billetes”: Sevilla cierra con un "pleno" y Madrid toma el relevo
La Maestranza vivió tres días de llenazo absoluto, mientras Las Ventas se prepara para un cierre con doble cartel agotado y cifras históricas de abonados

La Feria de San Miguel en Sevilla se convirtió en el epicentro de la temporada durante el último fin de semana de septiembre: tres corridas consecutivas con cartel de “No hay billetes”, un logro que subraya el magnetismo del toreo en la capital andaluza, que acaba de lanzar una campaña institucional para subrayar la importancia del toreo como eje cultural hispalense. Al colgar el lleno en las tres jornadas finales, la Real Maestranza sumó su noveno cartel agotado en 2025, reflejo de una demanda que sigue superando expectativas.
Lo más llamativo no es solo que la Maestranza sevillana esté rebosante, sino cómo esta insistencia en el llenazo ha sido la constante de toda la temporada a lo largo y ancho del mapa taurino europeo. Se han pulverizado datos históricos de asistencia en numerosos ciclos y la venta de abonos ha crecido con fuerza en plazas pequeñas y grandes. Además, las retransmisiones televisivas de las distintas ferias y festejos también han cosechado audiencias de récord, amplificando el eco de esos éxitos.
Pero la historia no termina en Sevilla. La Feria de Otoño en Madrid asoma como la continuación natural de esta escalada: ya ha superado sus propios límites al alcanzar19.428 abonados, la cifra más alta en los últimos 15 años, según datos oficiales. Esa marca supone 1.199 abonados más que el año anterior y certifica que el fervor taurino también late con fuerza en la capital.
El punto culminante llegará el 12 de octubre, cuando Morante será reclamo principal en la Corrida de la Hispanidad y se espera un doble cartel de “No hay billetes”, dado el interés despertado. Fue precisamente en este día cuando las entradas se esfumaron en tan solo una hora, un termómetro irrefutable de la pasión que acompaña a este cierre taurino.
Está claro que este fenómeno no es casualidad ni puro marketing: es una reacción colectiva. Hace años se decía que la afición estaba dormida, pero hoy la plaza lo demuestra: el toreo sigue viva con fuerza latente. Que Sevilla y Madrid marquen el paso con récords, seguidas por Pamplona, Santander, Huesca, Málaga y muchas más, revela que el público no ha desaparecido, sino que exige espectáculo con renovado compromiso.
Si este contagio de entusiasmo se mantiene, podríamos estar viviendo una temporada taurinamente histórica. Que los últimos carteles se agoten no será solo una cifra, sino una declaración: el toreo sigue siendo territorio de emociones compartidas, de noches memorables y de plazas entregadas al silbido del viento y al rugido de un público que no olvida, aunque unos poco necios se empeñen en decir lo contrario y hasta llevarlo al Congreso...
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