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Coronavirus

Sergio Ramos, el líder del líder

Acaba contrato con el Real Madrid en 2021. La Liga y la renovación son sus siguientes objetivos

Sergio Ramos celebra su gol al Mallorca
Sergio Ramos celebra su gol al MallorcaJesus G. FeriaLa Razón

Zinedine Zidane dice que Sergio Ramos es «el mejor defensa del mundo». Y el capitán del Real Madrid se empeña en demostrarlo en las dos áreas. Ramos es el defensa más goleador de la historia de la Liga. En San Sebastián superó a Ronald Koeman, que se paró en 67, y con el gol de falta ante el Mallorca ya suma 69.

Sergio Ramos es un líder en el campo y fuera. Ahora que el público ha desaparecido de manera transitoria de los estadios, las gradas devuelven continuamente el eco de la voz del capitán. No calla en los 90 minutos, no para de dar instrucciones a sus compañeros. Por jerarquía y por posición, los compañeros entienden que su visión es más apropiada en muchas ocasiones.

El liderazgo lo demuestra en pequeños detalles y en sacrificios como el de jugar contra el Mallorca sólo tres días después de tener que abandonar el campo lesionado en San Sebastián. Un golpe en la rodilla le obligó a sentarse en la grada con hielo en la rodilla, pero no tuvo dudas de si debía guardarse para el partido del fin de semana contra el Espanyol.

Lo mismo hizo varias temporadas atrás, en la 15/16, cuando se lesionó en el hombro y, a pesar de perderse varios partidos con el Real Madrid y alguna convocatoria con la selección, no quiso operarse para no abandonar a sus equipos.

Ramos ha demostrado una capacidad de trabajo y una constancia indudables. No es extraño verlo en las redes sociales trabajando en el gimnasio. Y lo mismo hace con los lanzamientos de falta, como demostró ante el Mallorca. «Me alegro por su gol. Es nuestro capitán y nuestro líder, defensivamente ha mostrado el camino a seguir, ofensivamente me alegro porque entrena faltas y marcarla es una satisfacción para él y para nosotros», explicaba Zidane. Pero el trabajo en el golpeo a balón parado no es reciente. Ya lo hacía después de los entrenamientos cuando Beckham jugaba en el Real Madrid. Sergio nunca ha dejado de aprender ni de asumir responsabilidades. Eran muchas las dudas cuando se marchó Cristiano de quién debería lanzar los penaltis. Sergio dio el paso adelante y a estas alturas nadie discute quién es el especialista.

El capitán es el ejemplo ahora para sus compañeros y su situación en el club es más estable que la temporada pasada, cuando una oferta de China comprometió su futuro. Acaba contrato la próxima temporada, pero la renovación parece más próxima ahora. El criterio del Madrid es renovarle de año en año. A él le gustaría que el compromiso fuera más largo, pero están condenados a entenderse, aunque el club no se ha puesto aún en contacto con René, su hermano y representante, para tratar el asunto.

La relación entre el presidente y el capitán es ahora mucho más fluida que hace un año, cuando salió a dar una conferencia de prensa para explicar lo inexplicable y decir que no se iba a marchar al fútbol chino. «Sergio es un jugador de aquí que lleva muchos años en el Real Madrid y tiene que retirarse aquí, lo diré siempre», asegura Zidane.

Llegó al Madrid con 19 años como el primer gran fichaje español de Florentino Pérez, acostumbrado a añadir «galácticos» al equipo en cada verano. Un fichaje especial para el presidente.

Ramos, además, tiene una obsesión, llegar al Mundial de Qatar en 2022 y eso le sitúa ya en la temporada siguiente, la 22/23 porque el campeonato se disputa entre noviembre y diciembre. Le gustaría ser para la Roja algo parecido a lo que fue Manolo Sanchís para el Real Madrid. Sanchís levantó la Séptima y la Octava Copa de Europa después de haberse estrellado en el intento cinco temporadas consecutivas con el Madrid de la Quinta del Buitre. Era la conexión entre aquel equipo que se quedó para siempre en la memoria de los que lo vieron con el que ganó dos de las tres últimas Copas de Europa del siglo XX.

Sergio quiere conectar a la España campeona de todo con la que debe acudir al Mundial de 2022. El fracaso en el Mundial de Rusia se le quedó grabado en el corazón. Inmediatamente después de la eliminación aseguró que tendría que estar en Qatar. «Aunque sea con la barba blanca», añadió. Tendrá entonces 36 años y sería su quinto Mundial.

Pero Sergio quiere seguir superando retos y el más cercano es llevar al Madrid a ganar la Liga de la pandemia.