Un empate cruel e injusto

El Real Madrid cerraba la jornada 18 frente al Athletic Club de Bilbao con la obligación de sumar los tres puntos para seguir empatado en el liderato con el Barça. Y cuando aún no se habían apagado los ecos del Clásico y de ese VAR digamos que «no muy madridista», el Santiago Bernabéu estaba expectante tras el buen juego del equipo en el Camp Nou e irritado una vez más y con razón con el asunto arbitral.

¡Más madera! Al final faltó fortuna y la falta de acierto ante el gol con tres tiros a la madera. Qué lástima de punto perdido y qué injusto. El Madrid salió con un equipo de presente, pero también con un futuro espectacular. Ayer estaban de titulares los Valverde (21 años), Militao (21), Vinicius (19) y Rodrygo (18). Los cuatro cumplieron en un primer tiempo en el que el Madrid jugó a un ritmo alto, marcado por Luka Modric, el gran veterano que volvió a mostrar su clase. El equipo de Zidane fue muy superior y pudo haber conseguido antes del descanso un resultado hasta amplio, que no se produjo por la gran actuación de Unai Simón y por los palos.

El esfuerzo de Valverde Quiero destacar la aparición ya consolidada esta temporada de Fede Valverde. «El Pajarito» es el auténtico pulmón del equipo jugando al lado de Casemiro (ausente por sanción), o ejerciendo él mismo de mediocentro y dando mucho oxígeno a los interiores, a Modric y a Kroos, que les permite jugar con más libertad y llegar a la frontal del área buscando el disparo. Pero el esfuerzo del joven uruguayo, como el de todos, chocó con los palos y con el muro bilbaíno. Un tropiezo inesperado, cruel e injusto. Hay que seguir en la pelea y haciéndolo así llegarán los goles y el Real Madrid ganará la Liga. Pese al tropiezo de anoche, yo no dudo.