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Coronavirus

El PSG se salva en el minuto 93

Un gol de Choupo-Moting en el tiempo añadido dio la victoria al equipo francés, que remontó ante el Atalanta

Neymar celerba el gol del triunfo con Choupo-Moting
Neymar celerba el gol del triunfo con Choupo-MotingDavid RamosAP

No fueron Neymar y Mbappé. Fueron Marquinhos y Choupo-Moting los encargados de salvar al PSG y meter a los franceses en semifinales cuando el Atalanta ya veía la clasificación. Si el Atlético derrota al Leipzig, habrá un Atlético-PSG en semifinales.

PSG y Atalanta decidieron engrandecer el invento de la UEFA en Portugal con su arranque. Fue la muestra de lo que han sido ambos equipos en la temporada del coronavirus, antes y después del confinamiento. Bloques que se preocupan más por mirar la portería contraria que por proteger la propia. Y eso que en los dos equipos había bajas mayúsculas. Di María estaba sancionado y su lugar lo ocupó Sarabia. El español es el mejor recambio que tienen las estrellas del PSG. Mbappé arrancó el partido sentado en el banquillo. Hace menos de tres semanas ni siquiera se le esperaba ahí después de la brutal entrada que sufrió en la final de la Copa de la Liga de Francia. Hubo que esperarle hasta el minuto quince de la segunda parte, el cambio de toda la vida. Gasperini también tenía a quien echar de menos. Ilicic no estaba, pero la actitud de su equipo fue la misma que si hubiera contado con el esloveno que marcó cuatro goles en Mestalla.

Navas y Sportiello aparecieron pronto. Al ex madridista le probaron el Papu Gómez y Hateboer. La respuesta del PSG fue cosa de Neymar. Desperdició un uno contra uno cuando lo más sencillo para él hubiera sido marcar. Fue el anuncio de lo que hizo en la primera parte. El PSG fue sólo Neymar. Tuvo las mejores oportunidades, fue el que más amenazó, pero no concretó las ocasiones.

La historia y el dinero qatarí obligaban al PSG. Tres años cayendo en octavos de final y los cuatro anteriores despidiéndose en cuartos contrastaban con un novato como el Atalanta. A los italianos eso les importó muy poco. Fueron tan agresivos como de costumbre y a los avisos de Neymar respondieron con más ataque. «Hay que robar el balón para atacar», es uno de los mandamientos de Gasperini. Sus carrileros, el Papu Gómez, Pasalic, Zapata... las oleadas fueron constantes hasta que el PSG logró hacerse con el control de la pelota. Pero fue ahí cuando Pasalic adelantó a los italianos.

En la búsqueda de un apoyo para Neymar, Tuchel lo tuvo fácil. Bastaba con mirar al banquillo. Reclamó a Mbappé. Su reaparición sirvió para que el Atalanta se asustara. Sólo fue eso. Porque los que resolvieron fueron los secundarios. El PSG tuvo que esperar hasta el 90 para al menos asegurarse la prórroga. Pero es que Choupo-Moting apareció tres minutos después y envió al Atalanta a casa para citarse con el Atlético si los rojiblancos ganan al Leipzig.