Arqueología

Un adolescente descubre en Alemania un tesoro vikingo del siglo X

El hallazgo ha tenido lugar después de que un niño de 13 años y un aficionado a la arqueología encontraran varias piezas a comienzos de año. Las monedas incluyen grabados de cruces cristianas y pesan alrededor de 0,3 gramos. Ademas, se han encontrado perlas, gargantillas, fíbulas y un martillo.

Joyas y monedas medievales del Rey Harald Bluetooth
Joyas y monedas medievales del Rey Harald Bluetoothlarazon

El hallazgo tuvo lugar después de que un chaval de 13 años y un aficionado a la arqueología encontraran varias piezas a comienzos de año.

Un grupo de arqueólogos y voluntarios alemanes han descubierto en la norteña isla de Rügen un tesoro vikingo de más de 1.000 años de antigüedad perteneciente al célebre rey danés Harald Blåtand.

El hallazgo ha tenido lugar después de que un niño de 13 años y un aficionado a la arqueología encontraran varias piezas a comienzos de año. Las monedas incluyen grabados de cruces cristianas y pesan alrededor de 0,3 gramos. Ademas, se han encontrado perlas, gargantillas, fíbulas y un martillo.

Según la Oficina Regional de Arqueología y Conservación de Monumentos del "Land"de Mecklenburgo-Antepomerania, este fin de semana se han rescatado más de 600 piezas de plata del siglo X después de Cristo, entre las que se encuentran hasta 100 monedas acuñadas por el rey Blåtand.

Algunas de las piezas están troceadas, porque se usaban como pesos, explican los arqueólogos, que consideran que se trata del mayor descubrimiento de monedas realizado hasta el momento en el sur del mar Báltico.

Harald Blåtand, hijo del rey Gorm y la reina Thyre, fue conocido en su época por la unificación de las tribus noruegas, suecas y danesas y su conversión al cristianismo. Después de perder una batalla frente a su hijo Svend Tveskæg (barba partida), Harald Blåtand huyó herido a la isla de Wolin, donde murió.

El hallazgo en Rügen puede estar relacionado con esa huida, con la que también se vincularon dos descubrimientos de joyas realizados a finales del siglo XIX en la cercana isla de Hidensee, según afirman los arqueólogos alemanes.

Las primeras pistas sobre el tesoro las dieron dos aficionados que se dedicaban a rastrear cerca de la localidad Schaprode, en Rürgen, en busca de objetos arqueológicos con dispositivos GPS y detectores de metales.

Tras localizar varias piezas de planta, que en un principio confundieron con fragmentos de aluminio y chatarra, ambos decidieron contactar con las autoridades competentes y durante el fin de semana se llevó a cabo la excavación.